Itinerario de 2 días en Estocolmo
- Jen y Licha

- 15 ago
- 8 Min. de lectura
Actualizado: 3 sept
Situada en una ubicación privilegiada, repartida sobre un archipiélago de más de 24.000 islas y bañada por las frías aguas del mar Báltico, Estocolmo es una de esas ciudades que cautivan desde el primer instante. Elegante, limpia, cosmopolita y con un equilibrio perfecto entre lo clásico y lo moderno, no es casual que muchos la llamen la «Venecia del Norte»: sus canales, su arquitectura impecable y sus rincones llenos de historia la convierten en una parada imperdible en cualquier viaje por Escandinavia.
El corazón de la ciudad se vive en Gamla Stan, su casco antiguo medieval, donde las callecitas empedradas parecen salidas de un cuento y conviven con cafés acogedores, tiendas de diseño sueco y edificios históricos como el Palacio Real. Pero Estocolmo es mucho más que historia: museos como el Vasa, el Fotografiska o el Skansen al aire libre muestran la riqueza cultural del país, mientras que sus numerosos parques, islas y paseos invitan a explorarla al ritmo propio del verano nórdico.
La mejor época para visitar Estocolmo es entre los meses de mayo y agosto, cuando las temperaturas son más agradables y el sol apenas se esconde, regalando días larguísimos para recorrer y disfrutar. Nosotros la conocimos en julio y el clima fue ideal: cielos despejados, temperaturas suaves y ese aire fresco que te recuerda que estás bien al norte… pero en una ciudad que sabe recibirte con calidez.
Para no perderte nada, te recomendamos dedicarle al menos dos días completos, aunque fácilmente podrías quedarte más si sumás alguna excursión a los alrededores o querés simplemente tomarte el tiempo de disfrutarla sin apuros. Estocolmo tiene esa magia que invita a quedarse, a descubrirla paso a paso, isla por isla, puente por puente.

RANKING DE LUGARES
Gamla Stan
Iglesia Riddarholmen
Ayuntamiento de Estocolmo
Parque Kungstradgarden
Metro
Museo Vasa
Fotografiska
Barrio de Södermalm
Plaza Sergel
DÍA 1: Explorando Gamla Stan y los imprescindibles de Estocolmo
Comenzamos nuestra visita por Estocolmo en el mejor lugar posible: Gamla Stan, la ciudad vieja, el corazón más vibrante y pintoresco de la capital sueca. Este barrio, fundado en el siglo XIII, conserva todo el encanto medieval con sus callejuelas empedradas, edificios de colores cálidos y una atmósfera que mezcla historia con vida moderna. Es un sitio ideal para caminar sin apuro, detenerse en alguna tienda de diseño sueco, tomar un café frente a una plaza animada o simplemente admirar la arquitectura.
Uno de nuestros rincones favoritos fue Stortorget, la plaza principal de Gamla Stan. Rodeada de fachadas coloridas y edificios históricos, es uno de los sitios más fotografiados de la ciudad… ¡y con razón! Además de su belleza, aquí se respira historia: fue escenario de eventos clave en la historia sueca, como el tristemente célebre Baño de Sangre de Estocolmo en 1520.

Otro rincón curioso que vale la pena buscar es la Mårten Trotzigs Gränd, la calle más estrecha de toda Estocolmo. Con solo 90 centímetros de ancho, caminar por ella se vuelve casi una experiencia lúdica. Un detalle simpático que suma a la magia de Gamla Stan.
Muy cerca se encuentra el imponente Palacio Real de Estocolmo (Kungliga Slottet), una de las residencias reales más grandes de Europa. Aunque no ingresamos en esta ocasión, vale saber que el complejo alberga más de 600 habitaciones y varios museos, entre ellos el Tesoro, la Armería Real y el Museo Tre Kronor. El palacio se utiliza principalmente para ceremonias oficiales, pero está abierto todos los días de 10:00 a 18:00 y la entrada ronda los 170 SEK. Recomendamos reservar con antelación.

También se puede visitar la Catedral de San Nicolás (Storkyrkan), la iglesia más antigua de Estocolmo. La entrada cuesta 120 SEK y está abierta todos los días de 9:30 a 17:00.
Otra opción es el Museo Nobel, donde se cuenta la historia detrás de los célebres premios que nacieron justamente aquí. ¿Sabías que Alfred Nobel inventó la dinamita? Fue el uso bélico de su invento lo que lo llevó a legar su fortuna para premiar los mayores aportes a la humanidad. El museo, abierto todos los días de 10:00 a 19:00 (entrada: 150 SEK), profundiza en su vida y en la de los galardonados. Nosotros no entramos, pero lo dejamos anotado para la próxima.
A pasos del Palacio Real se ubica la solemne Iglesia Riddarholmen, panteón de los monarcas suecos y la única iglesia medieval conservada en la ciudad. Construida en el siglo XIII y decorada con escudos heráldicos y tumbas reales, es una visita ideal para los amantes de la historia. La entrada cuesta 65 SEK y está abierta todos los días de 10:00 a 17:00. Al salir, recomendamos caminar hasta Evert Taubes Terrass, una terraza con hermosas vistas al canal y al Ayuntamiento.

Siguiendo nuestro recorrido, pasamos por el edificio del Riksdag, el Parlamento sueco, y cruzamos algunos de los puentes más emblemáticos de la ciudad. Estocolmo está formada por 14 islas conectadas por más de 50 puentes, lo que la convierte en una ciudad ideal para explorar a pie. Algunos de los más bonitos son el Norrbro, el puente de piedra más antiguo; el Djurgårdsbron, con sus detalles decorativos en acero; y el elegante Skeppsholmsbron, con su característica corona dorada, uno de los símbolos más fotografiados de Estocolmo.
Desde allí nos acercamos al imponente Ayuntamiento de Estocolmo (Stadshuset), un edificio de ladrillo rojo junto al agua que es mucho más que una pieza de arquitectura llamativa: aquí se celebra cada año el banquete posterior a la ceremonia de entrega de los Premios Nobel. Si tenés tiempo, se puede visitar por dentro con guía, y subir a su torre para obtener vistas espectaculares de la ciudad.

Y ya que hablamos de vistas, uno de los planes más lindos para hacer en Estocolmo es un paseo en barco por sus canales. Desde el centro salen cruceros de entre una y dos horas que recorren las distintas islas del archipiélago y ofrecen otra perspectiva de la ciudad. Ideal para una tarde relajada. Es una de esas experiencias que definitivamente vale la pena incluir.
Cerramos la jornada con una cena tradicional en Restaurang Tradition, donde probamos dos platos típicos de la gastronomía sueca:
Köttbullar: las famosas albóndigas suecas, preparadas con carne de res y cerdo, servidas con puré de papas, salsa cremosa y arándanos rojos. ¡Un clásico imperdible!
Kroppkakor: bollitos de masa de papa rellenos de panceta ahumada, cocidos y servidos con manteca derretida, crema agria y frutos rojos. Una verdadera delicia.
Así terminamos nuestro primer día en Estocolmo, encantados con cada rincón descubierto y con la sensación de que esta ciudad todavía tenía muchísimo más para ofrecernos.
DÍA 2: Cultura, tradición y vanguardia en Estocolmo
Para nuestro segundo día en Estocolmo decidimos sumergirnos en su costado más cultural, explorando museos, mercados y barrios con identidad propia. Si el primer día fue puro encanto histórico, el segundo fue una mezcla perfecta de tradición, arte contemporáneo y vida local.
Nuestra primera parada fue Skansen, un museo al aire libre realmente único. Fundado en 1891, es considerado el primer museo de este tipo en el mundo. Se encuentra en la isla de Djurgården, y es un lugar donde la historia cobra vida. Durante nuestra visita nos encontramos con mercados de comida tipica, gente vestida con trajes tradicionales, y pudimos recorrer casas antiguas traídas de distintas regiones de Suecia, talleres artesanales, una pequeña granja y un área con animales del norte de Europa.
📍 Ubicación: Isla de Djurgården
🕘 Horario: todos los días de 10:00 a 18:00
🎟️ Entrada: 220 SEK (adultos) / 70 SEK (niños de 4 a 15 años)
✔️ Incluido en el Stockholm Pass

A pocos pasos se encuentra el Nordiska Museet, ideal para quienes quieran profundizar en la historia y cultura del pueblo sueco. Este museo recorre la vida cotidiana desde finales de la Edad Media hasta la actualidad: trajes típicos, costumbres, mobiliario, celebraciones, evolución del diseño... una mirada integral a la identidad cultural sueca. Es uno de esos lugares que sorprende por su cuidado montaje y la belleza del edificio que lo alberga.
📍 Ubicación: Djurgårdsvägen 6–16
🕘 Horario: todos los días de 10:00 a 17:00
🎟️ Entrada: 150 SEK (adultos) / Gratis menores de 18
✔️ Incluido en el Stockholm Pass

Pero si hay un museo que ningún viajero puede perderse en Estocolmo, ese es el Vasa Museet. Aquí se conserva el impresionante buque de guerra Vasa, construido en el siglo XVII por orden del rey Gustavo II Adolfo. Era el orgullo de la flota sueca, pero duró solo unos minutos a flote: se hundió durante su viaje inaugural en 1628. Permaneció más de 300 años sumergido hasta que fue rescatado y restaurado. Hoy, su esqueleto oscuro e imponente ocupa el centro de una sala inmensa, rodeado de exhibiciones interactivas que cuentan su historia. Sin duda, una de las visitas más impactantes que hicimos en la ciudad.
📍 Ubicación: Galärvarvsvägen 14
🕘 Horario: todos los días de 10:00 a 17:00 (miércoles hasta las 20:00)
🎟️ Entrada: 190 SEK (adultos) / Gratis menores de 18
✔️ Incluido en el Stockholm Pass
Con el estómago haciendo ruido, nos fuimos hacia el Östermalms Saluhall, uno de los mercados cubiertos más antiguos y elegantes de Estocolmo. Allí, en medio de tentadores puestos de productos gourmet, nos dimos el gusto de probar el famoso Gravlax, un salmón marinado que es un clásico de la gastronomía sueca. Un almuerzo delicioso y perfecto para seguir explorando.

Nuestra tarde continuó en Fotografiska, uno de los museos de fotografía contemporánea más importantes del mundo. Las exposiciones son dinámicas, poderosas y siempre tocan temas sociales actuales como la ecología, la política o los derechos humanos. Más que un museo, Fotografiska es un espacio de encuentro y reflexión, con una curaduría impecable y una terraza con vistas espectaculares al agua.
📍 Ubicación: Stadsgårdshamnen 22
🕘 Horario: todos los días de 10:00 a 23:00
🎟️ Entrada: 179 SEK (adultos), 139 SEK (estudiantes), gratis menores de 12
✔️ Incluido en el Stockholm Pass

Como si esto fuera poco, todavía nos quedaban ganas de seguir conociendo, así que nos subimos al metro… pero no para ir de un lugar a otro, sino para descubrir algunas de las estaciones más bonitas del mundo. El metro de Estocolmo es famoso por sus estaciones artísticas, verdaderas galerías subterráneas. Entre nuestras favoritas están:
Kungsträdgården, con murales que homenajean el parque homónimo en tonos rojos, blancos y verdes.
Rådhuset, que simula una caverna con sus paredes de roca expuesta.
Thorildsplan, inspirada en videojuegos pixelados.
Stadion, con un enorme arcoíris que cruza la bóveda azul.
T-Centralen, decorada con flores azules y blancas, es de las más icónicas.
🎟️ Ticket individual: 42 SEK / Pase 24 h: 175 SEK
❌ No incluido en el Stockholm Pass
Ya al caer la tarde, nos dirigimos a Södermalm, el barrio más moderno y alternativo de la ciudad. Situado al sur de Gamla Stan, esta zona bohemia está llena de cafés de autor, tiendas vintage, galerías de arte y mucha onda. Recorrimos calles como Götagatan, pasamos por la iglesia de María Magdalena, la plaza Medborgarplatsen y nos despedimos con unas visita al parque Mariatorget, perfecto para un picnic para recobrar energías.

Ya de noche , aprovechamos para dar una vuelta por la parte más moderna de Estocolmo, alrededor de la Plaza Sergel. Allí destaca el Kulturhuset, un centro cultural súper activo con exposiciones, música y cafés. En el centro de la plaza se alza un imponente obelisco de cristal rodeado por una fuente. A pocos pasos llegamos a Hötorget, una plaza con mercado al aire libre donde se venden frutas, flores, setas y más. Justo debajo se encuentra el Hötorgshallen, un mercado subterráneo con muchísima variedad gastronómica. Cerramos allí nuestro recorrido por la ciudad, entre aromas nórdicos y la sensación de haber exprimido al máximo estos dos días inolvidables.
BUCKETLIST PARA EL PRÓXIMO VIAJE
Laponia
Gotemburgo
Ales Stenar
Castillo de Gripsholm
Isla de Gotland
Malmö
Smögen


















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