Itinerario de 1 mes por Nueva Zelanda
- Jen y Licha

- 16 ago
- 24 Min. de lectura
Actualizado: 3 sept
El país preferido de Licha, sin dudarlo, es un sueño. Y la manera de recorrerlo, sin discusión, es en motorhome. Este viaje de un mes nos llevó a descubrir uno de los destinos más increíbles y anhelados por viajeros de todo el mundo. Relativamente pequeño en extensión —con unos 268.000 km²— Nueva Zelanda está formada por dos grandes islas principales, la Isla Norte y la Isla Sur, además de un conjunto de islas menores, entre las que destacan Stewart Island y las Chatham. Su población ronda los 5 millones de habitantes, lo que la convierte en un país poco poblado, con vastos espacios naturales prácticamente intactos.
Ubicada en el suroeste del Océano Pacífico, Nueva Zelanda se encuentra a más de 2.000 kilómetros de Australia, lo que la convierte en uno de los países más aislados del planeta. Este aislamiento ha dado lugar a una flora y fauna únicas, como el famoso kiwi —ave nacional y símbolo del país— y los espectaculares bosques de helechos gigantes.
En cuanto a su historia, las islas fueron habitadas originalmente por los maoríes, un pueblo polinesio que llegó alrededor del siglo XIII. Su cultura, lengua y tradiciones siguen muy presentes hoy en día, formando una parte esencial de la identidad neozelandesa. En 1642, el explorador holandés Abel Tasman fue el primer europeo en llegar, y en 1769, el británico James Cook cartografió gran parte del territorio. Posteriormente, en 1840, el Tratado de Waitangi selló la soberanía británica, aunque su interpretación y consecuencias siguen siendo tema de debate y reivindicación para el pueblo maorí.
Más allá de su fascinante historia y cultura, el mayor atractivo de Nueva Zelanda está en su asombrosa diversidad de paisajes: desde lagos cristalinos y glaciares hasta playas infinitas, volcanes activos, montañas cubiertas de nieve y fiordos dignos de mil fotos. Esta variedad convierte cualquier viaje por el país en una experiencia única e inolvidable.
Extremadamente preparada para recorrerla sobre ruedas, Nueva Zelanda es reconocida como uno de los mejores destinos del mundo para viajar en campervan. Su infraestructura para campistas es impecable, sus carreteras ofrecen vistas que parecen salidas de una película —literalmente, ya que aquí se filmó gran parte de El Señor de los Anillos— y su seguridad y tranquilidad hacen que el viaje sea tan cómodo como espectacular.
Las 10 mejores cosas que hacer en Nueva Zelanda
Maravillarse con Cathedral Cove en Coromandel
Explorar el arte geotermal de Wai-O-Tapu, en Rotorua
Adentrarse en la oscuridad mágica de Waitomo Caves
Aventurarse en el Tongariro Alpine Crossing
Relajarse junto al Lago Taupo
Sentirse diminuto frente al Monte Cook
Descubrir la magia de los lagos Pukaki y Tekapo
Vivir la belleza en Queenstown y Glenorchy
Asombrarse en Milford Sound
Brindar con vino en la Isla Waiheke

Nuestro Itinerario por Nueva Zelanda
1. AUCKLAND
Auckland fue nuestra puerta de entrada a Nueva Zelanda, y aunque llegamos con pocas expectativas, la ciudad nos sorprendió gratamente. Como sólo disponíamos de un día antes de iniciar nuestro gran roadtrip en campervan, nos propusimos aprovecharlo al máximo.
Ubicada en la Isla Norte, entre el mar de Tasmania y el océano Pacífico, Auckland es conocida como la Ciudad de las Velas por la gran cantidad de embarcaciones que surcan sus bahías. Es la ciudad más grande y poblada del país, con más de 1,6 millones de habitantes y se asienta sobre una zona volcánica compuesta por más de 50 conos extintos. Su clima templado, sus áreas verdes y su activa vida cultural hacen que sea un excelente punto de inicio para cualquier aventura por Nueva Zelanda.
A continuación, te compartimos nuestro recorrido de aproximadamente 10 kilómetros y unas 4-5 horas de caminata, perfecto para un día intenso de exploración urbana.
Monte Eden (Maungawhau)
El punto más alto de Auckland, un antiguo volcán de 196 metros de altura con un cráter perfectamente formado y vistas panorámicas de 360° de la ciudad. Ideal para un primer contacto con el paisaje urbano y sus alrededores.
Horario: abierto las 24 hs.
Entrada: gratuita.
Wynyard Quarter
Una zona portuaria rehabilitada que combina restaurantes, bares, mercados y paseos junto al mar. Es el lugar perfecto para sentir el pulso moderno de Auckland, con vistas a los yates y a la Sky Tower a lo lejos.
Horario: todo el día, aunque la mayoría de locales abre de 10:00 a 22:00 hs.
.Entrada: gratuita.
Auckland Fish Market
Un clásico para almorzar un buen fish & chips fresco. Aquí se pueden probar productos locales como mejillones verdes, ostras y pescado recién llegado del puerto.
Horario: de 7:00 a 21:00 hs (varía según los locales).
Entrada: gratuita, se paga lo que se consuma (un fish & chips ronda los 15–20 NZD).
Viaduct Harbour
Otra de las zonas más animadas de la ciudad, famosa por ser el centro de la Copa América de vela y por su ambiente vibrante, con terrazas y bares junto al agua.
Horario: todo el día.
Entrada: gratuita.
Catedral de St. Patrick
Templo católico neogótico inaugurado en 1848, que ha sido testigo del crecimiento de la ciudad.
Horario: lunes a viernes 7:00–18:00 hs, sábados y domingos 8:00–18:00 hs.
Entrada: gratuita (donaciones voluntarias).
Sky Tower
El icono de Auckland y la torre más alta del hemisferio sur, con 328 metros. Ofrece miradores a distintas alturas, un restaurante giratorio y actividades extremas como el SkyJump.
Horario: todos los días de 9:30 a 18:00 hs (varía en verano).
Entrada: adultos 40 NZD, niños 20 NZD.
Aotea Square y el Ayuntamiento de Auckland
La plaza más importante para eventos y festivales, rodeada de edificios emblemáticos como el Ayuntamiento (1911) y el histórico Civic Theatre.
Horario: todo el día.Entrada: gratuita.
Khartoum Place
Pequeña plaza con murales en mosaico dedicados al sufragio femenino en Nueva Zelanda, primer país del mundo en otorgar el derecho al voto a las mujeres en 1893.
Horario: todo el día.
Entrada: gratuita.
Auckland Art Gallery Toi o Tāmaki
El principal museo de arte del país, con más de 15.000 piezas que van desde obras maoríes y del Pacífico hasta arte contemporáneo internacional.
Horario: todos los días de 10:00 a 17:00 hs.
Entrada: gratuita para la colección permanente; exposiciones temporales, desde 10 NZD.
Albert Park
Uno de los pulmones verdes de Auckland, perfecto para descansar bajo sus árboles centenarios. Rodeado de edificios históricos y estatuas que cuentan parte de la historia local.
Horario: todo el día.
Entrada: gratuita.
Old Government House
Antigua sede del gobierno colonial británico, hoy parte de la Universidad de Auckland. Ejemplo perfecto de arquitectura victoriana en madera.
Horario: exteriores visitables todo el día.
Entrada: gratuita.
Vulcan Lane y Britomart
Calles peatonales llenas de cafés, tiendas y galerías, con un aire bohemio y relajado. Britomart, por su parte, es un distrito moderno con boutiques y restaurantes de moda.
Horario: todo el día, comercios de 9:00 a 18:00 hs.
Entrada: gratuita.
High Street y Queen Street
El corazón comercial de Auckland. High Street ofrece moda alternativa y tiendas independientes, mientras que Queen Street concentra las grandes marcas y el movimiento urbano.
Horario: comercios de 9:00 a 18:00 hs.
Entrada: gratuita.
Tras este intenso día de descubrimiento urbano, regresamos al alojamiento para descansar y, a la mañana siguiente, comenzar la verdadera aventura: pasar a buscar nuestra campervan rentada con la empresa Jucy, la cual recomendamos mucho.
Amanecimos a las 8am y nos dirigimos al aeropuerto para ir a recoger la que sería nuestra casa sobre ruedas por un mes. Desde el aeropuerto, el transfer gratuito de la compañía nos llevó hasta sus oficinas, donde en unos minutos nos explicaron todo sobre el vehículo y las normas de tráfico locales. Con las mochilas organizadas, la heladera llena y la emoción al máximo, pusimos rumbo a Coromandel, a 170 km de Auckland, para iniciar nuestro viaje por carretera por una de las tierras más fascinantes del planeta.

2. COROMANDEL
Nuestro primer destino del roadtrip nos llevó a Coromandel, una península ubicada en la costa este de la Isla Norte, a unas 2 horas y media de Auckland. La región es famosa por sus playas paradisíacas, colinas cubiertas de bosques nativos y pueblos costeros con un aire relajado que invita a quedarse más de lo planeado.
Históricamente, Coromandel fue una zona importante durante la fiebre del oro en el siglo XIX y también un centro de extracción de madera de kauri, árbol emblemático de Nueva Zelanda. Hoy, en cambio, vive del turismo, la pesca y el arte, y es un imán para mochileros y viajeros en campervan que buscan naturaleza y tranquilidad.
Nuestra primera parada obligatoria fue uno de los lugares más fotografiados del país: Cathedral Cove.
Cathedral Cove
Un arco natural de roca que conecta dos playas de arena blanca, con aguas cristalinas y un paisaje que parece de película (y no es casualidad: aquí se filmó parte de Las Crónicas de Narnia). El acceso se hace a pie, en kayak o en barco. El sendero principal parte de Hahei Beach y recorre unos 2,5 km por acantilados con vistas espectaculares, lo que lleva aproximadamente 40–45 minutos por tramo.
Horario: abierto las 24 h (sendero de día).
Entrada: gratuita.
Parking: en temporada alta, el acceso directo en coche está restringido; hay estacionamientos habilitados en Hahei y servicio de shuttle hasta el inicio del sendero (5 NZD ida y vuelta).
Consejo: llevar calzado cómodo, agua y protección solar; no hay servicios en la playa.
Hahei Beach
Un encantador pueblo costero y playa de arena dorada, punto de partida para el sendero a Cathedral Cove. Ideal para nadar, hacer kayak o simplemente descansar después de la caminata.
Horario: todo el día.
Entrada: gratuita.
Hot Water Beach
A pocos kilómetros de Hahei, esta playa es famosa porque, con la marea baja, se puede cavar en la arena y crear tu propia piscina termal gracias a las corrientes de agua caliente subterráneas.
Horario: recomendable ir 2 horas antes y hasta 2 horas después de la marea baja.
Entrada: gratuita, alquiler de pala desde 5 NZD.
Después de pasar la tarde disfrutando de estas playas y paisajes, volvimos a nuestra campervan para pasar la noche en uno de los campings cercanos. Dormir escuchando el sonido del mar y despertar con vistas a la costa de Coromandel fue la mejor forma de empezar el viaje por Nueva Zelanda.
3. WAI-O-TAPU - ROTORUA
Dejamos la costa de Coromandel para dirigirnos hacia el interior de la Isla Norte, rumbo a Rotorua, una ciudad que literalmente huele a azufre y burbujea bajo tus pies. Situada a unas 3 horas y media de camino, es conocida como la “capital geotermal” del país y uno de los mejores lugares para descubrir la cultura maorí.
La región forma parte del Anillo de Fuego del Pacífico y es un verdadero laboratorio natural de volcanes, géiseres, piscinas de lodo y aguas termales. Rotorua no solo es un paraíso geológico, sino también un centro histórico de la cultura Te Arawa, la tribu maorí que habita la zona desde hace más de 600 años.
Entre todas sus maravillas, hay un lugar que nos dejó sin palabras: Wai-O-Tapu Thermal Wonderland.
Wai-O-Tapu Thermal Wonderland
Significa “Aguas Sagradas” en maorí, y es uno de los parques geotermales más espectaculares del país. Aquí vas a caminar entre cráteres, fumarolas y lagunas de colores irreales, como la famosa Champagne Pool, de un intenso tono naranja y verde.
Horario: todos los días de 8:30 a 16:30 (última entrada a las 15:45).
Entrada: adultos 32,50 NZD / niños (5-15 años) 11 NZD / menores de 5 gratis.
Imprescindible: llegar antes de las 10:15 para ver en vivo el géiser Lady Knox en erupción, que alcanza hasta 20 metros de altura.
Consejo: llevar ropa ligera, calzado cerrado y el celular cargado (vas a querer hacer muchas fotos).
Rotorua Lakefront
El paseo junto al lago Rotorua es perfecto para relajarse después de un día de exploración. Desde aquí parten excursiones en barco y jet boats. Además, el atardecer con las aves y el reflejo de la ciudad es inolvidable.
Horario y entrada: libre, abierto todo el día.
Mitai Maori Village
Si querés adentrarte en la cultura local, este es uno de los mejores lugares para hacerlo. Podrás presenciar el tradicional haka, probar el hangi (comida cocinada bajo tierra) y conocer las leyendas maoríes.
Horario: espectáculos nocturnos desde las 18:00 (varía según temporada).
Entrada: adultos desde 122 NZD / niños desde 30 NZD. Incluye cena hangi.
Tras nuestra visita, pasamos la noche en un holiday park en las afueras de Rotorua, rodeados de olor a azufre pero con la satisfacción de haber vivido uno de los paisajes más extraños y bellos de Nueva Zelanda.
4.WAITOMO CAVES
Desde Rotorua pusimos rumbo hacia el oeste, atravesando colinas verdes salpicadas de ovejas (clásico paisaje neozelandés), hasta llegar a Waitomo, un pequeño pueblo de apenas 50 habitantes que guarda bajo su superficie uno de los espectáculos naturales más mágicos del país.
La palabra Waitomo proviene del maorí wai (agua) y tomo (agujero), y describe perfectamente este rincón: ríos subterráneos que se abren paso entre un intrincado sistema de cuevas de piedra caliza formadas hace más de 30 millones de años.
Lo que hace mundialmente famosas a estas cuevas son sus glowworms (Arachnocampa luminosa), unas diminutas larvas bioluminiscentes que iluminan la oscuridad como si fueran un cielo estrellado.
Waitomo Glowworm Caves
La más icónica de todas. El recorrido combina un paseo a pie entre impresionantes formaciones de estalactitas y estalagmitas, con un silencioso viaje en bote por un río subterráneo, bajo miles de puntitos de luz azulada.
Horario: todos los días de 9:00 a 17:00 (última entrada a las 16:00).
Entrada: adultos 55 NZD / niños (4-14 años) 25 NZD / menores de 4 gratis.
Duración: aprox. 45 minutos.
Consejo: reservar con antelación, sobre todo en temporada alta, ya que las plazas son limitadas.
Ruakuri Cave
Un recorrido más largo y menos masivo que la Glowworm Cave, pero igual de impresionante. Ofrece formaciones rocosas únicas, además de zonas donde podés ver los glowworms mucho más de cerca.
Horario: todos los días de 9:00 a 17:00.
Entrada: adultos 79 NZD / niños 29 NZD.
Duración: 2 horas.
Black Water Rafting
Para los más aventureros, Waitomo es también el lugar para hacer tubing por los ríos subterráneos. Equipado con traje de neopreno y casco, te lanzás en una cámara inflable a fluir entre la oscuridad, saltando pequeñas cascadas y remando bajo la luz de las larvas.
Tours: desde 169 NZD por persona.
Duración: 3 a 5 horas según el recorrido.
Importante: requiere un nivel físico moderado, amor por la adrenalina y no tener miedo a mojarse… mucho.
Después de la experiencia, nosotros seguimos camino hacia el sur, con la sensación de haber estado en un planeta distinto, donde las estrellas brillan bajo tierra.

5. TONGARIRO ALPINE CROSSING
No exageramos al decir que el Tongariro Alpine Crossing es el trekking más espectacular que hemos hecho jamás… pero también debemos admitir que el clima nos jugó una mala pasada y convirtió la experiencia en algo mucho más engorroso y desafiante de lo que esperábamos.
Este recorrido de 19,4 kilómetros se encuentra en el Parque Nacional Tongariro, el más antiguo de Nueva Zelanda y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO tanto por su importancia natural como cultural. Aquí se levantan los volcanes Tongariro, Ruapehu y Ngauruhoe (este último famoso por ser el Monte del Destino en El Señor de los Anillos), considerados sagrados para el pueblo maorí.
La experiencia
La ruta comienza generalmente en Mangatepopo Car Park y finaliza en Ketetahi Car Park. Cómo es lineal, lo más común es contratar un shuttle que te lleve y recoja al final.
Durante el camino atravesás paisajes de otro planeta:
El Valle de Mangatepopo, con vistas impresionantes al Monte Ngauruhoe.
La exigente Devil’s Staircase, que hace sudar hasta al más entrenado.
Los cráteres rojo y sur, con fumarolas y olor a azufre.
Los impresionantes Emerald Lakes y Blue Lake, cuyas aguas termales son inolvidables.
En nuestro caso, la jornada fue todo menos apacible: ráfagas de viento de más de 100 km/hs nos golpeaban de frente y, como si fuera poco, cuando llegamos al punto más alto comenzó a nevar. Las nubes bajas cubrieron gran parte del paisaje, pero esa combinación de nieve, viento y silencio volcánico creó un ambiente tan hostil como sublime. En la segunda parte del trekking el clima mejoró y nos regaló algunas imagenes inolvidables.
Datos prácticos
Distancia: 19,4 km (lineal).
Tiempo estimado: 6 a 9 horas.
Dificultad: alta, por el desnivel y el clima cambiante.
Altura máxima: 1.886 m.
Mejor época: noviembre a abril (en invierno solo con guía).
Clima: extremadamente variable; llevar siempre abrigo, impermeable, guantes y gorro.
Coste: la caminata es gratuita, pero el shuttle cuesta entre 40 y 50 NZD por persona.
A pesar de las inclemencias, terminar el Tongariro Alpine Crossing fue una mezcla de satisfacción, alivio y asombro. Es un desafío físico importante, pero también un viaje por uno de los paisajes más impresionantes y sagrados de Nueva Zelanda.
6. LAGO TAUPO
Antes de despedirnos de la Isla Norte y tomar rumbo hacia la Sur, hicimos una parada en uno de los lugares más tranquilos y a la vez imponentes de Nueva Zelanda: el Lago Taupo.
Este lago, el más grande del país (con 616 km², prácticamente del tamaño de Singapur), se formó hace unos 26.500 años tras una de las erupciones volcánicas más violentas de la historia, que dejó un cráter gigantesco posteriormente rellenado por el agua de los ríos y manantiales circundantes. Hoy, sus aguas azules son el alma de la región y un imán para pescadores, navegantes, senderistas y amantes de los deportes acuáticos.
La ciudad de Taupo, ubicada en la ribera norte, es el punto ideal para explorar el entorno. Desde aquí podés hacer excursiones en barco, probar el famoso trout fishing (pesca de trucha arcoíris y marrón), pasear por su malecón o relajarte en sus termas naturales.

Qué ver y hacer en el Lago Taupo
Huka Falls: una de las cascadas más impresionantes del país, donde el río Waikato se estrecha dramáticamente y expulsa 220.000 litros de agua por segundo. La entrada es gratuita y hay miradores a pocos metros del estacionamiento.
Maorí Rock Carvings: enormes tallados maoríes en acantilados sobre el lago, accesibles únicamente en barco o kayak. El crucero cuesta alrededor de 40 NZD y dura unas 2 horas.
Spa Park y termas naturales: piscinas termales al aire libre, gratuitas, donde el arroyo caliente Otumuheke se encuentra con el río Waikato.
Paseo por el centro de Taupo: con cafés, tiendas y vistas abiertas al lago y a los volcanes del Parque Nacional Tongariro.
Datos prácticos
Ubicación: en el centro de la Isla Norte, a 80 km al sur de Rotorua.
Clima: templado, aunque en invierno las noches son frías.
Mejor época: primavera y verano para deportes acuáticos; otoño e invierno para disfrutar de termas y cielos despejados.
Tiempo recomendado: al menos 1 día para recorrer los alrededores, aunque podrías quedarte 2-3 días si querés hacer actividades acuáticas o senderismo.
Desde aquí, con el lago despidiéndonos bajo un cielo despejado, emprendimos la ruta hacia el sur para cruzar el Estrecho de Cook y comenzar la segunda parte de nuestra aventura: la Isla Sur de Nueva Zelanda, famosa por sus paisajes alpinos, fiordos y glaciares.
7.CRUCE DEL ESTRECHO DE COOK
Después de varios días explorando la Isla Norte y con el Lago Taupo como nuestra última gran parada, llegó el momento de cambiar de escenario. Nuestra siguiente aventura nos llevaría a la Isla Sur, y para llegar hasta allí debíamos cruzar el Estrecho de Cook, el brazo de mar que separa ambas islas y conecta el Mar de Tasmania con el Océano Pacífico.
Tomamos el ferry en Wellington, la capital del país, y desde el momento en que embarcamos ya sentimos que el viaje en sí sería una experiencia. Este cruce es considerado uno de los trayectos en ferry más bonitos del mundo, no solo por las vistas de la costa de la Isla Norte al partir, sino por la llegada a la región de Marlborough en la Isla Sur, donde el barco se adentra en un laberinto de fiordos y bahías verdes conocidas como Marlborough Sounds.
El trayecto dura unas 3,5 horas y existen dos compañías principales:
Ambas ofrecen servicios similares, con zonas de descanso, cafetería y miradores al aire libre para disfrutar del paisaje. Los precios oscilan entre 65 y 80 NZD por persona, y si viajás con campervan o coche, deberás sumar el costo del vehículo, que puede rondar entre 200 y 300 NZD dependiendo de la temporada.
Consejos para el cruce
Reservar con antelación, especialmente en temporada alta.
Llevar abrigo: el viento en cubierta puede ser fuerte incluso en verano.
Si sos propenso al mareo, tomá precauciones, ya que el estrecho puede ser movido.
No te pierdas la última hora de navegación, cuando el ferry entra en Marlborough Sounds: el paisaje es simplemente espectacular.
Llegada a Picton
El puerto de Picton nos recibió con su atmósfera tranquila y sus aguas cristalinas. Este pequeño pueblo es la puerta de entrada a la Isla Sur y el punto de partida ideal para recorrer la costa noreste o adentrarse hacia las montañas y glaciares que nos esperaban más adelante.
Con la campervan estacionada y el mapa en mano, nos preparamos para comenzar la segunda mitad de este viaje por Nueva Zelanda, listos para descubrir paisajes de otro mundo.
8. CHRISTCHURCH
Después de cruzar en ferry desde Wellington a Picton y recorrer en nuestro campervan unos 340 kilómetros por la SH1, atravesando paisajes costeros y zonas vinícolas, llegamos a Christchurch, la ciudad más grande de la Isla Sur y la segunda del país. Situada en la región de Canterbury, a orillas del río Avon, se la conoce como “la ciudad jardín” por sus amplios parques y espacios verdes.
Fundada a mediados del siglo XIX por colonos británicos, su arquitectura, sus tradiciones y hasta sus jardines recuerdan mucho a una ciudad inglesa. Sin embargo, su historia reciente está marcada por los terremotos de 2010 y 2011, que destruyeron gran parte del centro histórico. Desde entonces, Christchurch ha vivido una reconstrucción ejemplar, combinando edificios modernos con lo poco que quedó en pie, y apostando fuerte por el arte callejero y la creatividad urbana.
Qué ver y hacer en Christchurch
Jardín Botánico de Christchurch
Fundado en 1863, es uno de los pulmones verdes más bonitos del país. Cuenta con invernaderos, senderos y zonas de picnic.
⏰ Horario: abierto todos los días, de 7:00 a 21:00 (verano) o hasta las 18:30 (invierno).
💲 Entrada gratuita.
Catedral de Christchurch
Emblema de la ciudad, muy dañada por el terremoto, actualmente en proceso de restauración. Su imagen, rodeada de andamios, se ha convertido en símbolo de la resiliencia local.
Riverside Market
Un moderno mercado cubierto donde degustar comida local, comprar artesanías y disfrutar de un ambiente vibrante.
⏰ Horario: de 7:00 a 21:00 (varía según el puesto).
💲 Entrada libre.
Arte callejero y la Christchurch Art Gallery
Tras los terremotos, los muros vacíos se llenaron de color con murales y obras que convirtieron la ciudad en un museo al aire libre.
Punt en el río Avon
Al mejor estilo de Cambridge (Reino Unido), podés recorrer el río en unas embarcaciones planas empujadas por un guía con pértiga.
⏰ Horario: 9:00 a 18:00 (verano) / 10:00 a 16:00 (invierno).
💲 Desde 30 NZD por persona.
Consejos prácticos
Duración recomendada: 1 a 2 días para recorrer el centro y sus principales atractivos.
Mejor época: primavera y verano (septiembre a marzo), cuando los parques están en su esplendor.
Dato curioso: Christchurch es la base de operaciones de Nueva Zelanda para las expediciones a la Antártida.

9. MONTE COOK
Después de dejar atrás Christchurch, pusimos rumbo hacia el corazón de los Alpes Neozelandeses para conocer uno de los lugares más icónicos y majestuosos del país: el Monte Cook (Aoraki en maorí). El trayecto nos llevó por paisajes cada vez más dramáticos: colinas verdes que poco a poco dieron paso a picos nevados, ríos glaciares y valles de ensueño.
Con 3.724 metros de altura, el Monte Cook es la montaña más alta de Nueva Zelanda y se encuentra dentro del Parque Nacional Aoraki/Mount Cook, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Su nombre maorí, Aoraki, significa “el que atraviesa las nubes” y es considerado un lugar sagrado para el pueblo Ngāi Tahu.
Llegar aquí es como adentrarte en un cuento: el lago Pukaki, con su color turquesa irreal, nos acompañó durante gran parte del camino, regalándonos una de las carreteras panorámicas más bonitas que hemos recorrido en todo el país.
Una vez en el parque, la actividad estrella es el Hooker Valley Track, un sendero fácil y bien señalizado de 10 km (ida y vuelta) que atraviesa puentes colgantes, glaciares y ríos de aguas blancas, hasta llegar a la orilla del Hooker Lake, con el Monte Cook reflejado en sus aguas. El recorrido toma unas 3 horas, aunque nosotros tardamos un poco más porque nos detuvimos cada dos metros para sacar fotos (mea culpa).
📍 Información práctica:
Entrada: gratuita, ya que es un parque nacional.
Horario: acceso libre las 24 horas, aunque se recomienda hacerlo con luz natural.
Mejor época: de noviembre a marzo para días más largos y cielos despejados, aunque en invierno la nieve le da un encanto especial.
Consejo: llevar ropa de abrigo y cortavientos, incluso en verano, porque el clima puede cambiar bruscamente.
Con el corazón lleno de montañas, glaciares y cielos infinitos, pusimos rumbo a nuestra próxima parada: Lago Pukaki y Lago Tekapo, dos joyas que parecen sacadas de un sueño.

10. LAGO PUKAKI Y LAGO TEKAPO
En el corazón de la región de Mackenzie, en la Isla Sur, nos encontramos con dos de los lagos más fotogénicos y espectaculares de todo el país: Pukaki y Tekapo.
El Lago Pukaki nos recibió como un espejo turquesa enmarcado por montañas, con el imponente Monte Cook al fondo. Ese color tan intenso no es casualidad: se debe a la “harina de roca”, partículas diminutas que se desprenden del glaciar Tasman y quedan suspendidas en el agua, reflejando la luz de manera única. La carretera que bordea el lago es una de las más hermosas que hemos recorrido en Nueva Zelanda, y detenerse en sus miradores es casi obligatorio.
A unos 45 minutos por carretera está el Lago Tekapo, igual de impresionante pero con un ambiente diferente. Aquí, además de su característico color turquesa, destaca la pequeña Iglesia del Buen Pastor, construida en 1935 y uno de los puntos más fotografiados del país. Tekapo también forma parte de la Reserva Internacional de Cielo Oscuro Aoraki Mackenzie, lo que lo convierte en un paraíso para la observación de estrellas y la Vía Láctea.
💡 Información práctica:
Entrada: gratuita.
Horario: acceso libre.
Mejor época: primavera y verano para ver los lupinos en flor (noviembre-diciembre) o invierno para un paisaje nevado.
Consejo: si planeas ver el atardecer o hacer astroturismo, lleva abrigo incluso en verano, ya que las temperaturas pueden bajar considerablemente.
Con el corazón y la cámara llena, dejamos atrás la región de Mackenzie y continuamos la ruta hacia Wanaka, donde nos esperaba el famoso Wanaka Tree y la subida a Roy’s Peak, una de las caminatas más icónicas de Nueva Zelanda.
11. WANAKA TREE & ROY'S PEAK
Llegar a Wanaka es como entrar en una postal. Este encantador pueblo de montaña, a orillas del lago Wanaka, combina la tranquilidad de un destino relajado con la majestuosidad de los Alpes del Sur como telón de fondo.
Nuestra primera parada fue el Wanaka Tree, probablemente el árbol más famoso del país y uno de los más fotografiados del mundo. Crece solitario en el agua, a pocos metros de la orilla, y su historia es curiosa: nació como una simple estaca utilizada para cercar ganado en los años 30, pero echó raíces y se convirtió en un símbolo de resiliencia y belleza. Según la hora del día y la estación, su silueta se refleja en aguas tranquilas o se recorta contra cielos dramáticos, regalando escenas que parecen un cuadro.
💡 Información práctica – Wanaka Tree:
Ubicación: extremo sur del Lago Wanaka, a 10 min a pie del centro.
Entrada: gratuita.
Mejor momento: amanecer o atardecer para aprovechar la luz suave.

Al otro día, nos esperaba uno de los retos más famosos de la Isla Sur: la caminata a Roy’s Peak. Este trekking de 16 km (ida y vuelta) con un desnivel de 1.250 metros es exigente, pero cada paso se ve recompensado con panorámicas que parecen sacadas de un dron: el lago Wanaka serpenteando entre picos nevados y valles verdes. El sendero es constante en pendiente y puede volverse agotador, pero la recompensa visual desde el mirador principal es difícil de describir con palabras.
💡 Información práctica – Roy’s Peak:
Distancia: 16 km (ida y vuelta).
Tiempo estimado: 5-7 horas según condición física.
Entrada: gratuita, pero el estacionamiento cuesta aprox. 2 NZD.
Horario: de octubre a abril (cierra en invierno por temporada de corderos).
Consejo: lleva agua suficiente, protección solar y ropa de abrigo, ya que el viento en la cima puede ser fuerte incluso en verano.

Con las piernas cansadas pero el alma llena de paisajes, dejamos Wanaka atrás para continuar hacia Queenstown, la capital neozelandesa de la adrenalina, donde la aventura prometía subir de nivel.
12.QUEENSTOWN
Tras dejar atrás Wanaka, en apenas una hora de ruta escénica bordeando lagos y montañas, llegamos a Queenstown, apodada “la capital mundial de la aventura”, aunque nosotros también la recordaremos como la capital del buen comer. Situada a orillas del Lago Wakatipu y rodeada por la cordillera The Remarkables, esta pequeña ciudad es uno de esos lugares más píntorescos y que, además, huelen a café recién molido y pan artesanal.
Un poco de historia
Fundada en 1860 durante la fiebre del oro, Queenstown pasó de ser un campamento minero a convertirse en un centro turístico internacional. Hoy combina a la perfección su pasado histórico con una oferta gastronómica y cultural de primer nivel, además de ser punto de partida para algunas de las excursiones más impresionantes de Nueva Zelanda.
Qué hacer en Queenstown
Recorrer el centro: sus calles están llenas de boutiques, cafés y restaurantes con terrazas donde cada plato viene acompañado de vistas espectaculares.
Subir en el Skyline Gondola: el teleférico que te eleva hasta Bob’s Peak para obtener las mejores panorámicas del Lago Wakatipu y los Alpes del Sur.
Paseo junto al lago: ideal al atardecer, cuando el sol tiñe de dorado las montañas.
Gastronomía imperdible: no puedes irte sin probar una hamburguesa de Fergburger (famosa en todo el país) o darte un festín en alguno de sus restaurantes gourmet con cocina local e internacional como Odd saint, Bespoke kitchen o la cafetería Balls and Bangles.
Horarios y precios orientativos
Skyline Gondola: abierto todos los días de 9:00 a 21:00. Ida y vuelta: desde 52 NZD por adulto.
Paseo por el lago y centro histórico: gratis, ideal para recorrer sin prisa.
Comida gourmet: desde 20 NZD por plato en restaurantes medios, hasta 80 NZD en opciones de alta cocina.
Consejo viajero
Queenstown puede ser bastante concurrida en temporada alta, así que conviene reservar con antelación tanto alojamiento como experiencias gastronómicas.
Cierre
Después de disfrutar de la energía vibrante de Queenstown, decidimos tomar la carretera hacia el norte, una de las más hermosas de Nueva Zelanda, para adentrarnos en un pequeño paraíso alpino: Glenorchy, a solo 45 minutos de distancia, donde la naturaleza es la protagonista absoluta.

13. GLENORCHY
A solo 45 minutos en coche desde Queenstown, recorriendo una de las carreteras más bellas de Nueva Zelanda —con curvas que revelan vistas panorámicas del Lago Wakatipu y las montañas que lo custodian—, se encuentra Glenorchy. Este pequeño y tranquilo pueblo, rodeado por picos nevados y bosques nativos, parece un escenario de película… y, de hecho, lo es. Aquí se rodaron escenas icónicas de El Señor de los Anillos y otras superproducciones que buscaban un telón de fondo natural sin igual.
Qué hacer en Glenorchy
Pasear por su famoso muelle: uno de los lugares más fotografiados del país, especialmente al amanecer.
Caminar por el Glenorchy Walkway: un sendero fácil que atraviesa humedales y ofrece vistas espectaculares de las montañas.
Visitar Paradise: un valle cercano cuyo nombre hace justicia a su belleza.
Explorar rutas de senderismo: Glenorchy es la puerta de entrada a algunos de los trekkings más famosos de Nueva Zelanda, como el Routeburn Track.
Datos prácticos
El pueblo es muy pequeño, con apenas un puñado de cafés y alojamientos, por lo que es ideal para una excursión de medio día desde Queenstown.
No hay gasolineras en Glenorchy, así que conviene llenar el tanque antes de salir.
Nuestra experiencia
Llegar a Glenorchy fue como entrar en otro mundo: la calma, el aire puro y las montañas reflejadas en el lago crean un ambiente casi irreal que lo volvieron uno de nuestros lugares preferidos del viaje. Después de un café frente al muelle, seguimos nuestro camino hacia el próximo gran destino de nuestro viaje, uno de los iconos naturales más impresionantes de Nueva Zelanda: Milford Sound.
14.MILFORD SOUND
Considerado por muchos como la octava maravilla del mundo, Milford Sound es un fiordo de origen glaciar ubicado en el suroeste de la Isla Sur, dentro del Parque Nacional de Fiordland, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Sus paredes verticales, cubiertas de vegetación, se elevan más de 1.200 metros sobre el agua, mientras cascadas gigantes como Stirling Falls y Bowen Falls caen con fuerza durante todo el año.
La ruta para llegar hasta aquí es en sí misma un espectáculo. Desde Queenstown son unas 4 horas y media de conducción (cada tramo), atravesando paisajes de lagos cristalinos, montañas nevadas y valles cubiertos de helechos. El último tramo, la carretera Milford Road, ofrece paradas icónicas como Mirror Lakes, The Chasm y el Homer Tunnel.
Qué hacer en Milford Sound
Crucero por el fiordo: la forma más popular de explorar Milford Sound. Los barcos se acercan a las cascadas y a veces incluso se meten bajo ellas (imperdible llevar un impermeable).
Kayak: para una experiencia más íntima y silenciosa.
Vuelos panorámicos: desde Queenstown o Te Anau, para apreciar la magnitud del fiordo desde el aire.
Datos prácticos
La entrada al Parque Nacional es gratuita, pero los cruceros cuestan entre 70 y 120 NZD, dependiendo de la duración y la compañía.
El clima aquí es muy cambiante y es uno de los lugares más lluviosos del planeta (hasta 7.000 mm al año), por lo que tener un día soleado es un verdadero regalo.
No hay gasolineras en Milford Sound y las opciones de comida son limitadas, así que conviene llevar provisiones.
Nuestra experiencia
Tuvimos la enorme suerte de visitarlo con un cielo completamente despejado, lo que nos permitió ver con claridad cada pico, cada salto de agua y el reflejo perfecto de las montañas en las aguas oscuras del fiordo. Ese día, Milford Sound nos mostró su versión más espectacular, y entendimos por qué es uno de los lugares más impresionantes del planeta.
Con el corazón lleno de naturaleza en su estado más puro, emprendimos el regreso hacia Queenstown para disfrutar de la última parada en la Isla Sur antes de devolver la campervan, y tomar un vuelo de regreso a Auckland para ir a nuestro último destino del país: la isla soleada y gourmet de Waiheke Island.
15.ISLA WAIHEKE
Después de devolver la campervan en Queenstown y volar de regreso a Auckland, nos quedaba un último regalo antes de despedirnos de Nueva Zelanda: Waiheke Island, conocida como la “isla soleada” por su microclima privilegiado, y como la “capital gourmet” del país por la gran cantidad de viñedos y bodegas que alberga.
Cómo llegar a Waiheke Island
Waiheke se encuentra a tan solo 40 minutos en ferry desde el centro de Auckland. La empresa Fullers360 ofrece salidas regulares desde el muelle de Downtown Ferry Terminal, con precios desde 46 NZD ida y vuelta para adultos. El trayecto en sí ya es un espectáculo, ya que cruza el Hauraki Gulf ofreciendo vistas panorámicas de la ciudad y sus islas.
Una vez en la isla, podés recorrerla en bus local, alquilar una bicicleta eléctrica o, para los más aventureros, animarse a caminar entre viñedos y playas.
Viñedos destacados que no podés perderte
Mudbrick Vineyard & Restaurant: El más famoso de la isla, combina vinos premiados con un restaurante de nivel, todo con vistas impresionantes hacia el golfo y la ciudad de Auckland. Ideal para un almuerzo largo con copa en mano.
Te Motu Vineyard: Situado en el tranquilo valle de Onetangi, este viñedo ofrece un ambiente íntimo y relajado, perfecto para quienes buscan desconectarse del bullicio. Sus tintos tienen gran carácter y personalidad.
Stonyridge Vineyard: Todo un emblema de Waiheke y famoso a nivel internacional. Su Larose es considerado uno de los mejores vinos tintos de Nueva Zelanda. El ambiente aquí es vibrante, con terrazas rodeadas de viñedos y olivares.
Batch Winery: El viñedo más alto de la isla, con una vista panorámica de 360° que quita el aliento. Sus métodos modernos de vinificación se reflejan en vinos frescos y creativos, perfectos para quienes quieren probar algo distinto.
Mucho más que vino
Aunque el vino es el gran protagonista, Waiheke también es hogar de playas doradas como Onetangi Beach, senderos costeros, galerías de arte y mercados locales. El contraste entre mar, colinas verdes y hileras de viñedos la convierten en un paraíso visual y sensorial.

Cierre de nuestro viaje por Nueva Zelanda
Nuestro paso por Nueva Zelanda fue un recorrido lleno de contrastes, desde ciudades modernas hasta rincones de naturaleza casi intacta.
En la isla Norte, disfrutamos de las playas y acantilados de Coromandel y Cathedral Cove, nos sorprendimos con los colores de Wai-O-Tapu en Rotorua, exploramos las mágicas Waitomo Caves y nos animamos al Tongariro Alpine Crossing, un trekking tan espectacular como desafiante por las condiciones climáticas. Terminamos esta parte en el tranquilo Lago Taupo, antes de cruzar al sur.
La isla Sur nos recibió en Christchurch y nos llevó por paisajes impresionantes: el imponente Monte Cook, los lagos turquesa Pukaki y Tekapo, los glaciares Fox y Franz Josef, y la famosa postal del Wanaka Tree con las vistas desde Roy’s Peak. En Queenstown combinamos paisajes y actividades, visitamos Glenorchy y navegamos por el impresionante Milford Sound.
Cerramos el viaje en Waiheke Island, un destino soleado y gourmet a pocos minutos en ferry desde Auckland. Entre sus viñedos más destacados están Mudbrick Vineyard & Restaurant, Te Motu Vineyard, Stonyridge Vineyard y Batch Winery, todos ideales para relajarse con buena comida y una copa de vino.
Nueva Zelanda nos dejó la sensación de haber recorrido un país que ofrece algo para todos: playas, montañas, lagos, glaciares y ciudades con encanto, todo en distancias relativamente cortas y con una naturaleza increíble e inigualable.
































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