Los imprescindibles de Budapest
- Jen y Licha

- 15 ago
- 12 Min. de lectura
Actualizado: 3 sept
Budapest, la fascinante capital de Hungría, es una ciudad que combina a la perfección el esplendor imperial con una vibrante energía contemporánea. Nacida oficialmente en 1873 de la unión de Buda, Pest y la pequeña Óbuda, esta ciudad se extiende a ambos lados del río Danubio, uniendo dos mundos distintos: las colinas verdes y tranquilas de Buda al oeste, y la animada y llana Pest al este.
El corazón de Europa Central late con fuerza en sus calles empedradas, en sus elegantes cafés centenarios y en su arquitectura monumental. El Puente de las Cadenas, uno de los más antiguos de la ciudad, une ambas orillas desde mediados del siglo XIX, ofreciendo vistas espectaculares, especialmente al atardecer, cuando los edificios se iluminan y el Danubio refleja los tonos dorados del sol.
Desde el primer momento, Budapest impone con sus joyas arquitectónicas: el imponente Parlamento Húngaro, que se alza majestuoso sobre la orilla del río; el Castillo de Buda, testigo de siglos de historia; y la encantadora Iglesia de Matías, en la cima del cerro, junto al Bastión de los Pescadores, uno de los mejores miradores de la ciudad.
Pero más allá de sus monumentos, Budapest seduce por su ritmo pausado, sus balnearios termales que recuerdan el legado romano y otomano, y sus rincones bohemios llenos de vida. Sumergirse en las aguas cálidas del Baño Széchenyi o el Gellért, después de un día de caminata, es casi una obligación para quienes visitan la ciudad.
Y es que aquí todo invita a disfrutar con calma: un café con torta en el mítico New York Café, un paseo en barco por el Danubio, o una caminata nocturna por la Avenida Andrássy, declarada Patrimonio de la Humanidad.
Para vivir Budapest con todos los sentidos, recomendamos dedicarle al menos tres días completos. Aunque, si el tiempo lo permite, sumar una jornada más te permitirá descubrir sus secretos con tranquilidad, disfrutar de su vibrante escena gastronómica y regalarte un atardecer mágico desde alguno de sus puentes o miradores. Porque Budapest no se recorre, se saborea. Y siempre deja ganas de volver.
RANKING DE LUGARES
Parlamento de Budapest
Bastión de los Pescadores
Castillo de Buda
Puente de las Cadenas
Iglesia de Matías
Baños Széchenyi
Isla Margarita
Zapatos en el Danubio
Mercado Central
Ruin Pubs

1. PARLAMENTO DE BUDAPEST
Comenzar el día frente al Parlamento de Budapest es, sin dudas, una de las mejores formas de enamorarse de la ciudad. Situado en la orilla de Pest, junto al Danubio, este coloso neogótico inaugurado en 1902 es el edificio más grande de Hungría y el tercero más grande del mundo en su tipo. Con sus 268 metros de largo, su cúpula central de 96 metros de altura y sus más de 600 salas, no sorprende que se haya convertido en el ícono arquitectónico de la capital.
Para obtener las mejores vistas de este enorme edificio deberás cruzar al otro lado del río Danubio, en la orilla de Buda, o subir al mirador del Bastión de los Pescadores, del que les contaremos luego.
🎫 Entrada: 5.000 HUF aprox. (para ciudadanos no europeos).
⏰ Horario: Todos los días de 8:00 a 16:00 (visitas guiadas en varios idiomas).
📍 Consejo: Reservá online con antelación, ya que las visitas guiadas suelen agotarse.
2. ZAPATOS EN EL DANUBIO
A pocos pasos del Parlamento, sobre la misma orilla del río, se encuentra uno de los memoriales más conmovedores de Budapest: los Zapatos en el Danubio (Cipők a Duna-parton). Este conjunto de 60 pares de zapatos de hierro fundido representa a los hombres, mujeres y niños judíos que fueron ejecutados por los milicianos fascistas del Partido de la Cruz Flechada durante la Segunda Guerra Mundial.
Antes de ser fusilados a orillas del río, les hacían quitarse los zapatos, un bien valioso en tiempos de guerra. El monumento fue inaugurado en 2005 y desde entonces es un recordatorio silencioso y poderoso del horror del Holocausto en Hungría.
3. PUENTE DE LAS CADENAS
Siguiendo la costanera del Danubio, llegamos al imponente Puente de las Cadenas, el primero en unir Buda y Pest en 1849, promovido por el conde István Széchenyi. Fue completamente destruido por los nazis en 1945 y reconstruido fielmente tras la guerra. Hoy es uno de los grandes símbolos de la ciudad.
El puente, flanqueado por dos leones de piedra, ofrece vistas mágicas al anochecer, cuando las luces del Castillo de Buda y el Parlamento se reflejan en el río.
📍 Tip: Si podés, volvé por la noche. Las vistas iluminadas del castillo y el puente son inolvidables.

4. PASEO POR DUNA-KORZÓ
Continuamos con un paseo relajado por el Duna-Korzó, un elegante corredor peatonal que bordea la orilla del Danubio entre el Puente Margarita y el Puente Erzsébet. Aunque lo hicimos a media mañana, el mejor momento es el atardecer, cuando los edificios comienzan a encenderse y la ciudad vibra con una luz dorada.
Durante el recorrido, te recomendamos hacer una pausa en la plaza Vigadó tér, donde se encuentra la pequeña escultura de la Princesita Sentada, uno de los personajes más entrañables de Budapest.
5. PUENTE DE LA LIBERTAD
Al final del paseo llegamos al Puente de la Libertad, otro de los tesoros arquitectónicos de la ciudad. Construido entre 1894 y 1896 con motivo de la Exposición del Milenio (que conmemoraba los 1.000 años de la llegada de los magiares al territorio húngaro), fue también destruido por los nazis y reconstruido posteriormente.
Este puente verde de hierro fundido conecta el Mercado Central con el Monte Gellért. En lo alto de sus torres se pueden ver las figuras del Turul, un ave mitológica que simboliza el alma del pueblo húngaro.
📍 Consejo: Detente en el centro del puente para disfrutar de las vistas del Danubio y los tranvías que cruzan al atardecer.

6.MERCADO CENTRAL
A la hora del almuerzo, nada mejor que dejarse tentar por los aromas del Gran Mercado Central, uno de los edificios más emblemáticos de finales del siglo XIX. Su fachada neogótica y su interior de hierro y vidrio te transportan a otra época.
En la planta baja vas a encontrar frutas, verduras, especias y embutidos típicos como el salami o la paprika. En el primer piso, puestos de comida casera y souvenirs. Nosotros probamos el lángos, un pan frito típico cubierto con ajo, crema agria y queso. Una bomba húngara, en todos los sentidos.
🕒 Horario: Lunes a viernes de 6:00 a 18:00, sábados hasta las 15:00. Cierra los domingos.
📍 Entrada gratuita.
7.MONTE GELLERT
Con energías renovadas, cruzamos el Puente de la Libertad para subir a pie al Monte Gellért, una colina de más de 230 metros que ofrece algunas de las mejores vistas panorámicas de Budapest.
En la cima se encuentra la Ciudadela, una fortaleza construida por los Habsburgo en el siglo XIX para mantener el control de la ciudad, y la imponente Estatua de la Libertad, erigida en 1947 para conmemorar la liberación soviética al final de la Segunda Guerra Mundial. Aunque su significado político ha cambiado con el tiempo, hoy es símbolo de libertad y resistencia.
📍 Requiere algo de esfuerzo físico (es una buena subida), pero vale completamente la pena.

8.VÁCI UTCA
De regreso al lado de Pest, cruzamos ahora el Puente Erzsébet para adentrarnos en la Váci Utca, la calle comercial más conocida de Budapest. Peatonal, animada está llena de tiendas de diseño, restaurantes y cafeterías.
Nos tentamos con una parada en Budapest Goulash - Langos and Grill Bar, donde probamos el mejor goulash de todo el viaje: una sopa espesa y sabrosa, bien casera, ideal para reponer fuerzas.
9. PLAZA VOROSMARTY
La Váci Utca desemboca en la plaza Vörösmarty, un punto de encuentro en la ciudad que alberga mercados, eventos culturales y uno de los cafés más históricos de Europa: el Gerbeaud. Fundado en 1858, este café conserva su decoración original y sirve pasteles y tortas tradicionales que son una verdadera obra de arte.
📍 No te vayas sin probar el clásico Dobos torta o el Gerbeaud slice.
10.RUIN PUBS
Para terminar este primer día en Budapest, nos fuimos directo a uno de los íconos de la vida nocturna local: el mítico Szimpla Kert. Así conocimos el concepto de "ruin pubs": bares instalados en antiguos edificios abandonados que han sido reciclados con muebles vintage, luces de feria, bicicletas colgando del techo y un ambiente totalmente alternativo.
Nacidos en el barrio judío a principios de los 2000, estos bares combinan historia, creatividad y cultura underground. El Szimpla Kert fue el pionero y hoy es una parada obligada tanto para turistas como locales.
🕒 Horario: Abre todos los días desde las 12:00 hasta altas horas de la madrugada.
🎫 Entrada gratuita, salvo eventos especiales.
Este primer día en Budapest nos regaló una dosis perfecta de historia, arquitectura, sabores y vida nocturna. Una ciudad que no deja de sorprender en cada rincón, y que todavía tiene mucho más por mostrar.
11. BARRIO JUDIO DE BUDAPEST
Después del desayuno nos dirigimos al Barrio Judío, uno de los lugares más significativos para comprender la historia reciente de la ciudad. Esta zona, delimitada por las calles Dohány, Károly, Király y Kertész, fue el antiguo gueto durante la ocupación nazi en la Segunda Guerra Mundial, donde miles de judíos vivieron en condiciones infrahumanas. Hoy, caminar por sus calles es un acto de memoria y respeto.
El corazón del barrio es la imponente Gran Sinagoga de Budapest, también conocida como Sinagoga de Dohány, una joya arquitectónica de estilo neoárabe inaugurada en 1859. Es la sinagoga más grande de Europa y la segunda del mundo, solo superada por la de Nueva York. Su interior, que puede albergar hasta 3.000 personas, deslumbra con sus columnas doradas, vitrales y galerías de madera tallada.
Detrás del templo se encuentra el Templo de los Héroes y el Árbol de la Vida, un monumento de metal en forma de sauce llorón, cuyas hojas llevan inscritos los nombres de las víctimas del Holocausto húngaro.
🎫 Entrada al complejo: Desde 6.500 HUF (incluye visita guiada, museo judío y memorial).
⏰ Horario: De lunes a viernes (dependiendo de la época del año). Cierra los sábados por el sabbat.
📍 Consejo: Vestimenta respetuosa (hombros cubiertos). Hombres deben cubrirse la cabeza (se entrega kipá).

12. BASÍLICA DE SAN ESTEBAN
A pocas calles del barrio judío se alza majestuosa la Basílica de San Esteban, el edificio religioso más grande de Hungría, con capacidad para 8.500 personas. Dedicada al rey Esteban I, fundador del Reino de Hungría y canonizado en el año 1083, este templo neoclásico impresiona tanto por fuera como por dentro.
Su interior alberga obras de arte sacro, una cúpula impresionante, y la reliquia más venerada del país: la mano derecha momificada del rey Esteban. No dejes de subir a la cúpula para obtener una de las vistas más privilegiadas del centro de Budapest.
🎫 Entrada gratuita (donación voluntaria). Subida a la cúpula: 2.000 HUF.
⏰ Horario: Lunes a sábado de 9:00 a 19:00, domingos de 13:00 a 19:00.

13. AVENIDA ANDRÁSSY
Desde la plaza donde se ubica la Basílica nace la elegante Avenida Andrássy, la arteria más señorial de Budapest, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2002. Con 2,5 kilómetros de largo, esta avenida está flanqueada por palacios neorrenacentistas, embajadas, teatros y tiendas de lujo.
Uno de los edificios más destacados es la Ópera Estatal de Hungría, un magnífico teatro inaugurado en 1884. Aunque esté cerrado o no tengas tiempo para una función, su fachada merece una buena foto.
📍 Tip: Si vas caminando hacia la Plaza de los Héroes, podés tomar el Metro M1 (el más antiguo del continente europeo) que corre justo por debajo de la avenida. Un viaje corto, pero histórico.
14. PLAZA DE LOS HÉROES
La Avenida Andrássy desemboca en la monumental Plaza de los Héroes, construida entre 1896 y 1900 para conmemorar los mil años de la fundación del estado húngaro, en el marco de las celebraciones del Milenio.
Presidida por una columna de 36 metros con el Arcángel Gabriel en la cima, la plaza está rodeada por un semicírculo de estatuas que representan a los siete líderes de las tribus magiares y otros grandes personajes de la historia de Hungría.
A los costados, se encuentran dos museos de renombre: el Museo de Bellas Artes y el Palacio del Arte (Műcsarnok), ambos con exposiciones temporales y colecciones permanentes.

15. PARQUE VAROSLIGET
Detrás de la plaza se extiende el Parque Városliget, el pulmón verde de Budapest. Este enorme espacio, antiguamente un coto de caza real, se transformó en parque público en el siglo XIX y es ideal para caminar, descansar o hacer un picnic.
Entre sus múltiples rincones destaca el Castillo Vajdahunyad, un edificio pintoresco que parece sacado de un cuento. Fue construido para la Exposición del Milenio y mezcla estilos románico, gótico, renacentista y barroco, como una especie de resumen de la arquitectura húngara.
Justo al lado, encontrarás la Estatua del Anónimo, un misterioso personaje encapuchado con pluma en mano. La leyenda dice que si tocás su pluma, tendrás suerte y talento para la escritura. ¡Nosotros no dudamos en hacerlo!
📍 Entrada al parque y al castillo: gratuita.

16. BALNEARIO SZÉCHENYI
Y ahora sí, después de tanta caminata, nada mejor que entregarse a una de las experiencias más icónicas de Hungría: los baños termales. El Balneario Szechenyi ubicado dentro del parque Városliget, es uno de los mayores complejos termales de Europa, y uno de los más famosos del mundo.
Inaugurado en 1913 y de estilo neobarroco, ofrece tres grandes piscinas exteriores y más de una docena de termas interiores, además de saunas, baños turcos y salas de masajes. La experiencia en invierno, con el vapor saliendo de las piscinas mientras el aire está helado, es simplemente inolvidable.
🎫 Entrada: Desde 10.000 HUF (con cabina incluida).
⏰ Horario: Todos los días de 7:00 a 19:00.
📍 Tip: Llevá tu propia toalla, chancletas y gorro (si pensás nadar). También podés alquilar todo allí, pero los precios son más elevados. Evitá fines de semana si querés un ambiente más relajado.

17.ISLA MARGARITA
Comenzamos nuestro último día en Budapest buscando un poco de aire puro y tranquilidad, y para eso no hay mejor opción que la Isla Margarita (Margitsziget), un oasis verde en pleno Danubio. Esta isla, de 2,5 km de largo, se encuentra entre Buda y Pest y está conectada por dos puentes: el Puente Margarita y el Puente Árpád.
Durante siglos tuvo funciones religiosas (aquí se construyó un convento dominico en el siglo XIII donde vivió la princesa Santa Margarita, hija del rey Béla IV) pero hoy es uno de los espacios de ocio preferidos por locales y turistas. Podés recorrerla en bicicleta, a pie, en coche eléctrico o incluso en un simpático tren turístico.
Hay de todo: piscinas termales, jardines japoneses, fuentes musicales, esculturas, restaurantes, y hasta una torre de agua octogonal de 57 metros que podés subir para obtener unas vistas panorámicas. Pero más allá de los atractivos, la Isla Margarita es ideal para desconectar del ritmo acelerado del centro y disfrutar de una Budapest más relajada.
18. CASTILLO DE BUDA
Por la tarde, cruzamos a la orilla oeste del Danubio y subimos a la Colina de Buda para visitar uno de los iconos más emblemáticos de la ciudad: el Castillo de Buda (Budavári Palota).
Este majestuoso complejo comenzó a construirse en el siglo XIV como residencia real, aunque ha sido destruido y reconstruido varias veces a lo largo de la historia, especialmente tras los estragos de la Segunda Guerra Mundial. El castillo actual es de estilo neoclásico y alberga importantes instituciones culturales como la Galería Nacional Húngara, el Museo de Historia de Budapest y la Biblioteca Nacional Széchenyi.
Nosotros decidimos no entrar y simplemente disfrutar de los exteriores, las vistas y el paseo por sus alrededores.
19. BASTIÓN DE LOS PESCADORES
A pocos pasos del castillo se encuentra uno de los miradores más fotogénicos y mágicos de Budapest: el Bastión de los Pescadores (Halászbástya). Este conjunto neogótico fue construido entre 1895 y 1902 para conmemorar el milenio del Estado húngaro y su nombre rinde homenaje a los pescadores que defendían esta parte de la muralla en la Edad Media.
Con sus siete torres que simbolizan las tribus magiares fundadoras de Hungría, sus balcones y arcos de cuento de hadas, el Bastión parece sacado de una película. Desde aquí las vistas del Parlamento y el Danubio son simplemente inolvidables, sobre todo si esperás al atardecer para ver cómo la ciudad comienza a iluminarse lentamente. Te prometemos que es una postal que queda grabada para siempre.
20. IGLESIA DE MATÍAS
Justo al lado del Bastión se encuentra la Iglesia de Matías (Mátyás-templom), uno de los templos católicos más importantes del país. Aunque su origen se remonta al siglo XIII, ha sido modificada en varias ocasiones, y durante la ocupación otomana fue incluso transformada en mezquita.
En el siglo XIX, la iglesia fue remodelada en estilo neogótico, y desde entonces su característico tejado de cerámica multicolor se ha convertido en una de las imágenes más distintivas del barrio del castillo. Su interior es igualmente impresionante, con vitrales, frescos y una acústica excelente que la convierte en sede habitual de conciertos.
Acá se coronó al último rey de los Habsburgo, Carlos IV, y su historia está íntimamente ligada a los momentos clave del país.
Bonus Final: un broche de oro con sabor húngaro
Para cerrar nuestro viaje con un toque dulce, nos acercamos caminando a la calle Uri y nos sentamos en el histórico Café Ruszwurm, uno de los cafés más antiguos de la ciudad. La estrella indiscutida: la tarta Dobos, un clásico de la repostería húngara compuesto por capas finas de bizcochuelo y crema de chocolate con un crujiente caramelo por encima. Ideal para acompañar con un buen café o chocolate caliente.
Una despedida perfecta para una ciudad que nos sorprendió con su historia, su belleza, sus termas, su vibra bohemia y su profunda identidad.
BUCKETLIST PARA EL PRÓXIMO VIAJE
Lago Balaton
Región vinícola de Tokaj-Hegyalja
Eger
Cuevas de Aggtelek
Antigua aldea de Hollókö
Palacio de Eszterháza
Palacio de Gödöllő
Parque Nacional Hortobágy
Pécs








































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