Itinerario de 4 días en Islandia
- Jen y Licha

- 10 ago
- 11 Min. de lectura
Actualizado: 4 sept
Islandia es un país insular nórdico que entró en nuestro radar durante el Mundial de Rusia 2018, cuando compartimos fase de grupos con esta nación remota y hasta entonces poco conocida para nosotros. Pero fue recién en 2023, al comenzar a planear nuestro viaje por los países nórdicos, cuando lo investigamos en profundidad... y quedamos absolutamente fascinados.
Sus paisajes y la diversidad natural nos volaron la cabeza. En sus 103.000 km² conviven volcanes activos, glaciares inmensos, aguas termales, géiseres, cascadas monumentales, playas de arena negra y, por supuesto, las auroras boreales —que no tuvimos la suerte de ver, ya que no era temporada, pero que nos dejaron con la excusa perfecta para volver.
Te aseguramos que Islandia no pasa desapercibida. Es un destino que emociona, que conmueve y que ofrece una conexión muy pura con la naturaleza. Según nuestra experiencia, la mejor manera de recorrerla es alquilando un auto (o motorhome, si te animás) para tener total libertad y flexibilidad de horarios.
A continuación te compartimos todo lo que recorrimos en este increíble e inhóspito país del norte de Europa, junto con nuestros consejos y aprendizajes.
RANKING DE LUGARES
Reynisfjara Black Sand Beach
Blue Lagoon
Acantilado Dyrholaey
Gran Geysir & Strokkur
Kerid Krater
Gullfoss Waterfall
Parque Nacional Thingvellir
Reikiavik

A tan solo 22 km del Aeropuerto Internacional de Keflavík y antes de llegar a Reikiavik, se encuentra uno de los lugares más emblemáticos de Islandia: el famoso spa geotermal Blue Lagoon. Por su cercanía, decidimos que sería nuestra primera parada ni bien aterrizamos en suelo islandés, ideal para relajar el cuerpo después del vuelo desde Dublín.
Retiramos una SUV automática en el rental “Holiday Cars” por unos 60 USD al día y, con toda la emoción del nuevo destino, salimos rumbo a este oasis en medio de campos de lava. Pequeño disclaimer: en base a nuestra experiencia, recorrer Islandia en vehículo propio es indispensable para poder disfrutar del país a tu ritmo. Si te gusta la aventura y querés sumarle un toque más salvaje, una motorhome con posibilidad de acampar en lugares remotos y mágicos puede ser una excelente opción.
Ahora sí, Blue Lagoon. Probablemente el baño termal más famoso del país (y de Instagram). Su infinita laguna de aguas azul lechoso a unos 38°C, rica en sílice y minerales beneficiosos para la piel, se encuentra rodeada de un entorno volcánico que parece sacado de otro planeta: campos de lava, fumarolas activas y un silencio absoluto.
Al llegar, pasarás por vestuarios donde te duchás antes de ingresar a las piscinas. El contraste térmico entre el aire frío y el agua caliente es increíble. Y si a eso le sumás una cerveza helada del bar que se encuentra dentro de la propia laguna... estás oficialmente en el paraíso. Además del baño termal, hay sauna, cascadas de hidromasaje, cueva de vapor, bar de mascarillas (la de sílice deja la piel espectacular) y fuentes de agua potable.
Nosotros elegimos la entrada Comfort, que ronda los 80 USD e incluye acceso a las piscinas, una bebida, una mascarilla, una toalla y uso de las duchas y taquillas. Sí, es caro… pero creemos que lo vale. Por el nivel de las instalaciones, los beneficios para el cuerpo y el alma, y ese entorno natural único que solo Islandia puede ofrecer. Eso sí, recomendamos sacar la entrada con antelación desde la web oficial, ya que los cupos son limitados y suele agotarse.
2.REIKIAVIK
Colorida, tranquila y con una vibra creativa, Reikiavik concentra más del 30% de la población de Islandia. A pesar de ser la capital más septentrional del mundo, su tamaño compacto permite recorrerla cómodamente en un día, lo que la convierte en una excelente primera parada para aclimatarse al país. Acá te contamos los puntos de interés que no te podés perder:
Hallgrímskirkja
Nuestra primera parada fue la imponente iglesia luterana Hallgrímskirkja, símbolo absoluto de la ciudad. Con una torre de 74 metros, es el edificio más alto de Islandia y su diseño no pasa desapercibido: inspirado en las columnas de basalto tan típicas del paisaje islandés, la convierte en una obra de arquitectura única.
La iglesia abre todos los días de 10:00 a 17:00 (septiembre a abril) y de 9:00 a 20:00 (mayo a agosto), y por 11,61 USD se puede subir al campanario para tener una vista panorámica 360° de la capital.
En nuestro caso, justo coincidimos con una misa fúnebre, por lo que la visitamos solo por fuera. Nos quedamos con ganas de ver su interior y conocer su majestuoso órgano de más de 5.000 tubos (será la próxima).
Justo al frente se encuentra la estatua de Leif Erikson, el explorador vikingo que, según diversas investigaciones, habría llegado a América del Norte cinco siglos antes que Colón (a chequear).
Rainbow Street
A unos 500 metros de la iglesia, caminamos por la famosa Rainbow Street (Skólavörðustígur), una colorida calle peatonal decorada con los colores del orgullo LGBTQIA+ , que enmarca una de las postales más fotografiadas de la ciudad: la calle con Hallgrímskirkja de fondo. Ideal para una buena foto y para disfrutar del espíritu inclusivo y abierto de esta capital.
Laugavegur
Seguimos caminando unas diez cuadras hasta llegar a Laugavegur, la arteria principal de la ciudad y una de las más antiguas. Aquí abundan tiendas de diseño nórdico, cafés y restaurantes con encanto. Paramos a almorzar en The Icelandic Bar, un bar tradicional donde comimos pescados y mariscos realmente deliciosos. Super recomendado.
Viajero del Sol (Sólfar)
A 800 metros del restaurante, sobre el paseo marítimo, se encuentra una de nuestras esculturas favoritas: El Viajero del Sol, obra del artista Jón Gunnar Árnason. Hecha de acero inoxidable, representa un barco vikingo y juega con los reflejos del sol nórdico y la luz del entorno, transmitiendo una sensación de movimiento, esperanza y descubrimiento. Fue construida en 1990 para conmemorar los 200 años de la ciudad y se ha convertido en un símbolo poético de Reikiavik.
Harpa
Nuestra última parada fue el espectacular centro de conciertos y conferencias Harpa, a unos 600 metros del Viajero del Sol. Este edificio, sede de la Orquesta Sinfónica de Islandia, fue diseñado por el estudio danés Henning Larsen Architects junto con el artista Olafur Eliasson. Su fachada de cristal, formada por 714 paneles de vidrio de distintos tamaños y colores, refleja mágicamente la luz del sol y, si tenés suerte, también las auroras boreales.
Inaugurado en 2011 y galardonado en 2013 con el premio Mies van der Rohe a la arquitectura contemporánea europea, es sin dudas uno de los edificios más imponentes que vas a ver en tu visita por Islandia.
3.GOLDEN CIRCLE
El Golden Circle o Círculo Dorado es una ruta circular de unos 300 km que conecta tres de las atracciones naturales más emblemáticas del suroeste islandés. Es una de las excursiones más populares del país, tanto por la belleza y diversidad de sus paisajes como por la accesibilidad desde Reikiavik (a solo una hora de la capital) y la corta distancia entre los puntos de interés, lo que permite recorrerla cómodamente en un solo día.
Nosotros hicimos este circuito el segundo día, con nuestra SUV alquilada, y fue una excelente introducción al poder natural de Islandia. A continuación, te contamos el recorrido.
4.PARQUE NACIONAL THINGVELLIR
A tan solo 45 km de Reikiavik se encuentra nuestra primera parada: el Parque Nacional Þingvellir (se pronuncia Thingvellir), un lugar que sorprende tanto por su valor geológico como histórico. Fue el primer parque nacional del país, fundado en 1928, y en 2004 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Desde lo geológico, Þingvellir se ubica en el valle de la Dorsal Atlántica, justo donde se separan las placas tectónicas de América del Norte y Eurasia. Esto genera un paisaje espectacular: un terreno desgarrado por fisuras, grietas y campos de lava endurecida. La más impactante de estas fallas es Almannagjá, el corazón del parque, por donde caminamos al inicio de nuestra visita.
💰 Entrada gratuita. Solo se paga el estacionamiento: 8,30 USD por vehículo.
📍 En el centro de visitantes (donde además compramos una buena campera de lluvia porque el clima estaba complicado) te entregan un mapa y explican las alternativas de senderos, que varían en distancia y dificultad.
Nuestra caminata por el parque
Le dedicamos unas 2 horas al sendero principal, el más popular del parque:
Almannagjá: comenzamos recorriendo esta fisura principal, caminando entre altas paredes de roca y observando en las laderas la lava solidificada. Es una experiencia muy impactante: estás literalmente caminando entre continentes.
Luego ascendimos hasta un mirador con vistas increíbles al lago Thingvallavatn, el más grande de Islandia, de origen volcánico.
Continuamos hasta el Lögberg (Roca de la Ley), marcado con una bandera islandesa. Este es uno de los puntos más históricos del país, ya que aquí, en el año 930, los vikingos establecieron el primer parlamento democrático del mundo, conocido como el Alþing. Islandia fue pionera en organización política mucho antes que el resto de Europa.
Por último, seguimos hasta las pequeñas pero encantadoras cascadas Öxarárfoss y Drekkingarhylur. Esta última tiene un pasado más oscuro: fue utilizada en el siglo XVII para ejecutar penas a mujeres acusadas de brujería o adulterio. Hoy, el lugar invita a la reflexión en medio del entorno natural.
Como la lluvia no aflojaba, decidimos regresar al parking y continuar la ruta.
🔹 Extra para los aventureros: Si contás con más tiempo y buscás una experiencia única, desde aquí se puede realizar snorkeling en Silfra, una grieta inundada de agua glacial increíblemente clara (se ve hasta 100 metros de visibilidad). Estás nadando literalmente entre dos placas tectónicas. La actividad requiere reserva previa y traje seco, pero dicen que es una de las mejores experiencias subacuáticas del mundo.
5.KERID CRATER
A solo 30 km de Þingvellir, llegamos a nuestra segunda parada del día: el cráter volcánico Kerið, ubicado en la región de Grímsnes, al sur de Islandia. Aunque no siempre se incluye en los itinerarios del Círculo Dorado, para nosotros fue una de las paradas más impactantes de toda la ruta.
Kerið es un cráter de más de 3.000 años, formado tras el colapso de una cámara magmática vacía. Su forma casi perfectamente ovalada, sus paredes rojizas y el agua color verde esmeralda del lago que lo ocupa, lo vuelven absolutamente único. El contraste entre los tonos intensos de la tierra volcánica y el agua calma es de otro planeta.
Desde el parking, a solo unos pasos ya te encontrás con el primer mirador panorámico. Para realizar el circuito completo por el borde del cráter y descender hasta la orilla del lago hay que pagar una entrada simbólica de unos 4 USD por persona.
💡 Recomendamos hacer ambas cosas: caminar por arriba para apreciar la escala del cráter desde distintas perspectivas y luego bajar al fondo para conectarse con la energía tranquila del lugar.
El paseo no requiere más de 30 a 45 minutos y es apto para todo público, por lo tanto es una parada ideal para quienes buscan belleza natural sin necesidad de una gran caminata.
Sin dudas, Kerið es un lugar inusual, colorido y fotogénico que vale la pena sumar a tu ruta por Islandia.

6.GRAN GEYSIR & STROKKUR
A solo 50 km de Kerið, llegamos a nuestra tercera parada del Círculo Dorado, y probablemente una de las más sorprendentes del día: la zona geotérmica de Haukadalur, hogar del famoso Gran Geysir.
Aunque hoy está inactivo, el Gran Geysir fue el primer géiser documentado en la historia y es el que dio nombre a todos los géiseres del mundo. Su existencia se remonta a más de 10.000 años y durante siglos lanzó chorros de agua hirviendo a más de 70 metros de altura. Hoy descansa, pero justo a su lado encontramos a su hermano menor y mucho más activo: Strokkur.
Este géiser entra en erupción cada 5 a 10 minutos, lanzando agua a temperaturas que rondan los 100 °C a alturas que pueden alcanzar los 30 o incluso 40 metros. Nosotros llegamos justo a tiempo para presenciar una de sus erupciones, y fue tan inesperada como impactante. Ver cómo una burbuja azulada se forma y luego explota hacia el cielo es uno de esos momentos que quedan grabados para siempre.
El entorno parece salido de otro planeta: senderos rodeados de vapor, piscinas termales de intensos colores y fumarolas humeantes que emergen del suelo. Una postal donde la fuerza de la naturaleza se presenta sin filtros.
✨ Dato útil: La entrada al sitio es gratuita y hay parking justo al lado, además de un centro de visitantes con baños, cafetería y tienda. No hay excusas para no incluir este lugar en tu ruta. Ver en acción a Strokkur es uno de los espectáculos naturales más impresionantes que vas a presenciar en Islandia.

7.GULLFOSS WATERFALL
A solo 10 km de Geysir se encuentra la cuarta y última parada del Círculo Dorado: la majestuosa Gullfoss, una de las cascadas más impresionantes de toda Islandia. Y eso no es poco decir, considerando que este país es literalmente el reino de las cascadas, muchas de las cuales aparecen sin previo aviso al costado de la ruta.
El nombre Gullfoss significa “cascada dorada”, y al verla entenderás por qué. El río Hvítá cae en dos saltos de agua que descienden hacia un profundo cañón, generando una fuerza y una bruma que se sienten en el cuerpo. Desde el parking parte un sendero corto y muy accesible con diferentes miradores, que te permiten contemplarla desde distintos ángulos, cada uno más impactante que el anterior.
Tuvimos la suerte de que al llegar el cielo se despejara —veníamos con lluvia desde temprano—, y justo en ese instante apareció un arcoíris cruzando el cañón. Un regalo inesperado que convirtió ese momento en pura magia. Sin dudas, fue el cierre perfecto para un día cargado de maravillas naturales.
💡 Tip: la visita es gratuita y cuenta con un centro de visitantes con baños, restaurante y tienda. Si tenés suerte con el clima, te vas a llevar una de las mejores postales de todo el viaje.

8.VIK
Después de cerrar el Golden Circle, nos dirigimos al pintoresco pueblo costero de Vik donde pasaríamos la noche. Llegamos muy cansados, pero con ganas de reponer energías y disfrutar de una buena cena. Fue en ese momento cuando desde nuestro alojamiento nos recomendaron un lugar muy especial: Black Crust Pizzeria.
Se trata de una pizzería de autor con propuestas creativas y ambiente vibrante. Ofrecen una variedad de pizzas clásicas y especiales, incluyendo una versión destacada hecha con masa negra elaborada con carbón activado, un guiño original al entorno volcánico. Las pizzas que elegimos fueron deliciosas y el ambiente cálido fue el cierre perfecto para este día.
Si pasás por la zona y querés una cena moderna, sabrosa y con un toque de originalidad Black Crust es una excelente alternativa. Te la recomendamos sin dudar.
9.REYNISFJARA BLACK SAND BEACH
A tan solo unos minutos de Vík se encuentra uno de los lugares más emblemáticos y fotogénicos de Islandia: Reynisfjara, la famosa playa de arena negra. Este paisaje surrealista, dominado por columnas de basalto perfectamente geométricas, fue reconocido por National Geographic como una de las 10 mejores playas no tropicales del planeta.
La belleza del sitio es abrumadora: el contraste del negro intenso de la arena con la fuerza del océano Atlántico crea una atmósfera mágica. Pero también es un lugar que merece respeto. Reynisfjara es considerada una de las playas más peligrosas del mundo por sus famosas sneaker waves, olas impredecibles que pueden arrastrarte mar adentro en segundos. En la entrada hay un semáforo que indica el nivel de riesgo: verde (seguro), amarillo (precaución) y rojo (prohibido el acceso a ciertas áreas). Es clave mantenerse atento y no arriesgar por una selfie.
Siguiendo la línea de la costa, se puede caminar hacia la península de Reynisfjall, donde se encuentra la cueva de Halsanefshellir, formada por la erosión del mar. Frente a ella emergen imponentes del agua las formaciones de Reynisdrangar, tres agujas de basalto que, según la leyenda local, eran troles convertidos en piedra al amanecer. Sin duda, una de las imágenes más impactantes de todo el viaje.
El estacionamiento tiene un costo de aproximadamente 8,30 USD por vehículo.

10.ACANTILADO DYRHÓLAEY
A solo 19 km en dirección oeste se encuentra Dyrhólaey, un promontorio que se alza a 120 metros de altura sobre el océano. Desde su cima se obtienen unas de las mejores vistas de la costa sur de Islandia, con su gigantesco arco natural de piedra, las olas rompiendo con fuerza y la playa negra extendiéndose hasta donde alcanza la vista.
Durante los meses de verano (junio a agosto), este lugar se convierte también en uno de los mejores puntos para avistar puffins, los simpáticos frailecillos atlánticos, aves icónicas del país.
Desde aquí emprendimos el camino de regreso a Reikiavik (175 km) con el corazón lleno. Islandia nos deslumbró con su naturaleza salvaje, su energía única y la sensación constante de estar en otro planeta. Un país que no se visita, se vive intensamente, y al que sin dudas soñamos con volver.

BUCKETLIST PARA EL PRÓXIMO VIAJE
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Glaciar de Jokulsarlon
Península de Snaefellsness
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