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Qué ver y hacer en Bangkok

  • Foto del escritor: Jen y Licha
    Jen y Licha
  • 12 ago
  • 7 Min. de lectura

Actualizado: 4 sept

Después de interminables horas de vuelo y escalas eternas, por fin pusimos un pie en el continente asiático, y nuestra primera parada fue nada más y nada menos que Bangkok, la vibrante y caótica capital de Tailandia. Lo admitimos: la primera impresión no fue la más encantadora. El tráfico parece no tener reglas, los tuk tuks zumban por todos lados, la humedad te envuelve y el aire está cargado pero basta con dar unos pasos por sus calles para que todo empiece a cambiar.


Empezás a descubrir sonrisas genuinas en cada esquina, aromas irresistibles saliendo de los puestos callejeros, templos dorados que asoman entre rascacielos y rincones llenos de vida. Te sentas a probar un pad thai en plena vereda, regateas en un mercado, y sí, en algún momento te subís a un tuk tuk para vivir el caos desde adentro y ahí entendés que Bangkok no se visita, se vive.


Como toda gran megaurbe, puede resultar un poco abrumadora al principio, así que queremos contarte nuestra experiencia y compartirte esos lugares que, para nosotros, son imperdibles si es tu primera vez en esta fascinante ciudad.


Gran Palacio de Bangkok
Gran Palacio de Bangkok


1.WAT SUTHAT (TEMPLO DE MÁRMOL)


Nuestro primer encuentro con los templos de Bangkok fue en el Wat Suthat y no pudo haber sido una mejor elección. Ya era tarde y muchas atracciones estaban cerrando, pero este templo abre todos los días de 8.30hs a 21.00hs, lo que lo convierte en una opción perfecta para una visita al atardecer o incluso de noche como hicimos nosotros. Apenas cruzamos sus puertas, nos quedamos obnubilados: el templo de mármol iluminado es simplemente una obra de arte.


Aunque no suele figurar en muchos itinerarios turísticos, para nosotros es un verdadero imperdible para comenzar a conectar con la esencia del budismo tailandés. La entrada cuesta 100 THB y vale cada baht. Eso sí, recordá que para ingresar es necesario cubrir hombros y rodillas, como en la mayoría de los templos del país.


El Wat Suthat es uno de los pocos templos en Bangkok con categoría real. Su construcción comenzó en 1807 bajo el reinado de Rama I, y fue finalizada en 1847 durante el reinado de Rama III. En su interior, se impone una majestuosa figura de Buda de 8 mts de altura, que irradia paz y solemnidad.


Y si al salir mirás hacia el frente, verás otro símbolo curioso: los restos del Gran Columpio o Giant Swing, una imponente estructura roja de más de 20 metros de alto, que alguna vez fue parte de antiguos rituales religiosos.


En resumen: si querés empezar a sumergirte en la espiritualidad y la historia tailandesa, Wat Suthat es una joya poco conocida que merece un lugar en tu recorrido.


Wat Suthat
Wat Suthat

2.TUK TUK


Y cuando salimos del templo, nos subimos a un tuk tuk para empezar a vibrar Bangkok como se debe. No hay mejor manera de meterte de lleno en el ritmo frenético de la ciudad que a bordo de este clásico motorizado de tres ruedas, símbolo absoluto del Sudeste Asiático y especialmente icónico en Bangkok.


El tuk tuk no es solo un medio de transporte, es una experiencia en sí misma: el viento en la cara, el sonido del motor, las luces de neón cruzando a toda velocidad y ese caos perfectamente organizado que solo esta ciudad puede ofrecer.


Así que si venís a Bangkok, tomarte un tuk tuk no es opcional, es parte de la aventura. 



3.ICON SIAM


Buscando un poco de aire acondicionado (y, por qué no, también un Zara), terminamos en Icon Siam, uno de los centros comerciales más modernos y espectaculares de Bangkok. Inaugurado en 2018, este enorme shopping no es solo un lugar para hacer compras, sino una verdadera experiencia urbana de lujo y diseño.


Con más de 520.000 metros cuadrados de tiendas, gastronomía y entretenimiento, está estratégicamente ubicado a orillas del majestuoso río Chao Phraya, lo que le da un encanto especial. Desde sus terrazas con vistas panorámicas se pueden disfrutar atardeceres únicos, especialmente si elegís alguno de sus restaurantes de alta gama (varios con estrellas Michelin) para darte un gustazo.


Nosotros aquí cerramos el día de la mejor manera: con un delicioso ramen en IPPUDO acompañado por una cerveza Chang bien helada. Un primer día perfecto en Bangkok.


Icon Siam
Icon Siam

4.GRAN PALACIO


Nuestro segundo día en Bangkok arrancó a lo grande: visitando el imponente Gran Palacio. Habíamos reservado nuestras entradas con anticipación en la WEB oficial, con la ilusión de ingresar en el primer turno de las 08:30 para evitar multitudes (ilusos nosotros). Aunque llegamos temprano, este lugar es tan popular que nunca está realmente vacío, pero igual vale cada segundo.


Para ingresar, es importante cumplir con el código de vestimenta: hombros y piernas cubiertos, y deberás descalzarte en ciertas áreas. Tenelo en cuenta para evitar contratiempos.


Este majestuoso complejo fue la residencia oficial del rey de Tailandia desde el siglo XVIII hasta mediados del siglo XX, y no exageramos al decir que nos dejó completamente fascinados (la memoria de nuestros celulares llenos de fotos dan fe de ello).


El corazón del recinto es el Wat Phra Kaew, considerado el templo budista más sagrado del país. En su interior se encuentra el famoso Buda de Esmeralda, una delicada figura de jade de tan solo 45 cm, que es también uno de los íconos religiosos más venerados por el pueblo tailandés. Más allá del templo, el complejo está repleto de detalles arquitectónicos, esculturas y arte tailandés tradicional que decoran cada rincón y sorprenden a cada paso.


La entrada cuesta 500 THB e incluye el acceso al Wat Phra Kaew y al Museo Textil de la Reina Sirikit. El complejo abre todos los días de 08.30hs a 15.30hs, así que te recomendamos incluirlo como primera actividad del día, para disfrutarlo con más calma y con un poco menos de calor.





5.WAT PHO


A solo 10 minutos a pie del Gran Palacio se encuentra otro de los grandes imperdibles de Bangkok: el impresionante Wat Pho. Este templo es famoso por albergar al Gran Buda Reclinado, una colosal figura de 46 mts de largo y 15 de alto, que nos dejó absolutamente maravillados. Tanto que se convirtió en nuestro templo favorito de la ciudad.


Cubierta completamente en pan de oro, la estatua ocupa casi todo el interior del edificio y transmite una paz y majestuosidad difíciles de describir. Un detalle que no podés dejar pasar son las suelas de los pies del Buda, decoradas con 108 símbolos sagrados del budismo: una verdadera obra de arte que merece ser observada con atención.


El Wat Pho es también uno de los templos más antiguos de Bangkok, con orígenes que se remontan al siglo XVII, mucho antes de que la ciudad se convirtiera en capital. En 1788, el rey Rama I ordenó su ampliación, incorporando esculturas y vestigios traídos desde Ayutthaya. Sin embargo, fue durante el reinado de Rama III cuando se construyó la famosa imagen del Buda Reclinado que hoy deslumbra a miles de visitantes.


Además de esta figura icónica, el complejo alberga más de 90 estupas, diversos edificios decorados con mosaicos y decenas de estatuas de Buda, cada una con su propio encanto.


Te recomendamos visitarlo después del Gran Palacio, aprovechando su cercanía. Recordá nuevamente vestir de forma adecuada (hombros y piernas cubiertas). La entrada cuesta 300 THB y el templo abre todos los días de 08.00hs a 18.30hs.





6.WAT ARUN


Cruzando el río Chao Phraya te espera otro de los must de Bangkok: el majestuoso Wat Arun. Para llegar, solo tenés que tomar un barco público desde el puerto de Tha Tian, ubicado justo al lado del Wat Pho. El ticket cuesta apenas 30 THB, y ya desde el trayecto vas a poder disfrutar de una de las mejores postales: el Wat Arun reflejado en el agua. 


Ubicado en la orilla oeste del río, Wat Arun, también conocido como el Templo del Amanecer, es uno de los templos budistas más emblemáticos de Tailandia. Sus imponentes prangs (torres) están decorados con conchas marinas y trozos de porcelana china, lo que le da un brillo y una textura únicos bajo la luz del sol. El prang central, que alcanza los 77 mts de altura, representa el Monte Meru, el eje del universo según la cosmología hindú, y desde lo alto se obtienen vistas panorámicas espectaculares de Bangkok y del río Chao Phraya.


En la entrada, llaman la atención los dos enormes demonios del Ramayana: uno blanco (Sahassateja) y otro verde (Tasakanth), que custodian el acceso al templo y le dan un aire místico al lugar.


Recordá nuevamente vestir de forma adecuada (hombros y piernas cubiertas) La entrada cuesta 200 THB e incluye una botella de agua, perfecta para refrescarte mientras recorres el lugar. El templo abre todos los días de 08.00hs a 18.00hs.


Por último te aconsejamos que no te pierdas la vista nocturna del Wat Arun iluminado desde la otra orilla. Verlo brillar sobre el río es una imagen inolvidable que definitivamente te vas a querer llevar de recuerdo.





7.LUMPHINI PARK


En busca de un plan diferente para escapar del ritmo frenético de Bangkok, descubrimos un rincón que nos sorprendió: el encantador Parque Lumphini. Ubicado en pleno corazón de la ciudad, este precioso pulmón verde es ideal para desconectar del caos urbano sin tener que alejarse demasiado. 


Con sus 56 hectáreas de jardines, senderos arbolados y un gran lago artificial, Lumphini es ideal para caminar, hacer ejercicio o simplemente relajarse bajo la sombra de los árboles. Pero lo que realmente lo hace único son sus famosos habitantes: los varanos acuáticos, unos lagartos gigantes que pueden medir hasta 2 mts de largo. Aunque imponen con su presencia prehistórica, son completamente inofensivos y forman parte del encanto del parque. Lo más probable es que te cruces con más de uno descansando junto al agua o paseando tranquilamente.


La entrada es gratuita y el parque abre todos los días de 4:30 a 22:00, por lo que podés visitarlo temprano por la mañana para disfrutar de su atmósfera más tranquila, o al atardecer cuando la ciudad comienza a refrescar. 





8.KHAO SAN ROAD


No estuviste en Bangkok si no caminaste por la mítica Khao San Road. Esta calle es el corazón mochilero de la ciudad, un verdadero ícono urbano donde el caos y la fiesta se mezclan con aromas exóticos, luces de neón y ritmos que no paran nunca. Y si querés llevar la experiencia al siguiente nivel, nada mejor que darte un masaje tailandés para vivir la full experience.


Khao San está repleta de hostales, bares, restaurantes y puestos callejeros donde podés probar desde un clásico pad thai hasta un escorpión frito. Aunque podés visitarla a cualquier hora, su verdadera magia aparece al caer el sol, cuando las terrazas se llenan de gente, la música comienza a sonar y el ambiente cobra vida.


Después de recorrerla de punta a punta, nosotros elegimos cruzar a su calle vecina, Rambuttri Road: un rincón más tranquilo, con onda relajada y estilo hipster, ideal para treintañeros que buscan buena comida y un poco de paz sin perder el encanto tailandés.


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