top of page
  • E-mail icon_edited
  • Instagram
  • Facebook

Excursión al Desierto del Sahara

  • Foto del escritor: Jen y Licha
    Jen y Licha
  • 8 ago
  • 6 Min. de lectura

Actualizado: 4 sept


Excursión al Sahara - Nuestra experiencia


Como Marrakech es la ciudad más visitada de Marruecos, no es sorpresa que esta sea la excursión más contratada por quienes llegan al país. Y sí, prácticamente todo viajero que pone un pie en estas tierras quiere cumplir el sueño de conocer el majestuoso desierto del Sahara. En este relato les compartimos nuestra experiencia para que puedan aprovechar nuestros aprendizajes y así asegurarse de que su aventura por el desierto no se vea opacada por una mala elección de agencia turística.


La agencia que elegimos fue “Descubre el desierto”, con una propuesta de 2 noches y 3 días, partiendo desde Marrakech y finalizando en Fez. El tour nos costó 135 euros por persona, e incluía traslados, alojamiento, desayuno y cena.


Ahora bien, un dato importante a tener en cuenta: los almuerzos no están incluidos, y los restaurantes donde te “permiten” almorzar durante el camino son considerablemente caros para los precios promedio de Marruecos. El primer día llevamos unos sanguchitos desde Marrakech, pero después ya no tuvimos oportunidad de comprar nada más, por lo que terminamos pagando 12 euros por persona por platos muy básicos que no justificaban su valor. Un detalle que conviene tener previsto para no llevarse sorpresas en el presupuesto.


Duna en el Desierto del Sahara
Duna en el Desierto del Sahara


Día 1


La aventura comenzó bien temprano, a las 07:00 hs en la entrada de la medina de Marrakech. Desde allí emprendimos el recorrido de unos 190 km (aproximadamente 4 horas) hasta nuestro primer gran destino: el impresionante Kasbah de Ait Ben Haddou.

Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, este pueblo fortificado de más de 12.000 años de antigüedad es una joya arquitectónica del sur marroquí. No solo deslumbra por su belleza de adobe y su historia, sino que ha sido escenario de producciones cinematográficas como El Gladiador, Indiana Jones, Lawrence de Arabia y Game of Thrones.


Lamentablemente, nuestra visita no estuvo a la altura de las expectativas. En lugar de hacer el recorrido habitual, el guía nos hizo ingresar por la parte trasera del complejo —donde se agrupan los puestos de souvenirs— bajo el argumento (falso) de que la entrada principal estaba cerrada. Después de pasearnos por algunas tiendas, sugiriendo que debíamos “colaborar”, nos apuró para almorzar. Como mucho, estuvimos media hora dentro de la kasbah, sin llegar a los puntos panorámicos más altos ni a los sectores más emblemáticos. Al salir, vimos a otros grupos que sí accedían a zonas que nosotros no pudimos visitar. Como si fuera poco, el guía nos pidió 3 euros por persona como propina obligatoria por la “información brindada”. Fue, sin dudas, la primera gran decepción del tour.


Después de un extenso almuerzo de dos horas —desmedido para el poco tiempo de visita—, volvimos a la combi. En la descripción del tour figuraban paradas en Ouarzazate, Skoura y el Valle de las Rosas, pero en nuestro caso solo hubo breves detenciones para ir al baño.


Alrededor de las 19:00 hs, tras casi 10 horas de viaje con pocas actividades reales, finalmente llegamos al alojamiento donde pasaríamos la noche. Por suerte, el hospedaje fue cómodo y estuvo a la altura, cerrando un día largo con una nota un poco más positiva.


Kasbah de Ait Ben Haddou
Kasbah de Ait Ben Haddou

Día 2


El segundo día comenzó temprano: a las 06:00 hs nos levantamos para tomar el desayuno y salir rumbo al Valle de Dades, donde nos esperaba una de las experiencias más auténticas del recorrido: la visita al pueblo bereber de Tinghir. Por suerte, en esta ocasión nos acompañó Mulay, sin dudas el mejor guía del tour. Compartió con nosotros historias sobre su comunidad, sus tradiciones, y nos llevó a conocer a una familia local que confecciona hermosas alfombras artesanales. Allí, entre sonrisas, artesanía y un tradicional té de menta, vivimos un momento profundamente humano y enriquecedor. Este fue, sin dudas, uno de los puntos más altos de toda la excursión.


Después nos dirigimos a las Gargantas del Todra, uno de los paisajes naturales más impactantes del país. Ubicadas al este del Alto Atlas, estas imponentes formaciones rocosas alcanzan más de 100 metros de altura y enmarcan un estrecho cañón. Es uno de los lugares más fotogénicos de Marruecos, ideal para una parada técnica con cámara en mano.


Tras despedirnos de Mulay, emprendimos el tramo final hacia el tan anhelado desierto del Sahara. Fueron unas 4 horas de ruta con una parada para almorzar, hasta que finalmente llegamos a la entrada de las dunas de Erg Chebbi, en Merzouga. Allí nos esperaban nuestros peculiares “transportes”: unos dromedarios claramente exhaustos, con cara de pocos amigos, listos para llevarnos al campamento ubicado tras las dunas.

Como si el momento necesitara un toque cinematográfico, una tormenta de arena se desató justo antes de iniciar la travesía. Lo que nos habían vendido como una experiencia mágica, inolvidable y casi espiritual, efectivamente lo fue pero por motivos opuestos.


Llegamos al campamento cerca de las 19:00 hs, cuando ya caía la noche. Nos dieron solo media hora para ducharnos antes de servir la cena, por lo que cualquier idea de caminar por las dunas y contemplar el paisaje quedó postergada. Afortunadamente, el grupo de viajeros con el que compartimos la experiencia fue increíble: entre risas y buena onda supimos darle la vuelta a una jornada bastante accidentada.


La noche terminó con una fogata bajo las estrellas, donde los anfitriones locales nos regalaron una breve presentación musical con instrumentos tradicionales. Y aunque el día estuvo lejos de lo prometido, ese cielo inmenso, despejado y estrellado del Sahara, logró regalarnos un cierre digno.




Día 3


A las 05:00 hs, en plena oscuridad y con los primeros vientos del amanecer, nos despertaron para tomar un desayuno rápido y abandonar el campamento. Todo fue muy expeditivo, sin espacio para disfrutar del entorno. A las 05:45 hs ya estábamos nuevamente sobre los dromedarios, listos para regresar al punto de partida donde nos esperaban las combis.


Y aunque el tramo fue breve, ver el amanecer en medio de las dunas del Sahara fue sin dudas la postal que nos llevamos de esta experiencia. Un espectáculo de luces y sombras sobre la arena dorada, en un silencio absoluto que solo se ve interrumpido por el crujido de las patas de los dromedarios avanzando por las dunas.


A las 06:30 hs nos subimos a la combi para iniciar el trayecto hacia Fez, dando así por finalizada esta excursión de tres días por el desierto.





Reflexión final – Una experiencia que depende mucho del proveedor


Después de todo lo vivido, creemos fundamental remarcar la importancia de contratar un buen proveedor turístico. Aunque el precio puede parecer atractivo, muchas veces lo barato termina saliendo caro. Si es necesario, destiná un poco más de presupuesto para asegurar una experiencia a la altura del lugar.


En nuestro caso, el servicio dejó bastante que desear. A lo largo del viaje fuimos cambiando de combi y de conductor, lo que generó cierta desorganización. Los guías, a excepción del gran Mulay, ofrecieron poca o nula información y tuvieron serias dificultades para comunicarse tanto en español como en inglés. Más allá del idioma, la actitud general fue distante y poco amable: las fotos que suelen incluir en la experiencia las hacían apurados, como un trámite, y en general la sensación era que te estaban haciendo un favor, en lugar de brindar un servicio.


Además, la excursión implica muchas horas arriba de la combi y los vehículos no siempre están en buenas condiciones. En nuestro caso, por ejemplo, el aire acondicionado no funcionaba, algo difícil de sobrellevar en pleno calor marroquí.

Y quizás lo más frustrante: el tiempo real en el desierto fue muy limitado. Apenas unos minutos para llegar, bañarse, cenar y dormir. Si tu sueño es caminar por las dunas, contemplar el atardecer y conectar con ese paisaje único, verificá este punto con claridad antes de contratar.


Nuestra recomendación final:


La excursión al Sahara es, sin dudas, una experiencia imperdible en Marruecos, pero el proveedor turístico puede marcar toda la diferencia. Investigá bien, hacé todas las preguntas necesarias antes de reservar y, sobre todo, leé las reseñas más recientes en Google para evitar sorpresas.


Porque sí, el desierto es mágico pero para disfrutarlo de verdad, necesitás una agencia que te acompañe a vivirlo como se merece.


Comentarios


bottom of page