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Guía para visitar el Kruger National Park

  • Foto del escritor: Jen y Licha
    Jen y Licha
  • 17 ago
  • 13 Min. de lectura

Actualizado: 3 sept


¿Qué decir del Kruger? Es difícil resumir en palabras lo que significa este lugar. Para nosotros, fue una de las experiencias más inolvidables de todo nuestro viaje por África. Durante una semana nos hospedamos dentro del parque, en diferentes campsites, y cada día fue distinto: inesperado, emocionante y completamente inmersivo. Sin dudas, es un destino al que queremos volver.


El Parque Nacional Kruger es uno de los santuarios de vida salvaje más importantes del planeta, y una de las mejores opciones en África para realizar safaris. Ubicado en el noreste del país, en las provincias de Limpopo y Mpumalanga, se extiende a lo largo de casi 2 millones de hectáreas y forma parte del llamado Gran Kruger, que incluye reservas privadas contiguas.


Aquí viven en libertad más de 147 especies de mamíferos, 500 especies de aves, 120 especies de reptiles y un sinfín de anfibios e insectos. Las cifras abruman: más de 13.000 elefantes, 2.000 leones, 1.000 leopardos, 8000 jirafas, 28.000 cebras, 150.000 impalas, 3.000 hipopótamos, y cerca del 80% de la población mundial de rinocerontes, una especie tristemente amenazada por la caza furtiva.


📌 Un dato importante: no se debe compartir la ubicación en fotografías en rrss de los rinocerontes . Muchos cazadores furtivos utilizan esta información para rastrearlos, especialmente a través de la frontera con Mozambique. Incluso dentro del parque, los paneles de avistamientos no marcan la presencia de rinocerontes, por esta misma razón.


León en medio del camino en Lower Sabie
León en medio del camino en Lower Sabie

Un poco de historia para entender su valor


El origen del Kruger se remonta a finales del siglo XIX, cuando el entonces presidente de la República Sudafricana, Paul Kruger, propuso la creación de una reserva de caza para proteger la fauna del territorio. En 1898 nació la Reserva de Sabie, y en 1926 se consolidó oficialmente como el primer parque nacional de Sudáfrica, tomando su nombre actual.


A lo largo del siglo XX, el parque fue desarrollando infraestructura para el turismo: carreteras internas, campamentos equipados y una red de accesos que permitió volverlo seguro y cómodo. Sin embargo, su historia también está marcada por desafíos: epidemias, sequías, inundaciones y décadas de caza ilegal que afectaron seriamente a muchas especies. A pesar de todo, el Kruger resistió, y hoy es un símbolo de la conservación en África.


Cómo organizamos nuestra visita


Dado su tamaño, el Kruger se divide en zona: norte, centro y sur, cada una con su propia densidad de fauna y características de paisaje. Nosotros, como la mayoría de quienes visitan el parque por primera vez, nos focalizamos en la zona sur y centro, ya que es donde se concentran más animales y las distancias entre puntos de interés son manejables.


Entramos al parque por la Phalaborwa Gate, ubicada a solo 10 km de nuestro alojamiento anterior. Desde allí comenzamos un itinerario de una semana recorriendo el parque de centro a sur, haciendo base en tres campamentos principales:


  • Olifants Camp (2 noches) – 83 km desde Phalaborwa

  • Satara Camp (2 noches) – 55 km al sur de Olifants

  • Lower Sabie (3 noches) – 100 km hacia el sureste


Importante: el parque tiene horarios de entrada y salida estrictos, tanto para quienes se hospedan dentro como para los visitantes del día. Según la temporada, los portones abren entre las 05:30 y 06:00 hs y cierran entre las 17:30 y 18:30 hs. No respetarlos implica multas de 500 ZAR, así que es fundamental estar atento. Además, al ingresar se entrega un permiso de circulación, que debe mostrarse en todos los controles y campamentos.


📝 Tip: guardá ese papel como si fuera tu pasaporte dentro del parque. Lo van a pedir en cada cambio de alojamiento que hagas.


¿Qué podés visitar dentro del Kruger?


Aunque el parque es inmenso, estos son algunos de los puntos más destacados, ya sea por sus paisajes, densidad de fauna o accesibilidad:


  • Crocodile Bridge: excelente para explorar la zona sur, con alta concentración de fauna.

  • Lower Sabie: ideal para safaris a lo largo del río Sabie, con buena infraestructura.

  • Skukuza: el campamento más grande, con restaurante, mercado y buena base para safaris.

  • Olifants Camp: ofrece vistas panorámicas sobre el río Olifants; más tranquilo y escénico.

  • Satara Camp: conocido como “la tierra de los leones”, ideal para ver felinos.


Además, dentro del parque podés disfrutar de:


  • Game Drives guiados: safaris al amanecer, al atardecer o nocturnos por zonas restringidas. Cuestan aproximadamente USD 25 por persona.

  • Bush Walks: caminatas guiadas con guardabosques, una experiencia distinta.

  • Hides y miradores de agua: estructuras estratégicamente ubicadas donde podés esperar en silencio y observar a los animales acercarse a beber.

  • Áreas de picnic oficiales: como Tshokwane o Afsaal, con baños, mesas y parrillas.

  • Rutas panorámicas: como la H4-1 entre Lower Sabie y Skukuza, donde tuvimos algunos de los mejores avistamientos del viaje.


🏕️ Dónde dormir en el Kruger


Hospedarse dentro del parque es, sin dudas, la mejor forma de vivir la experiencia completa. Estos son algunos de los campsites recomendados:


  • Skukuza: el más grande, ideal para quienes buscan comodidad y servicios.

  • Lower Sabie: perfecto para observar fauna junto al río, con muy buena ubicación.

  • Satara: excelente para ver depredadores, especialmente grandes felinos.

  • Olifants: ideal para quienes valoran las vistas panorámicas y un ambiente más tranquilo.


🎒 Tip importante: reservá tu hospedaje con al menos 2 o 3 meses de anticipación, especialmente en temporada alta (junio a septiembre). Todo se agota rápidamente.


🔍 Recomendaciones prácticas:


  • Alquiler de auto: indispensable. Recorrer el Kruger a tu ritmo te permite parar cuando quieras y tener el control de tu experiencia. Nosotros alquilamos un SUV, ideal para tener buena visibilidad y tracción.

  • Temporada ideal: el invierno sudafricano (junio a agosto) es temporada seca. Hay menos vegetación y los animales se concentran en los cursos de agua, lo que facilita los avistamientos.

  • Tarjeta Wild Card: te permite ingresar ilimitadamente al Kruger y a otros más de 80 parques por un año. En nuestro caso, fue un gran acierto comprar el pase de pareja por 300 USD, ya que visitamos varios parques durante el viaje.

  • Web oficial: toda la información y reservas se realizan desde SANParks, el sitio oficial de Parques Nacionales de Sudáfrica.


🛑 Normas esenciales para visitar el Kruger


Explorar el Parque Nacional Kruger es una experiencia extraordinaria, pero requiere responsabilidad y respeto absoluto por la naturaleza. Estas son algunas reglas clave que todos los visitantes deben conocer antes de ingresar:


  • 🚗 Velocidad máxima: 50 km/h en caminos asfaltados y 40 km/h en rutas de tierra. Respetar estos límites protege tanto a los animales como a los visitantes.

  • 📍 No salirse del camino: está prohibido circular por carreteras no designadas. Todas las rutas habilitadas están correctamente señalizadas.

  • 🚶‍♂️ Nunca bajarse del vehículo salvo en zonas especialmente permitidas (miradores, hides o áreas de picnic).

  • 🕒 Horarios obligatorios: cumplir con los horarios de ingreso y cierre del parque es obligatorio. Las multas por salir tarde son de 500 ZAR.

  • 🏕️ Check-in y check-out: se realiza a partir de las 14:00 y hasta las 09:00 respectivamente. Si llegás antes, podés adelantar los trámites administrativos.

  • 🦠 Zona de malaria: el Kruger está dentro de zona endémica, por lo que es muy importante consultar con un médico antes del viaje.

  • 🐾 No alimentar a los animales: hacerlo puede alterar su comportamiento natural y, en casos graves, puede llevar a que deban ser sacrificados por razones de seguridad.

  • 🔥 Prohibido hacer fuego o fumar fuera de las zonas habilitadas.

  • 🐶 No se permite el ingreso de mascotas.

  • 🔫 Declaración obligatoria de armas si llevás alguna.


Y por último, pero no menos importante: sé un turista responsable. Estás en un ecosistema protegido, hogar de especies en estado vulnerable. Actuar con conciencia y respeto es fundamental para que lugares como el Kruger sigan existiendo y puedan ser disfrutados por las generaciones futuras.


Y ahora sí… comienza la verdadera aventura. Te compartimos nuestro itinerario día por día dentro del Parque Nacional Kruger, con todos los detalles, avistamientos, rutas recorridas y consejos prácticos que pueden ayudarte a planear tu safari soñado.


🐘 Día 1 – Bienvenidos al Kruger: elefantes en Olifants.


Alrededor de las 09:30 hs ingresamos por la Phalaborwa Gate al Parque Nacional Kruger, cargados de emoción y sin saber muy bien qué esperar. En principio tomamos la ruta principal rumbo a nuestro primer alojamiento, Olifants Camp, pero al poco andar algo nos tentó a salirnos del camino trazado y tomar una ruta alternativa de ripio. Una decisión impulsiva que resultó mágica.


Apenas doblamos, una familia de elefantes apareció a pocos metros del auto. Nos quedamos en silencio, con lágrimas en los ojos. Hay algo profundamente conmovedor en ver a estos gigantes en libertad, sin cercas, sin estructuras, simplemente siendo parte del paisaje. Fue un momento que se nos quedó grabado para siempre.


Elefantes en Olifants
Elefantes en Olifants

Después de media hora contemplando esa escena, retomamos el camino principal. En el trayecto al campamento nos cruzamos con un búfalo solitario, decenas de monos y, por supuesto, los omnipresentes impalas, tan elegantes y ligeros que parecen flotar entre los arbustos.



A las 11:30 hs llegamos a nuestro bungalow en Olifants, y no podríamos haber elegido mejor. Para nosotros, esta es la mejor opción para alojarse dentro del parque: unidades independientes con baño privado, aire acondicionado y una pequeña parrillita que nos devolvió el ritual del asado tras semanas de abstinencia.


Algunos bungalows tienen cocina privada completa, mientras que otros cuentan con cocinas comunes al aire libre. Dato curioso: los refrigeradores y alacenas están protegidos con rejas, una precaución necesaria para mantener alejados a los visitantes inesperados algo que entenderíamos más adelante.


🛏️ El precio aproximado por noche es de 1500 ZAR para dos personas.


Almorzamos en el restaurante del campamento y allí conocimos una herramienta fundamental para moverse dentro del Kruger: el mapa de avistamientos. Todos los campamentos tienen dos tableros, uno con los avistamientos del día anterior y otro actualizado en tiempo real. Los visitantes marcan en ellos dónde vieron animales, lo que ayuda muchísimo a planificar las rutas. Por eso es clave contribuir al volver de recorrer.


Después de hacer unas compras rápidas en el minimercado a las 14:30 hs volvimos a salir, sabiendo que debíamos estar de regreso antes de las 17:30 hs para evitar la multa de 500 ZAR. En las salidas de tarde conviene no alejarse demasiado, ya que el Kruger no perdona los retrasos y el tráfico inesperado (como una manada de elefantes cruzando la ruta a su ritmo) es algo común.


Esa tarde fue la primera vez que vimos cebras en libertad, una mamá elefante con su cría, y un enorme y majestuoso baobab, símbolo de África que nos hizo pensar en Madagascar, un viaje que tuvimos que postergar. También nos asomamos a un cauce de río seco, donde descansaban nuestros primeros hipopótamos y algunos cocodrilos.



Con el corazón lleno, regresamos al campamento y cerramos el día bajo un cielo estrellado que difícilmente olvidaremos. Háganse el regalo de contemplar uno de los cielos más estrellados que veran en su vida. Si pasan la noche en el Kruger, no se lo pierdan: apaguen todo y miren hacia arriba.


🐒 Día 2 – Desayuno robado y jirafas inolvidables


Al día siguiente, a las 07:30 hs ya estábamos en el auto rumbo a uno de los miradores del parque para desayunar. En algunos puntos específicos está permitido bajar del vehículo para hacer picnic, y allí nos detuvimos con nuestro termo y unas galletitas.


Estábamos grabando un video de unos hipopótamos cuando, sin previo aviso, un babuino apareció de la nada, nos robó el paquete de galletitas entero y se trepó a un árbol para comérselas delante nuestro, una por una. Aprendizaje del día: nunca pierdas de vista tu comida en el Kruger. Los monos están siempre al acecho.


Con el estómago vacío pero el espíritu intacto, seguimos explorando y nos metimos nuevamente por una ruta alternativa de tierra. Y entonces, como si el parque quisiera compensarnos, apareció un grupo de más de veinte jirafas. Qué animal más elegante y fascinante. Nos quedamos un largo rato observándolas caminar en cámara lenta.



Volvimos al campamento a almorzar y por la tarde salimos nuevamente, aunque esta vez sin demasiada suerte. Decidimos volver temprano para preparar un asadito. 


🙈 El gran error: nunca subestimes a los monos


Esa noche cenamos felices. Pero cometimos un error de novatos: tiramos los restos del asado en el tacho de basura del bungalow, que no está tan protegido como los tachos comunitarios. A las 07:00 hs del día siguiente, empezamos a escuchar ruidos. Pensamos que era el personal del parque retirando la basura, pero al abrir la puerta nos llevamos una sorpresa: una familia de monos había entrado al patio, abierto el pestillo del refrigerador y estaban comiéndose nuestra comida como si fuera un festín.

En menos de 24 horas habíamos sido robados dos veces por monos y aprendimos dos lecciones muy valiosas. No pierdas de vista tu comida y no tires restos de comida (y sobretodo proteinas) en los tachos privados.


Así nos despedimos de Olifants Camp, agradecidos por todo lo vivido y listos para continuar hacia Satara, nuestro siguiente campamento, con el corazón lleno de naturaleza, respeto y experiencias que vamos a recordar por siempre.


Días 3 y 4 – Rumbo a Satara: entre aves exóticas, hienas y... ¡los reyes del Kruger!


Después de despedirnos de Olifants, tomamos la carretera H1-4, una ruta asfaltada muy popular por sus buenos registros de avistamientos, especialmente de grandes felinos. Sin embargo, la fauna es impredecible y ese día la suerte no estuvo del todo de nuestro lado. En el camino avistamos ñus, cobos de agua y una hermosa variedad de aves exóticas, entre ellas el Calao de Pico Amarillo y el Calao Terrestre, este último en peligro de extinción y cada vez más difícil de encontrar en estado salvaje.



Al mediodía llegamos al campamento de Satara, dejamos nuestras cosas en el bungalow y, tras un breve descanso, salimos nuevamente por la tarde con la esperanza renovada de cruzarnos con algún felino. Aunque parecía que la historia se repetiría, justo cuando volvíamos algo frustrados, una hiena enorme cruzó la ruta delante de nosotros para luego desaparecer entre los matorrales. Un cierre inesperado y emocionante para nuestro tercer día en el Kruger.


🦁 Madrugar sí vale la pena: el día de los leones


Dicen que “a quien madruga, Dios lo ayuda”... y en el Kruger, la naturaleza también. El cuarto día arrancó con el despertador sonando a las 05:30 hs, y apenas se abrieron las puertas del campamento a las 06:00 hs, ya estábamos listos, termos en mano, para comenzar nuestra jornada.


Confiando en el instinto, decidimos salirnos de la carretera principal. Solo 15 minutos más tarde, al costado de la ruta, bajo la sombra de un árbol solitario, vimos a nuestra primera leona. Nos quedamos quietos, desayunando dentro del auto y observándola en absoluto silencio durante más de una hora. Fue uno de esos momentos donde el tiempo se detiene.


Leona en la sabana de Satara
Leona en la sabana de Satara

Continuamos camino y, un poco más adelante, otras dos leonas se escondían entre los matorrales, resguardándose del sol. Estábamos eufóricos. Por la tarde, cuando ya creíamos haber vivido suficiente emoción por un día, una manada de nueve leones apareció caminando con total tranquilidad alrededor de los autos. Una escena digna de documental, vivida en primera persona, con el corazón en la garganta.


Así terminamos nuestro día en Satara, sin dudas uno de los mejores lugares del parque para avistar grandes felinos. Para nosotros, ese día confirmó el famoso apodo de la zona: “la tierra de los leones”.


🛣️ Carreteras destacadas en esta zona del Kruger


Si tu objetivo son los grandes felinos (y, seamos honestos, ¿quién no quiere verlos?), tomá nota de estas rutas clave en la región de Satara:


  • H10 (asfaltada): conecta Lower Sabie con Satara. Es una de las rutas más fructíferas para avistar leones y chitas.

  • S100 (no asfaltada): corre paralela al río N’wanetsi y es famosa por los encuentros con felinos. Además, cuenta con varios miradores a lo largo del camino.

  • S41 (no asfaltada): perfecta para hacer un loop desde la S100, sumando variedad de paisajes y mayor posibilidad de encuentros.

  • H7 (asfaltada): otra ruta excelente para ver depredadores, especialmente durante las primeras horas del día.


🐾 Lower Sabie: la gran despedida (y el mejor regalo de cumpleaños)


Para cerrar nuestra inolvidable experiencia en el Parque Nacional Kruger, y también para celebrar un cumpleaños muy especial, nos dirigimos a la zona suroriental del parque: Lower Sabie.


Ubicado al norte de la puerta de Crocodile Bridge, este sector es especialmente popular por el río Sabie, una fuente de vida para gran parte de la fauna del parque. Su presencia convierte a esta zona en uno de los mejores puntos para avistar elefantes, hipopótamos, leones y leopardos, todo dentro de un entorno natural de una belleza salvaje única. Para nosotros, junto con Satara, Lower Sabie fue el lugar donde más escenas memorables vivimos.




🌒 Safari nocturno: la magia de la oscuridad


Aquí también decidimos hacer realidad uno de nuestros mayores anhelos: vivir un safari guiado, también conocido como game drive, en sus versiones nocturna y al amanecer.

La primera salida fue al atardecer, de 17:30 a 20:30 hs. Y fue simplemente increíble.


Mientras el sol caía lentamente y teñía de dorado la sabana, vimos hienas patrullando los caminos, y finalmente, el que se nos venía escapando… ¡un leopardo! Sigiloso, elegante y majestuoso, descansaba bajo un árbol con una tranquilidad hipnótica. La escena se completó con un búho posado en una rama, dándonos una postal nocturna difícil de olvidar.



🌄 Amanecer con los grandes felinos


A la mañana siguiente, decidimos despedirnos del parque a lo grande: otro game drive, esta vez al amanecer. A las 04:30 hs, abrigados hasta el cuello y con el café bien caliente en el termo, subimos nuevamente al jeep mientras el cielo todavía dormía.


Pocos minutos después de arrancar, ya fuimos recompensados por el madrugón: una manada de veinte leones descansando sobre el asfalto. Silencio total. El guía detuvo el vehículo y nos quedamos contemplando esa escena congelados. Fue uno de los momentos más mágicos de todo el viaje. Ala escena se sumo una hiena curiosa que fue rápidamente espantada por una de las leonas que no estaba dispuesta a compartir su espacio.


A modo de despedida cuando creíamos que ya no podíamos pedir más, volvió a aparecer: otro leopardo, esta vez mucho más cerca de la ruta, regalándonos unos segundos eternos de encuentro.




🌍 Nuestra conclusión


No hay palabras que puedan hacerle justicia a lo vivido en el Kruger National Park. Para nosotros, fue una de las mejores experiencias de nuestras vidas, un verdadero privilegio poder recorrer sus caminos, convivir con su fauna y sentir la naturaleza en su estado más puro.


Aunque no tuvimos la suerte de ver rinocerontes, sabemos lo afortunados que fuimos de poder avistar tantos otros animales en libertad, en su hábitat natural, y de vivir momentos que se quedarán grabados en nuestra memoria para siempre.


Si estás dudando si incluir el Kruger en tu itinerario por Sudáfrica, no lo pienses más: vas a recordarlo toda la vida.


Dejamos atrás la sabana y emprendimos nuestro regreso al aeropuerto de Johannesburgo. Desde allí, un nuevo vuelo nos esperaba rumbo a Ciudad del Cabo, para comenzar la segunda etapa de nuestro viaje por este país fascinante.

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