Itinerario 2 semanas por Egipto
- Jen y Licha

- 10 ago
- 33 Min. de lectura
Actualizado: 4 sept
Desde que tenemos memoria, Egipto figuraba en nuestra lista de destinos soñados. Sin embargo, por distintos motivos, siempre terminaba quedando en pausa. Finalmente, después de mucho investigar, leer blogs y ver videos en YouTube, nos animamos a emprender esta gran aventura. Y ahora queremos compartir con ustedes todo lo que necesitan saber para disfrutar de este país fascinante que, sin dudas, deja una huella imborrable en cada viajero.
Egipto es esa joya que conecta el noreste de África con Medio Oriente, un país cargado de historia y misticismo, que nos transporta al período de los faraones. Sus monumentos milenarios, custodiados por el fértil valle del Nilo, son simplemente impactantes: desde las imponentes pirámides de Giza y la majestuosa Esfinge, hasta las tumbas del legendario Valle de los Reyes y el Templo de Karnak, cubierto de jeroglíficos que parecen susurrar historias del pasado.
La vibrante ciudad de El Cairo sorprende con su mezcla de caos y encanto, donde conviven mezquitas otomanas como la de Muhammad Alí y el imperdible Museo Egipcio, un verdadero cofre de tesoros ancestrales. Y si pensabas que Egipto era solo historia, esperá a descubrir sus costas sobre el mar Rojo: el contraste entre el dorado del desierto y las aguas turquesas es simplemente alucinante.
Sabemos que, a veces, Egipto puede parecer un destino desafiante. Por eso queremos compartir nuestra experiencia, para que te animes a explorarlo por vos mismo y descubras que este país tiene muchísimo más para ofrecer de lo que alguna vez imaginaste.
RANKING DE LUGARES
Valle de los Reyes
Templo de Luxor
Pirámides de Giza
Abu Simbel
Templo de Karnak
Templo de Hatsetsup
Templo de Edfu
Templo de Filae
Templo de Kom Ombo
Museo Egipcio
Hurghada

EL CAIRO
Después de un viaje bastante caótico, con escala en España desde Marruecos, justo el mismo día del famoso apagón europeo (sí, nuestra suerte nos acompañaba), finalmente llegamos a Egipto, bien entrada la noche. El recibimiento fue tan intenso como se esperaba de una ciudad como El Cairo.
Apenas aterrizamos, lo primero que hicimos fue comprar una SIM card en el aeropuerto para tener internet desde el primer momento. Luego, presentamos nuestras visas electrónicas, tramitadas previamente online, y nos lanzamos a la aventura de conseguir un transporte Y ahí empezó el verdadero reto.
Mientras una nube de taxistas nos ofrecía sus servicios a viva voz, intentábamos pedir un UBER en medio del caos. Primer consejo de viajero: evitá tomar taxis si podés. Los precios suelen ser mucho más altos, y muchas veces terminan "ajustándose" sobre la marcha según el conductor. En cambio, UBER funciona bastante bien en Egipto, pero ojo: no pongas tu tarjeta, pagá en efectivo. A nosotros nos cobraron un viaje que nunca ocurrió porque el conductor jamás apareció. Así que ya sabés, mejor prevenir.
Después de un buen rato de maniobras y paciencia, logramos salir del aeropuerto rumbo a nuestro alojamiento, ubicado cerca del río Nilo y de la emblemática Plaza Tahrir. Esta zona es una excelente elección para hospedarse: es segura, bien conectada y está rodeada de muy buenos restaurantes.
Esa noche caímos rendidos, pero a las 7 de la mañana el incesante tráfico de El Cairo se encargó de despertarnos. Y cuando decimos incesante, no exageramos. Salimos a la calle y tardamos 15 minutos en cruzar una avenida, hasta que un amable local se apiadó de nosotros y nos ayudó. El Cairo es una ciudad apasionante pero también desafiante. No en vano es la capital más grande, caótica y poblada del continente africano.
Y no te llevará mucho tiempo notarlo: aquí los semáforos parecen meros adornos urbanos y cruzar una calle puede sentirse como un acto de fe. Aunque solemos disfrutar mucho caminando por las ciudades, en este caso El Cairo fue la excepción. Decidimos volver a usar UBER (esta vez con éxito) para movernos hacia nuestro primer destino turístico.
1.CIUDADELA DE SALADINO
Ubicada en lo alto de la colina de Mokattam, la imponente Ciudadela de Saladino fue nuestro punto de partida para comenzar a explorar El Cairo. Y qué gran acierto: este lugar no solo es uno de los más bonitos y emblemáticos de la ciudad, sino también un verdadero viaje al corazón de la historia egipcia.
Construida en 1176 por orden de Saladino para defender la ciudad de los ejércitos cruzados, esta antigua fortaleza de robustos muros y torres majestuosas fue durante casi siete siglos el centro del poder en Egipto, desde el siglo XIII hasta bien entrado el XIX.
Dentro de la ciudadela, cada rincón guarda una historia. La elegante Mezquita al-Nasir, con sus minaretes cubiertos de azulejos, el Palacio Gawhara de estilo otomano, la tumba de Mohammed Ali, el misterioso Pozo de Yusuf, y por supuesto, la joya del recinto: la Mezquita de Muhammad Alí. Este último edificio, con su cúpula central y sus altísimos minaretes, es simplemente espectacular.
Desde lo alto, las vistas panorámicas de El Cairo son impresionantes. Ver la ciudad extendiéndose hasta donde alcanza la vista, con el polvo dorado del desierto y los minaretes recortando el cielo, es una de esas postales que no se olvidan.
La entrada cuesta 180 EGP (aproximadamente unos 3,5 USD) y te da acceso a todos los monumentos mencionados. Consejo viajero: recordá respetar el código de vestimenta, especialmente si querés ingresar a las mezquitas. Es necesario cubrirse el cabello, los hombros y las rodillas.
2.MEZQUITA DE MOHAMED ALI
Dentro del complejo de la Ciudadela, uno de los lugares que más deslumbra es la Mezquita de Muhammad Alí, también conocida como la Mezquita de Alabastro por el elegante material que recubre sus paredes, tanto en el exterior como en su interior. Esta joya arquitectónica fue construida entre 1830 y 1848, inspirada en las grandes mezquitas otomanas como la icónica Santa Sofía de Estambul.
Ubicada estratégicamente en lo más alto de la Ciudadela, la mezquita fue mandada a construir por Muhammad Alí en honor a su hijo mayor, fallecido prematuramente. Hoy en día, es uno de los templos más impresionantes de El Cairo, y no solo por su historia, sino por su belleza.
Al ingresar, te recibirán una sala de oración decorada con mosaicos brillantes, piedras preciosas, alfombras persas y una enorme lámpara que cuelga bajo la inmensa cúpula central. En el patio, destaca una fuente y el famoso reloj que fue un regalo del rey Luis Felipe I de Francia, intercambiado por el obelisco del Templo de Luxor que hoy adorna la Plaza de la Concordia en París.
Te recomendamos entrar, quitarte los zapatos, sentarte en el suelo y mirar hacia arriba. Desde allí, bajo la imponente bóveda, es fácil olvidarse por un momento del bullicio de El Cairo y simplemente dejarse llevar por la paz del lugar. Además, en su interior descansan los restos del propio Muhammad Alí, lo que añade aún más valor histórico y simbólico a la visita.

3.PARQUE AL AZHAR
Después de explorar la majestuosa Ciudadela de Saladino, decidimos seguir a pie rumbo a nuestro siguiente destino: el Parque Al-Azhar. Aunque la caminata de unos 15 minutos bajo el sol fue todo un desafío, te aseguramos que valió la pena. Este parque es el complemento perfecto para seguir descubriendo El Cairo desde otro ángulo, más relajado.
Considerado uno de los grandes pulmones verdes de la ciudad, el Parque Al-Azhar es un verdadero oasis en medio del caos urbano. Sus senderos bien cuidados invitan a pasear sin prisa, mientras que sus bancos a la sombra y los amplios espacios de césped son ideales para hacer una pausa y disfrutar del entorno.
Acá podés sentarte a tomar un té con menta junto al lago, observar la vida cotidiana de los locales, o incluso hacer un picnic con vistas a la Ciudadela que acabas de visitar. También cuenta con tres restaurantes donde podés comer algo con más comodidad.
En nuestro caso, aprovechamos para probar nuestro primer shawarma en uno de los puestos del parque. Fue el cierre perfecto para una mañana intensa. Además, desde varios puntos del parque, se obtienen panorámicas increíbles de El Cairo, con los minaretes asomando entre la bruma y la ciudadela recortándose contra el cielo.
Una parada ideal para recargar energías y seguir explorando esta vibrante ciudad con otros ojos.

4.BAZAR DE JAN EL - JALILI
Con la falsa confianza de quienes creían haber salido airosos de los mercados marroquíes, nos lanzamos a descubrir el famoso (y eterno) Bazar de Jan el-Jalili, uno de los imperdibles de El Cairo. Este mercado, con más de seis siglos de historia, nació en 1382 como un caravasar, un lugar de descanso para las caravanas de comerciantes que cruzaban el desierto. Con el tiempo, se transformó en el gran laberinto de tiendas que es hoy en día.
Recorrer sus callejuelas es una experiencia sensorial: los aromas a especias, los colores vibrantes de las telas y alfombras, el brillo de las lámparas y objetos de cobre, el bullicio constante de los vendedores, todo parece sacado de un cuento de Las mil y una noches hasta que llega la parte del regateo.
Y ahí es donde volvemos a la realidad. Si bien hay souvenirs típicos, perfumes, productos de cuero, alabastro y hasta imitaciones de marcas por doquier, es importante saber que los precios están infladísimos y que el regateo es parte del juego. Así que prepárate para negociar (o al menos intentarlo) con una sonrisa y mucha paciencia.
A decir verdad, aunque el bazar es un clásico que hay que conocer, para nosotros la experiencia fue algo abrumadora. Después de unos minutos de ser abordados por vendedores desde todos los ángulos, decidimos retirarnos antes de lo previsto. Quizás porque ya veníamos con el “training” completo tras pasar por los zocos de Marruecos, no nos sorprendió tanto como esperábamos.
Eso sí, si es tu primera vez en un mercado árabe, sin duda será un paseo inolvidable.
Horario de visita: todos los días de 9:30 a 24:00 hs.
5.GASTRONOMÍA
Para cerrar nuestro primer día en El Cairo a lo grande, nos fuimos a cenar a Tasha Restaurante y fue tal el festín, que al día siguiente volvimos sin pensarlo dos veces. Por amor a Allah, qué maravilla de sabores. La comida egipcia nos conquistó desde el primer bocado, y este lugar fue el culpable.
Te contamos cuáles son los platos que no podés dejar de probar, tanto en este restaurante como en tu paso por Egipto:
⭐ Koshari: nuestro gran favorito. Un clásico de la cocina callejera egipcia que combina arroz, pasta, lentejas, garbanzos, cebolla frita crujiente y una irresistible salsa de tomate picante. Suena raro, pero es una explosión de sabor que sorprende.
⭐ Baba Ganoush: pedilo con pan pita recién horneado y preparate para un viaje de tus papilas gustativas . Esta crema de berenjena ahumada, ajo y tahini es simplemente de otro planeta.
⭐ Mahshi: verduras horneadas (como morrones, zucchinis, berenjenas) rellenas de arroz con hierbas aromáticas. Nosotros nos enamoramos del mahshi de hojas de parra: suave, perfumado y sabrosísimo.
⭐ Fatteh: ideal para cerrar con algo contundente. Lleva pollo (aunque también puede ser de ternera), arroz, ajo, yogur y capas de pan seco mojado en caldo. Un plato tradicional y reconfortante.
¿Lo mejor de todo? Comimos como reyes por menos de 5 USD. Así que si están por El Cairo, sigan nuestro consejo y dense una vuelta por Tasha Restaurante. No se van a arrepentir y probablemente también terminen repitiendo.
6.PIRÁMIDES DE GIZA
Probablemente uno de los grandes motivos que lleva a cualquier viajero a pisar suelo egipcio sea este y no es para menos. A tan solo 15 kilómetros de El Cairo se encuentran las Pirámides de Giza, la última maravilla del mundo antiguo que aún sigue en pie, y un símbolo indiscutible de Egipto.
Construidas alrededor del año 2500 a.C., este conjunto monumental está formado por tres impresionantes pirámides que albergan las tumbas de los faraones Keops, Kefrén y Micerinos. Según las creencias del Antiguo Egipto, estas construcciones reflejaban la luz del sol y permitían a los faraones ascender hacia la eternidad y alcanzar un lugar entre los dioses.
Verlas por primera vez es una sensación difícil de describir. Desde cada ángulo, cada sombra, cada rayo de luz que las recorre, estas estructuras milenarias imponen respeto y admiración. Tenés también la opción de ingresar a su interior pagando un extra:
🔸 Gran Pirámide de Keops: 400 EGP
🔸 Pirámides de Kefrén y Micerinos: 100 EGP cada una
Nosotros elegimos no hacerlo. Escuchamos comentarios poco alentadores de otros viajeros que salían decepcionados, así que preferimos dedicar ese tiempo a recorrerlas desde el exterior y disfrutar de su imponencia.
Muy cerca de la pirámide de Kefrén se encuentra otro ícono egipcio: la Gran Esfinge, con sus 20 metros de altura y ese perfil enigmático que la ha convertido en uno de los símbolos más fotografiados del país.
🚌 ¿Cómo llegar? Desde El Cairo se puede llegar fácilmente en Uber por unos 150 EGP. Eso sí, recomendamos ir bien temprano para evitar las multitudes de turistas y las altas temperaturas del mediodía.
🎟 Entrada al recinto: 240 EGP
🕘 Horario: todos los días de 8:00 a 17:00 hs
💡 Consejo viajero: lamentablemente, la experiencia en Giza puede verse afectada por el comportamiento invasivo de algunos vendedores locales. Muchos se ofrecen amablemente a tomarte una foto o regalarte souvenirs, pero luego exigen dinero de forma insistente e incluso agresiva. Esto fue algo que nos incomodó bastante y, para ser honestos, nos dejó un sabor agridulce. Por eso, aconsejamos no interactuar con los vendedores ni aceptar "ayudas" espontáneas, por más simpáticas que parezcan al principio.
Otro tema delicado (pero necesario de mencionar) es el uso de camellos y caballos para trasladarse dentro del complejo. La mayoría de los animales están visiblemente maltratados y en condiciones de salud preocupantes. Nos resultó muy doloroso ver esa realidad y por eso desaconsejamos totalmente su uso. Es una manera de respetar no solo a los animales, sino también a la historia que vinimos a admirar.
Dicho esto, a pesar de las dificultades, ver las pirámides con tus propios ojos es una experiencia única en la vida. Siguiendo algunos consejos prácticos y con expectativas realistas, se puede disfrutar de uno de los lugares más emblemáticos del planeta. Ahora sí te contamos cómo fue nuestro recorrido y nuestras impresiones personales.
A.TEMPLO DEL VALLE DE KEFRÉN
Nuestro recorrido por el complejo de Guiza comenzó en un lugar menos conocido pero absolutamente fascinante: el Templo del Valle de Kefrén. Este tipo de templos se construía junto a las pirámides y cumplía la función de entrada ceremonial al recinto funerario del faraón.
El templo que se encuentra junto a la Pirámide de Kefrén es especialmente interesante, ya que permaneció oculto bajo la arena hasta el siglo XIX, lo que ha permitido que se conserve en un estado sorprendentemente bueno. Caminar por sus pasillos silenciosos, rodeados de enormes muros de piedra y filas de columnas perfectamente alineadas, es como retroceder miles de años en el tiempo.
Las dimensiones del lugar son realmente imponentes y, aunque no siempre figura entre lo más visitado del complejo, vale muchísimo la pena entrar antes de llegar a la Esfinge. Desde aquí, además, podés sacarte una de las postales más típicas de Egipto: esa foto con la Esfinge de fondo, enmarcada por las piedras milenarias del templo.
B.LA ESFINGE
Con cabeza de faraón y cuerpo de león, la Gran Esfinge de Giza es, sin lugar a dudas, una de las figuras más enigmáticas y cautivadoras del Antiguo Egipto. Rodeada de mitos y simbolismos, ha fascinado a viajeros, historiadores y arqueólogos durante siglos. Según la leyenda, la Esfinge interrogaba a quienes se le acercaban y, si no daban la respuesta correcta tenían su muerte asegurada. No por nada se la considera una criatura de sabiduría, misterio y poder.
La de Giza es la más grande y famosa del país, y probablemente del mundo. Tallada directamente en la roca caliza del lugar, mide alrededor de 20 metros de altura y casi 60 metros de largo. Aunque el paso del tiempo le ha borrado algunos rasgos, se cree que su rostro representa al faraón Kefrén, cuya pirámide se alza justo detrás, como si ella misma la custodiará desde hace más de 4.500 años.
Según los egiptólogos, la Esfinge fue construida alrededor del año 2.500 a.C., durante la dinastía IV, y formaba parte del complejo funerario de Kefrén. A lo largo de la historia, ha sido parcialmente enterrada por la arena en múltiples ocasiones, lo que ayudó, en parte, a su conservación. No fue hasta el siglo XIX que comenzaron los trabajos sistemáticos para desenterrarla por completo.
Ubicada justo frente al Templo del Valle de Kefrén, su presencia es poderosa.
C.KEFRÉN
La Pirámide de Kefrén, construida para el faraón sucesor de Keops (su hijo), es una de las joyas del complejo de Giza y uno de los grandes imprescindibles en cualquier viaje a Egipto. Aunque no es la más alta, muchos visitantes la confunden con la Gran Pirámide de Keops por una simple razón: su ubicación sobre una meseta ligeramente más elevada y su excelente estado de conservación le otorgan una presencia aún más imponente.
Originalmente alcanzaba los 143,5 metros de altura, aunque hoy mide 136 metros debido a la pérdida de su revestimiento superior. Sin embargo, es la única de las tres grandes pirámides que todavía conserva parte de su revestimiento original de piedra caliza blanca pulida en el vértice. Este detalle es fundamental para imaginar cómo debieron lucir en su época dorada: auténticos colosos resplandecientes que reflejaban la luz del sol como si fueran faros sagrados en medio del desierto.
Kefrén, también conocido como Jafra, gobernó durante la Dinastía IV, en el siglo XXVI a.C. Bajo su reinado se construyó no solo esta pirámide monumental, sino también la Gran Esfinge, como antes comentábamos que probablemente representa su rostro.
Una de las mejores vistas se obtiene desde el lado sur, donde se puede apreciar con claridad la cúspide aún revestida y la ilusión óptica que hace que esta pirámide parezca más alta que la de Keops, aunque en realidad no lo sea.
Si estás explorando las pirámides, no dejes de contemplar esta maravilla desde todos sus ángulos. Es una lección viva de ingeniería, astronomía y poder faraónico que ha resistido al tiempo durante más de 4.500 años.
D.LA GRAN PIRÁMIDE DE GIZA - KEOPS
Y por fin llegamos a la estrella absoluta de Giza: la Pirámide de Keops, también conocida como la Gran Pirámide. Con sus 146 metros de altura originales (hoy mide unos 138 m debido a la pérdida de su revestimiento exterior), es la más grande, la más antigua y la más enigmática de todas las pirámides egipcias.
Construida alrededor del año 2.570 a.C. durante la Dinastía IV por orden del faraón Keops (Jufu, en egipcio), fue diseñada para ser su tumba, aunque hasta hoy no se ha encontrado ni su momia ni su sarcófago original, lo que alimenta aún más el halo de misterio que la envuelve. Este coloso está compuesto por más de 2,3 millones de bloques de piedra, algunos de los cuales pesan hasta 15 toneladas. Lo más asombroso es que nadie sabe con certeza cómo fue construida. Existen decenas de teorías,desde rampas helicoidales hasta intervención extraterrestre, pero la verdad sigue siendo uno de los grandes enigmas de la humanidad.
Es la más antigua de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo y la única que sigue en pie. Un dato que impacta cuando estás allí, parado frente a semejante obra que ha resistido más de 4.500 años de historia, invasiones, terremotos y el paso del tiempo.
Se calcula que su construcción habría llevado entre 20 y 30 años y que trabajaron miles de obreros, artesanos y arquitectos. Durante siglos fue el edificio más alto del mundo, hasta la construcción de la Catedral de Lincoln en Inglaterra, en el siglo XIV.
Cuando estés frente a ella, tómate tu tiempo. Caminá alrededor, observá cada ángulo y déjate maravillar por el tamaño, la precisión y la energía que emana.
E.MICERINOS
Para cerrar nuestro recorrido por la meseta de Giza, llegamos a la tercera del conjunto: la Pirámide de Micerino, también conocida como la Pirámide de Menkaura. Aunque es la más pequeña de las tres grandes pirámides, con tan “solo” 62 metros de altura original (hoy unos 65 m con la base) su encanto y elegancia no pasan desapercibidos.
Micerino fue el hijo de Kefrén y nieto de Keops, lo que confirma que estas tres maravillas fueron construidas por tres generaciones consecutivas de faraones durante la Dinastía IV del Imperio Antiguo, en un periodo sorprendentemente corto de tiempo: entre 2.600 y 2.500 a.C.
A diferencia de sus predecesoras, esta pirámide fue recubierta parcialmente con granito rojo de Asuán, un material mucho más costoso y difícil de trabajar que la piedra caliza usada en las otras dos. Esta elección posiblemente buscaba transmitir un mensaje de poder, o quizás Micerino quiso marcar su propia huella arquitectónica.
Un dato curioso (y triste): en el siglo XII, el hijo del famoso sultán Saladino intentó desmantelar las pirámides para reutilizar sus bloques de piedra. La que eligieron para comenzar fue justamente esta, por ser la más pequeña. Pero tras meses de arduo trabajo, apenas lograron dañar una pequeña parte de la cara norte y el plan fue abandonado. Hoy todavía se puede ver esa gran hendidura en uno de sus costados, como testimonio de ese intento fallido.
Aunque no tenga la imponente altura de Keops ni el aura mística de Kefrén, la Pirámide de Micerino tiene una belleza serena y única, y es el broche perfecto para este viaje al corazón de una de las civilizaciones más fascinantes de la historia.
7.MUSEO DEL CAIRO
Para cerrar nuestra estadía en El Cairo, decidimos despedirnos a lo grande visitando uno de los museos más importantes del mundo: el Museo Egipcio. Aunque en 2024 se inauguró el tan esperado Gran Museo de Egipto (GEM), ubicado cerca de las Pirámides de Giza, todavía gran parte de los tesoros originales permanecen en su sede histórica de la Plaza Tahrir.
Eso sí, es importante tener en cuenta que muchos objetos están siendo trasladados al GEM, por lo que con el tiempo el Museo Egipcio irá vaciándose progresivamente. A mayo de 2025, aún conserva la mayor parte de las reliquias, pero recomendamos verificar el estado actual de cada colección antes de elegir cuál visitar.
La mudanza no solo implicó el traslado de piezas: también impactó en el mantenimiento general del museo. Aunque todavía alberga algunas de las joyas más valiosas del Antiguo Egipto, su aspecto ha decaído un poco. Aun así, sigue siendo un lugar fascinante y cargado de historia. El GEM, por su parte, promete convertirse en el museo más grande del mundo dedicado a una sola civilización, con más de 100.000 piezas en exposición, incluida la colección completa del Tesoro de Tutankamón… aunque, al día de hoy, esta colección aún permanece en la sede original.
Por ahora, seguimos recomendando visitar el Museo Egipcio tradicional, pero es fundamental estar atentos a las novedades.
🎟 Entrada: 450 EGP para el Museo Egipcio, y 1.200 EGP para el GEM (que actualmente no expone los tesoros de Tutankamón).
🕘 Horario: abierto todos los días de 9:00 a 17:00 hs.
Ubicado en la emblemática Plaza Tahrir, el Museo Egipcio fue inaugurado en 1902 con un estilo neoclásico pensado para resguardar los tesoros más preciados del país. Sin embargo, fue en 1922, con la incorporación de las 3.500 piezas del Tesoro de Tutankamón, cuando se convirtió en uno de los museos más visitados de Egipto y del mundo. Con los años, la colección se fue enriqueciendo gracias a la recuperación de piezas robadas o expoliadas durante las guerras, muchas de las cuales estaban en museos extranjeros o colecciones privadas.
Además del tesoro intacto hallado en la tumba de Tutankamón —incluyendo su icónica máscara funeraria—, el museo alberga auténticas joyas del Antiguo Egipto:
🔹 El Escriba Sentado
🔹 La Estatua de Zoser
🔹 La Paleta de Narmer
🔹 La Triada de Micerino
🔹 La figura de Akenatón
Con más de 100.000 objetos en exposición —desde el período predinástico hasta la época grecorromana—, este museo ofrece un recorrido imprescindible para quien desee comprender la riqueza y complejidad de la civilización egipcia. Esculturas, pinturas, papiros, momias, joyas y elementos funerarios conforman la colección de antigüedades egipcias más grande del mundo.
El Museo Egipcio de El Cairo no es solo una visita cultural: es una puerta de entrada a miles de años de historia, un verdadero ícono del patrimonio egipcio que, a pesar del paso del tiempo y los cambios por venir, sigue siendo un imprescindible en tu viaje por la capital egipcia.
HURGHADA
Desde El Cairo nos lanzamos a la aventura en busca de playa y descanso, y Hurghada fue el destino elegido. Partimos desde la terminal de Plaza Tahrir y compramos nuestros pasajes con GoBus por 12 USD cada uno, una de las opciones más recomendadas para moverse en autobús por Egipto. Los buses están en muy buen estado, con aire acondicionado y asientos cómodos, lo que hizo que las 6 horas de viaje hasta la costa se sintieran bastante llevaderas.
Una vez en Hurghada, llegó la primera gran sorpresa del viaje: el hotel superó todas nuestras expectativas. Elegimos el Redcon Suites, ubicado a solo una cuadra de su playa privada, Eden Beach. La relación precio-calidad fue excelente y, sinceramente, fue todo un acierto.
Hurghada, junto con Sharm El Sheikh, son los dos destinos estrella sobre la costa del Mar Rojo, ideal para escapar del calor del desierto y relajarse frente al mar. Eso sí, un dato no menor: la mayoría de las playas públicas no están en las mejores condiciones, por lo que alojarse en un lugar con acceso a playa privada puede marcar la diferencia.
En nuestro caso, el hotel incluía el acceso a Eden Beach, equipada con tumbonas, restaurante y baños, todo muy cómodo para disfrutar sin tener que pagar diariamente los 150 EGP promedio que suelen costar las entradas a playas privadas con instalaciones.
Nuestro plan en Hurghada era claro: descansar, desconectarse y disfrutar del Mar Rojo sin gastar una fortuna. Y este destino nos lo permitió con creces. Si estás buscando una escapada de sol y mar en Egipto a precios accesibles, Hurghada definitivamente merece un lugar en tu itinerario.
1.MEZQUITA AL MINA
Después de pasar horas disfrutando del sol y el mar en Hurghada, decidimos cambiar de paisaje y salir a descubrir un poco de la ciudad.
Si bien el centro no es especialmente llamativo, más allá de las típicas tiendas de souvenirs y la oferta gastronómica costera, hay un lugar que realmente vale la pena visitar: la imponente Mezquita Al Mina.
Se trata de la mezquita más grande y también la más hermosa de la zona, ubicada en un enclave privilegiado junto al mar. Inaugurada en 2012, su construcción costó más de 25 millones de libras egipcias y puede albergar hasta 10.000 fieles.
Lo primero que llama la atención es su elegante arquitectura: mármol blanco, dos altísimos minaretes y nada menos que 25 cúpulas que se elevan sobre el puerto. Ya sea de día o iluminada al caer la tarde, es un espectáculo visual que no te puedes perder.
Si no coincide con el horario de rezo, puedes ingresar de forma gratuita. Eso sí, si eres mujer, tendrás que alquilar vestimenta acorde (disponible en la entrada). Desde fuera es impresionante, pero por dentro también cumple.
🕰 Horario de visita: todos los días de 12:00 a 19:00, excepto durante los servicios religiosos.
📍 Consejo viajero: si puedes, visítala al atardecer para disfrutarla con la luz dorada del final del día.

2.EXCURSIÓN A ISLAS GIFTUN
Si hay algo imperdible que hacer en Hurghada, es visitar las paradisíacas Islas Giftun. A tan solo unos kilómetros de la costa, estas dos islas hermanas te roban el aliento con su paisaje árido de inspiración desértica, rodeado por aguas turquesas cristalinas que invitan al relax y a la aventura. Muy cerca de la orilla, los arrecifes de coral desbordan vida marina, convirtiendo este rincón en un auténtico paraíso para los amantes del snorkel. Fue aquí donde, sin exagerar, tuvimos una de las experiencias más nítidas y sorprendentes al observar el fondo marino: cada detalle se percibía con una claridad impresionante.
Nosotros elegimos vivir la experiencia en la playa Hula Hula, una de las más famosas del archipiélago. La excursión fue completísima: recogida desde el hotel, travesía en lancha rápida con bebidas y frutas a bordo, paseo en banana boat, una hora de snorkel y luego tiempo libre en la isla.
El almuerzo en la isla superó las expectativas, y después disfrutamos de tres horas de tiempo libre para descansar en la arena blanca, sumergirnos en el agua tibia y dejarnos llevar por el entorno sacando mil fotos en las características hamacas en el medio del mar. Como cierre nos dieron un masaje relajante que nos dejó renovados, justo a tiempo para ver un atardecer dorado desde el barco de regreso al puerto. Y todo esto por solo 15 USD. Increíble pero real.
Eso sí, como se trata de una de las excursiones más populares de Hurghada, te recomendamos evitar los viernes y sábados, ya que son días festivos en Egipto y las playas suelen estar mucho más concurridas.
CRUCERO POR EL NILO DE LUXOR A ASWAN
Desde Hurghada volvimos a usar GoBus para trasladarnos hasta Luxor, la ciudad donde comenzamos una de las aventuras más inolvidables de nuestras vidas: el crucero por el Nilo. El trayecto duró unas 5 horas y nos costó tan solo 9 USD, un precio más que accesible para lo que vendría después.
Y ahora sí, al gran protagonista del viaje. El crucero por el Nilo fue, sin exagerar, una de las mejores experiencias que hemos vivido en todo este tiempo que llevamos viajando. Prepárate para quedar con la mente llena de historias milenarias, rodeado de templos monumentales, leyendas de dioses y faraones. Eso sí, vas a necesitar unos días después para descansar.
El itinerario es intenso, con excursiones que arrancan bien temprano, incluso antes del amanecer. Esto se hace para evitar tanto las multitudes como el calor agobiante del sur egipcio. Pero cada esfuerzo vale la pena.
Nosotros lo hicimos a través de Civitatis, y te dejamos aquí el enlace de la excursión contratada, que incluye 4 noches y 5 días navegando el mítico Nilo. La experiencia fue excelente: el paquete incluía guía en español y tuvimos la suerte de contar con Ahmed, un apasionado egiptólogo que nos llevó de la mano por el fascinante mundo del Antiguo Egipto.
Te contamos con lujo de detalles todo lo que visitamos y cómo fue vivir esta travesía mágica por el río más legendario del planeta.
DÍA 1:
El primer día a bordo del crucero por el Nilo es ideal para relajarse y recargar energías antes de lanzarse de lleno a la maratón de templos y maravillas históricas que vendrán después. Es un día tranquilo, perfecto para aclimatarse al ritmo de navegación y conocer a otros viajeros con los que probablemente compartas más de una excursión y alguna que otra anécdota.
Nos recogieron puntualmente a las 12:00 hs en nuestro hotel en Luxor y nos llevaron directo al barco para hacer el check-in y disfrutar del primer almuerzo a bordo. Desde ese momento, comenzamos a sentir la magia del Nilo.
Tuvimos mucha suerte con nuestro barco: si bien no era de lujo, estaba en excelentes condiciones y fue más que cómodo para nuestra travesía. Además, nos sorprendió gratamente que, a pesar de estar en un país musulmán, a bordo el ambiente era mucho más relajado: pudimos disfrutar de nuestra primera cerveza egipcia mientras tomábamos sol junto a la pileta.
La jornada fue libre, ideal para descansar, explorar el barco, tomar un café por la tarde con vistas al Nilo al caer el sol, y cerrar el día con una cena deliciosa. Un comienzo tranquilo, pero perfecto, para lo que sería una verdadera inmersión en el corazón del Antiguo Egipto.
DÍA 2:
El segundo día del crucero comenzó bien temprano, a las 4 de la mañana. Sí, cuesta salir de la cama a esa hora, pero créenos que vale totalmente la pena. Desayunamos con el cielo aún oscuro y partimos rumbo a uno de los sitios más impactantes de todo Egipto: el Valle de los Reyes. Una experiencia que te deja alucinado desde el primer momento.
1.VALLE DE LOS REYES
Explorar una tumba faraónica en el imponente Valle de los Reyes fue, sin duda, una de las experiencias más emocionantes que vivimos en Egipto. Situado a tan solo 10 kilómetros de Luxor, este valle desértico, oculto entre majestuosos acantilados, guarda algunos de los secretos mejor conservados del Antiguo Egipto.
Durante el Reino Nuevo (1539-1075 a.C.), este lugar se transformó en el cementerio real por excelencia. Aquí descansaron faraones, reinas, sumos sacerdotes y príncipes, todos ellos buscando protección para sus cuerpos y tesoros, convencidos de que podrían alcanzar la vida eterna.
El valle se divide en dos zonas: el Valle del Este, donde se encuentran la mayoría de las tumbas abiertas al público, y el menos accesible Valle del Oeste, también conocido como el Valle de las Reinas. Hasta hoy, los arqueólogos han descubierto más de 60 tumbas, muchas de ellas decoradas con impactantes jeroglíficos, relieves y textos funerarios que ilustran el viaje del alma del faraón hacia el más allá.
Cada tumba albergaba una cámara funeraria cuidadosamente escondida en la piedra caliza, donde reposaba la momia del difunto rodeada de objetos de gran valor: joyas, alimentos, mobiliario, incluso carros de guerra. Esto respondía a la creencia de que el alma eterna reanimaría el cuerpo y necesitaría estos bienes en su nueva vida.
Aunque los antiguos egipcios hicieron todo lo posible por ocultarlas y protegerlas de saqueadores, la mayoría de las tumbas fueron desvalijadas con el tiempo. La gran excepción fue la tumba de Tutankamón, descubierta intacta en 1922 por el arqueólogo británico Howard Carter. Este hallazgo revolucionó la arqueología mundial y sigue siendo uno de los más famosos de la historia.
Hoy en día, solo 11 tumbas están abiertas al público, y muchas de ellas rotan para su preservación. Nosotros visitamos las de Ramsés IV, Ramsés IX y Ramsés III, y quedamos maravillados por la calidad de los colores y los detalles, que se conservan impecables.
Si estás planeando tu visita, te dejamos algunos datos útiles:
-Tumba de Tutankamón: entrada adicional de 400 EGP. Aunque es pequeña y sencilla en comparación, su valor histórico es incalculable, y aquí se puede ver la momia original del joven faraón.
-Tumba de Seti I: considerada una de las más bellas y elaboradas del valle. Entrada especial de 1000 EGP.
-Tumbas de Ramsés V y VI: la única tumba doble, con una entrada de 120 EGP. Es la más grande abierta al público y una verdadera joya arquitectónica.
-Entrada al complejo (en el crucero está incluida): 750 EGP y permite el ingreso a 3 tumbas.
La visita al Valle de los Reyes es simplemente deslumbrante. Las tumbas parecen auténticas galerías de arte subterráneas, y los colores vivos de los jeroglíficos te hacen sentir que estás retrocediendo 3.000 años en el tiempo. Este sitio es considerado uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del mundo, y ofrece una ventana única a la cultura, la religión y el arte del antiguo Egipto.
2.TEMPLO DE HATSHEPSUT
Desde el Valle de los Reyes seguimos nuestra travesía hacia el Valle de Deir el-Bahari, hogar del magnífico Templo de Hatshepsut. Este santuario está dedicado a la única mujer que llegó a reinar en Egipto durante más de 20 años, y es un testimonio vibrante de su poder y visión.
El Templo de Hatshepsut destaca inmediatamente por su arquitectura única. A diferencia de otros templos egipcios, parte de esta maravilla está esculpida directamente en la roca, mientras que otra sección se alza en el exterior, organizándose en tres majestuosas terrazas conectadas por una amplia rampa. Esta fusión entre la montaña y la edificación es una muestra de la maestría técnica y la creatividad de la época.
Históricamente, Hatshepsut se distinguió no sólo por su reinado, sino también por las innovaciones que dejó plasmadas en este templo. Aunque desafortunadamente muchas de las inscripciones y representaciones de la faraona fueron borradas o dañadas por orden de su hijastro Tutmosis III, quien, al sentirse amenazado tras haberle arrebatado el trono, impulsó una campaña de venganza que incluyó la destrucción de imágenes y relieves, aún es posible admirar algunos vestigios donde se la muestra en compañía del dios Amón-Ra. Conectándonos con el pasado glorioso y conflictivo del Antiguo Egipto.
La visita a este templo es verdaderamente fascinante: cada terraza, cada pasadizo, cada detalle artístico nos habla de una época en la que la religión y el poder se entrelazaban de una forma tan intensa que aún hoy se respira misticismo en cada rincón. Esta experiencia no solo te invita a descubrir la historia, sino a sentir la energía de una reina que desafió las convenciones y dejó una huella imborrable en el legado egipcio.
Entrada al Templo (en el crucero está incluida): 140 EGP

3.COLOSOS DE MEMNÓN
Nuestra excursión continuó con una breve pero imponente parada en los Colosos de Memnón, dos estatuas monumentales de piedra que custodian silenciosamente la ribera occidental del Nilo desde hace más de 3.000 años. Estas esculturas gemelas representan al faraón Amenofis III, uno de los soberanos más importantes de la dinastía XVIII, cuyo reinado marcó una época de esplendor artístico y arquitectónico en el Antiguo Egipto.
Cada coloso mide aproximadamente 18 metros de altura y originalmente formaban parte del gigantesco templo funerario de Amenofis III, hoy desaparecido casi por completo debido a terremotos e inundaciones del Nilo. Aun así, estas dos figuras siguen en pie, como eternos guardianes del pasado, mirando hacia el este.
El sitio se encuentra muy cerca de Medinet Habu y al sur de las grandes necrópolis tebanas. Es un alto rápido en el camino, pero absolutamente recomendable: las estatuas son impresionantes tanto por su tamaño como por su historia.
Eso sí, para este punto del día el sol ya se hacía notar con fuerza, y el calor comenzaba a apretar. Por eso nuestra parada fue algo más breve, apenas el tiempo suficiente para unas fotos y admirar la magnitud de estas figuras milenarias antes de regresar a la combi y continuar con la aventura.
Entrada al Templo: su acceso es gratuito
4.TEMPLO DE KARNAK
Antes de regresar al barco para almorzar y tomar un merecido descanso, el cerebro ya estaba saturado de tanta historia fascinante, hicimos una última parada en uno de los lugares más imponentes de todo el recorrido: el Templo de Karnak.
Este recinto sagrado, ubicado a orillas del Nilo, es el templo más grande de Egipto y uno de los más importantes del mundo antiguo. Su construcción no se limitó a un solo reinado, sino que fue embellecido y ampliado a lo largo de más de 2.000 años por diferentes faraones, cada uno dejando su huella personal. Karnak no era solo un templo, sino el principal centro de culto al dios Amón, y formaba parte de un vasto complejo religioso que asombraba incluso en su propia época.
Una de las curiosidades más impactantes es que el Templo de Karnak estaba antiguamente conectado al Templo de Luxor por una avenida ceremonial de más de 3 kilómetros, conocida como el Camino de las Esfinges, flanqueada por más de 600 esculturas con cuerpo de león y cabeza humana o de carnero. Hoy en día, este corredor sagrado ha sido parcialmente restaurado, y caminar por él es como atravesar un portal al pasado.
El complejo de Karnak es gigantesco: patios, salas, capillas, obeliscos, estatuas colosales, jeroglíficos por todas partes, incluso un lago sagrado utilizado para rituales religiosos. Pero si hay un rincón que te dejará sin aliento, es la Gran Sala Hipóstila, una verdadera maravilla arquitectónica.
Entrar en esta sala es como perderse en un bosque de piedra: 134 columnas de hasta 23 metros de altura, decoradas con relieves y jeroglíficos en cada centímetro, te envuelven por completo. La luz se filtra entre las gigantescas estructuras creando un juego de sombras deslumbrante. Es imposible no sentirse pequeño e insignificante frente a semejante obra de arte.
Después de esta visita inolvidable, sí que necesitábamos una pausa.
Entrada al Templo (en el crucero está incluida): 220 EGP

5.TEMPLO DE LUXOR
Luego de almorzar a bordo y recargar energías con una merecida siesta, volvimos a salir al caer la tarde para visitar el que, sin saberlo aún, se convertiría en nuestro templo favorito de todo Egipto: el majestuoso Templo de Lúxor.
Ubicado en la antigua ciudad de Tebas, que fue capital del país durante su época de máximo esplendor, este templo fue construido hace más de 3.500 años por los faraones Amenhotep III y Ramsés II, dos de los nombres más poderosos del Reino Nuevo. Hoy en día, es una de las joyas arqueológicas imprescindibles en cualquier ruta por Egipto.
Situado en pleno centro de Luxor, a orillas del Nilo, el templo está dedicado al dios Amón, el creador del universo según la mitología egipcia, y conserva gran parte de su estructura original. Al recorrer sus patios, rodeados de enormes columnas, y pasar junto a las colosales estatuas de los faraones, uno no puede evitar sentirse teletransportado a otra era. La entrada al templo está flanqueada por dos obeliscos, aunque solo uno permanece en su lugar original: el otro fue obsequiado a Francia en el siglo XIX y hoy se alza en el centro de la Plaza de la Concordia, en París.
Tuvimos la suerte de visitarlo al atardecer, cuando la luz dorada del sol comienza a caer sobre las piedras milenarias, y las luces artificiales lo iluminan mágicamente al llegar la noche. El ambiente era casi místico, y lo mejor: había muy pocos turistas. Poder recorrer este sitio con tranquilidad, sin multitudes, es un verdadero lujo, especialmente si viajas en temporada alta.
Así cerramos nuestro segundo día de crucero por el Nilo, agotados pero completamente maravillados por todo lo que habíamos vivido. Cada templo, cada historia y cada rincón de este viaje nos hacía amar Egipto un poco más.
Entrada al Templo (en el crucero está incluida): 250 EGP

DÍA 3:
Después de navegar durante la noche por las tranquilas aguas del Nilo, despertamos en Edfu a las 05:30 hs. un horario que después del madrugón del segundo día nos pareció hasta razonable. Con el cielo apenas comenzando a clarear, disfrutamos del desayuno a bordo mientras el barco atracaba y nos preparábamos para la próxima aventura.
6.TEMPLO DE EDFU
Siguiendo el curso del Nilo, llegamos a uno de los templos más fascinantes y mejor conservados de todo Egipto: el Templo de Edfu, dedicado al dios halcón Horus, símbolo de la realeza y el cielo.
Este templo impresiona desde el primer momento no solo por su estado de conservación, sino también por su monumentalidad. Permaneció enterrado bajo la arena del desierto durante siglos, lo que ayudó a protegerlo del paso del tiempo y de las invasiones. Fue construido entre el 237 y el 57 a.C., durante el período helenístico, por orden del faraón greco-egipcio Ptolomeo III, y es un ejemplo perfecto de la grandeza de la arquitectura religiosa egipcia, incluso en sus etapas más tardías.
El templo conserva todas las partes tradicionales de los templos egipcios: el pilono de entrada, un amplio patio ceremonial, las majestuosas salas hipóstilas llenas de columnas, la cámara de ofrendas, la sala central y, al final del recorrido, el santuario, donde aún se puede ver una copia de la barca sagrada utilizada en las procesiones del dios Horus (la original se encuentra en el Museo del Louvre, en París).
Uno de los aspectos más llamativos del templo son sus múltiples inscripciones y relieves grabados en muros y columnas, que no solo representan escenas mitológicas, sino que también ofrecen valiosa información sobre la vida religiosa y social del Antiguo Egipto, así como detalles sobre la construcción del templo.
Sin embargo, no todo lo que encontramos fue inmaculado. En la segunda Sala Hipóstila, es imposible no notar los daños en los relieves tallados en el techo. Estos fueron provocados por los cristianos durante los primeros siglos de nuestra era, cuando consideraban las imágenes paganas y decidieron destruirlas. Aun así, el lugar sigue transmitiendo una energía poderosa y mágica.
Recorrer el Templo de Edfu es como adentrarse en un capítulo intacto del pasado. Su estado de conservación, su simetría perfecta y la claridad de sus relieves lo convierten en una visita imprescindible para quienes buscan entender la majestuosidad de la civilización egipcia.
Entrada al Templo (en el crucero está incluida): 450 EGP

7.TEMPLO DE KOM OMBO
Regresamos al barco y retomamos la navegación rumbo a Kom Ombo, una pequeña ciudad a orillas del Nilo que alberga uno de los templos más singulares e intrigantes del Antiguo Egipto. Este sitio mágico está ubicado a solo 40 kilómetros de Asuán, ciudad donde pasaríamos nuestras últimas noches de crucero.
Al llegar, la imagen del Templo de Kom Ombo nos dejó fascinados: un recinto totalmente simétrico, con dos entradas independientes que conducen a capillas, patios y santuarios paralelos, pero dedicados a dos dioses distintos. La entrada norte está consagrada a Haroeris (Horus el viejo), mientras que la sur pertenece a Sobek, el temido dios cocodrilo, señor de las aguas y símbolo del poder creador del río Nilo.
Este templo, que fue construido principalmente durante la dinastía ptolemaica (siglo II a.C.), destaca por su diseño dual, que refleja la convivencia de dos cultos distintos en un mismo espacio, algo poco común en la arquitectura religiosa egipcia. A pesar de esta división, también hay áreas compartidas, lo que añade aún más interés a la visita.
Uno de los aspectos más llamativos del templo es la iconografía tallada en sus muros. Aquí no solo encontrarás las típicas representaciones de los dioses, como Sobek con su característica cabeza de cocodrilo, o Horus con cabeza de halcón, sino que también podrás ver una de las curiosidades más fotografiadas del lugar: un conjunto de instrumentos quirúrgicos tallados en piedra en uno de los muros posteriores. Lo sorprendente es que muchos de ellos son increíblemente similares a los que se utilizan hoy en día en los quirófanos modernos.
Al finalizar la visita, no te pierdas el Museo del Cocodrilo, que está incluido en el precio de la entrada (100 EGP). Este pequeño pero fascinante museo alberga varias momias de cocodrilos que fueron encontradas en las cercanías del templo, junto con objetos rituales y explicaciones sobre el culto a estos animales, considerados sagrados en la región.
La atmósfera de Kom Ombo, con el Nilo de fondo, el templo bañado por la luz cálida del atardecer y el contraste entre lo espiritual y lo terrenal, lo convierten en uno de los sitios más especiales del crucero.
Entrada al Templo (en el crucero está incluida): 100 EGP

DÍA 4
Después de desayunar a las 07:30 hs, una hora que, a estas alturas del viaje, ya no sentíamos como madrugar, partimos hacia lo que sería nuestra penúltima parada en este recorrido por el Nilo: el encantador Templo de Filae, uno de los lugares más pintorescos que visitamos en Egipto.
8.TEMPLO DE FILAE
Este templo está dedicado a Isis, la poderosa diosa del amor, la maternidad y la magia en la mitología egipcia. Fue una de las divinidades más veneradas en la antigüedad, y su culto se mantuvo vivo incluso durante el periodo grecorromano. De hecho, el Templo de Filae fue uno de los últimos santuarios del Antiguo Egipto en seguir activo, hasta bien entrado el siglo VI d.C., cuando finalmente fue cerrado por los cristianos.
Pero lo más sorprendente de este templo no es solo su belleza arquitectónica, sino su historia más reciente: originalmente se encontraba en la isla de Filae, que quedó completamente sumergida bajo las aguas tras la construcción de la presa de Asuán. Gracias a una ambiciosa operación de rescate liderada por la UNESCO en los años 60, el templo fue desmontado y reconstruido piedra por piedra en la cercana isla de Agilkia, donde lo podemos visitar en la actualidad.
Para llegar hasta allí, se toma una pequeña lancha que navega entre islotes de granito negro y vegetación tropical, lo que le da al recorrido un encanto exótico y diferente al resto de templos del viaje. La llegada es sencillamente espectacular: el templo se alza frente al agua, rodeado por palmeras, como si fuera un decorado cinematográfico.
Una vez dentro, se pueden recorrer los columnados patios, las capillas laterales y el santuario principal, decorado con relieves que muestran a Isis, Osiris y su hijo Horus. También hay inscripciones griegas, coptas y jeroglíficas que narran distintos periodos de la historia del templo, reflejando la fusión cultural de esa época.
El Templo de Filae fue, sin dudas, una de las visitas más mágicas del crucero. Su entorno, su historia y su conexión con la diosa más venerada del antiguo Egipto lo convierten en un lugar imprescindible.
Entrada al Templo (en el crucero está incluida): 140 EGP
Con esta visita al Templo de Filae cerramos nuestro cuarto día de crucero por el Nilo, maravillados por todo lo que habíamos descubierto. Ya con el corazón lleno y la cámara repleta de fotos, regresamos al barco para disfrutar de una tarde libre.
El ritmo del viaje empezaba a aflojar, y este respiro fue ideal para relajarnos en la cubierta y contemplar el atardecer sobre el Nilo. Un momento perfecto para absorber todo lo vivido y prepararnos para la gran despedida del viaje.
Porque sí, al día siguiente nos esperaba el madrugón más épico del itinerario, pero también una de las experiencias más esperadas y memorables de todo Egipto: la visita a los imponentes templos de Abu Simbel.

DÍA 5
9.ABU SIMBEL
Y sí, a las 03:00 am sonó el despertador. Aunque el cuerpo pedía seguir durmiendo, la emoción de lo que nos esperaba fue suficiente para activarnos. Después de un desayuno rápido, nos subimos a la combi que nos llevó durante tres horas a través del desierto hasta los majestuosos templos de Abu Simbel, una de las joyas más imponentes del Antiguo Egipto.
Aunque suele hablarse en singular, es importante saber que Abu Simbel está conformado por dos templos, excavados en la roca en el siglo XIII a.C. por orden del poderoso faraón Ramsés II. El primero y más conocido está dedicado a él mismo, y deslumbra con su impresionante fachada flanqueada por cuatro estatuas colosales de 20 metros de altura que representan al faraón. Su interior alberga varias salas con relieves finamente tallados que narran episodios de su vida, sus hazañas militares y su estrecha relación con los dioses.
El segundo templo, más pequeño pero igualmente impactante, fue consagrado a su esposa preferida, la reina Nefertari. Su fachada presenta seis figuras de igual tamaño: cuatro de Ramsés y dos de Nefertari, una representación poco común y que deja en claro la importancia que tuvo esta reina en la vida del faraón.
Pero además de su belleza arquitectónica y simbólica, Abu Simbel encierra una historia moderna fascinante. Tras permanecer durante siglos semiocultos por la arena del desierto, los templos corrían el riesgo de quedar sumergidos por las aguas del Lago Nasser tras la construcción de la Gran Presa de Asuán. En una operación sin precedentes liderada por la UNESCO, ambos templos fueron desmontados y reubicados piedra por piedra en una zona más elevada, salvándolos de un destino trágico.
De esta manera, nos despedimos a lo grande del crucero por el Nilo, con una experiencia inolvidable que resume la grandeza, el misterio y la magia de la civilización egipcia.
Por si te lo estás preguntando, la excursión a Abu Simbel no estaba incluida en nuestro crucero. La contratamos de forma independiente a través de nuestro hospedaje en la isla Elefantina, a un precio mucho más accesible. Pagamos 1.200 EGP que incluían la entrada al complejo y el traslado ida y vuelta. En comparación con lo que ofrecía el crucero, fue una excelente decisión.
ASWAN - ISLA ELEFANTINA
Como nuestro vuelo no salía hasta la tarde del día siguiente, decidimos pasar la noche en la pintoresca Isla de Elefantina, un pequeño oasis de tranquilidad en el corazón de Asuán que resultó ser el cierre perfecto para despedirnos de Egipto.
Hospedarnos en Nubian Soul Guest Houses fue, sin duda, una excelente decisión. Este alojamiento regentado por locales nos ofreció no solo comodidad y hospitalidad, sino también una experiencia auténtica y culturalmente rica.
La isla, de raíces nubias, nos recibió con una vibra totalmente distinta: casas de colores, niños jugando, arte callejero, y de fondo, siempre presente, algún que otro tema de Bob Marley como sonido de ambiente. Esta onda más bohemia y relajada fue justo lo que necesitábamos para dejar que el cuerpo y la mente bajaran las revoluciones después de tantos días intensos de templos, madrugones y kilómetros recorridos.
Caminar por sus callecitas de tierra, disfrutar de una cena casera frente al río, olvidarse del horario en la terraza de nuestro alojamiento con Mahmoud, nos permitió conectar con otra cara de Egipto, una más íntima, cercana y cálida.
Así nos despedimos de este país milenario: con el corazón lleno, la cámara repleta y la certeza de que Egipto nos regaló uno de los viajes más memorables de nuestra vida.
BUCKETLIST PARA EL PRÓXIMO VIAJE
Saqqara
Sharm El Sheik
Alejandría
Oasis de Siwa











































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