Qué ver y hacer en Ciudad del Cabo
- Jen y Licha

- 18 ago
- 11 Min. de lectura
Actualizado: 4 sept
Ciudad del Cabo nos cautivó desde el primer momento. Custodiada por la imponente Table Mountain, con sus barrios vibrantes, su diversidad cultural y sus playas escénicas, esta ciudad tiene un magnetismo difícil de explicar. Eso sí, a diferencia del resto de los destinos que recorrimos en Sudáfrica, aquí fue donde más notamos la desigualdad social.
Si bien nunca nos sentimos realmente inseguros, la presencia visible de personas en situación de calle nos dejó un sabor algo agridulce. Por eso, en esta ciudad es importante ser un poco más precavidos: evitar caminar por zonas poco iluminadas de noche, no dejar objetos a la vista en el auto y moverse con conciencia, como en cualquier gran ciudad con realidades desiguales.
Aterrizamos en Ciudad del Cabo alrededor de las 20:00 hs, retiramos nuestro auto de alquiler con Hertz, esta vez elegimos un modelo pequeño, ya que las carreteras del sur están en excelente estado y nos dirigimos directo a nuestro alojamiento en la zona del Waterfront, uno de los barrios más agradables y seguros para hospedarse.
Nos alojamos en Casa 1 V&A Waterfront, una guesthouse moderna, con mucha onda y perfectamente ubicada. La recomendamos sin dudar.

⏳ ¿Cuántos días dedicarle?
Nosotros estuvimos seis días y sentimos que fue apenas suficiente para todo lo que esta ciudad tiene para ofrecer.
📖 Un poco de historia
Cape Town (nombre oficial en inglés) es la ciudad más antigua de Sudáfrica, fundada en 1652 por los holandeses como un punto estratégico de abastecimiento para los barcos de la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales que navegaban hacia Asia. Su puerto natural y su ubicación geográfica hicieron que rápidamente se convirtiera en un eje comercial y político clave en el sur del continente.
Durante el apartheid, Ciudad del Cabo fue epicentro de fuertes tensiones sociales. Muy cerca de aquí, en la isla de Robben Island, Nelson Mandela pasó 18 de sus 27 años de encarcelamiento. La ciudad aún conserva cicatrices visibles de ese pasado: contrastes marcados entre barrios, desigualdad de oportunidades y estructuras sociales complejas que aún pueden percibirse.
🌊 Qué ver y hacer en Ciudad del Cabo
Desde conocer a los divertidísimos pingüinos africanos en Boulders Beach, manejar por la espectacular carretera costera de Chapman’s Peak Drive, o llegar al legendario Cabo de Buena Esperanza, donde se creía antiguamente que se unían los océanos Atlántico e Índico, hasta fotografiar las emblemáticas casitas multicolor de Muizenberg Beach o deleitarse con un fish & chips con vista al mar en Black Beard’s Seafood en Glen Marine todo en esta ciudad te invita a salir y explorar.
1.KIRSTENBOSCH BOTANICAL GARDEN
Para comenzar nuestra aventura en Ciudad del Cabo elegimos uno de los espacios verdes más reconocidos del planeta: el Jardín Botánico Nacional Kirstenbosch. Si bien no solemos incluir jardines botánicos en nuestros itinerarios, en este caso hicimos una excepción y valió totalmente la pena.
Ubicado en la ladera oriental de la mítica Table Mountain, Kirstenbosch es mucho más que un jardín: es un verdadero santuario de biodiversidad, considerado uno de los jardines botánicos más bellos del mundo. Fundado en 1913 para conservar la flora autóctona sudafricana, este lugar protege más de 9.000 especies de plantas, muchas de ellas endémicas del bioma fynbos, único del sur de África y reconocido por su increíble riqueza botánica.
La entrada cuesta 230 ZAR por persona y, sinceramente, es una visita que merece al menos medio día completo (aunque nosotros estuvimos casi todo el día). El lugar es ideal para caminar, descansar bajo árboles centenarios, hacer un picnic o simplemente sentarse a contemplar las montañas que parecen abrazar el jardín.
Senderos recomendados
Aunque hay múltiples recorridos para elegir, te dejamos nuestras rutas preferidas, que combinan lo mejor del entorno natural, la historia botánica del país y la tranquilidad del lugar:
🌺 Zona central y jardines temáticos
En el corazón del parque se encuentran varias áreas temáticas como el Jardín de Fragancias, el Jardín de Plantas Medicinales, o la sección de plantas suculentas, todas diseñadas con gran sensibilidad paisajística. Cada rincón parece pensado para conectar al visitante con el entorno y con la esencia botánica de Sudáfrica.
🔡 Braille Trail (0,45 km – 15 minutos)
Un recorrido inclusivo y sensorial, ideal para quienes buscan una experiencia distinta. Atraviesa zonas de bosque natural y humedales, con carteles en braille y señales táctiles. Es corto y vale la pena.
🌉 Centenary Tree Canopy Walkway – “Boomslang” (700 m – 15 a 30 minutos)
Uno de los íconos del jardín. Se trata de una pasarela elevada que serpentea sobre la copa de los árboles. Su diseño evoca la forma del esqueleto de una serpiente arborícola (“boomslang” en afrikáans). Las vistas a la Table Mountain desde lo alto son perfectas.
🌳 Arboretum
Justo debajo del Boomslang se encuentra esta área con más de 450 especies de árboles autóctonos del sur de África, rodeados de un bosque muy bien conservado. Un rincón ideal para los observadores de aves.
Hikes más exigentes (pero muy recomendables)
Si querés ir un poco más allá del paseo clásico, estos dos senderos ofrecen un contacto más profundo con la vegetación y la topografía del lugar:
🌲 Stinkwood Trail (1,5 km – 45 minutos)
Un sendero circular y fácil que se interna en una zona boscosa densa, hogar de los árboles más antiguos y altos de la finca.
🌿 Yellowwood Trail (3 km – 1 h 30 min)
Una opción algo más exigente, con sectores en subida, pero de gran recompensa. Conecta varias gargantas, cruza riachuelos y culmina en puntos panorámicos preciosos. El tramo junto a la Skeleton Waterfall es de lo más pintoresco.
⛰️ Skeleton Gorge Trail (∼6 km – dificultad alta – 3 a 5 horas)
Aunque no lo hicimos, vale la pena mencionarlo, ya que es considerado uno de los mejores hikes dentro del Jardín Botánico. Este sendero asciende por la garganta Skeleton hasta la cima de Table Mountain. Es exigente y empinado, pero para los amantes del trekking, ofrece una experiencia inolvidable, rodeados de vegetación exuberante y con vistas privilegiadas al llegar arriba.
2.SEA POINT PROMENADE
Después de un primer día inmersos en la naturaleza, decidimos dedicar nuestro segundo día a explorar el corazón urbano y cultural de Ciudad del Cabo, recorriendo a pie (y en auto) varios de los barrios y puntos más representativos de la ciudad.
Comenzamos el día temprano con una caminata por la Sea Point Promenade, un extenso paseo costero de unos 11 km que bordea el océano Atlántico. Este lugar es ideal para arrancar el día con aire fresco, vistas espectaculares y una vibrante energía local.
Vas a cruzarte con runners, familias, artistas callejeros, y muchos perritos paseando, todo con el fondo de las olas rompiendo y la silueta de Table Mountain de fondo.
Hay varios bancos para descansar, esculturas al aire libre, muestras de fotografía y cafeterías para desayunar frente al mar.

3.BO-KAAP
Desde allí nos dirigimos al Bo-Kaap, uno de los barrios más pintorescos de Ciudad del Cabo. Sus casas de colores vibrantes y calles empedradas son ya un ícono de la ciudad, pero detrás de la foto se esconde una historia profunda.
Este barrio fue históricamente hogar de la comunidad musulmana del Cabo, descendientes de esclavos traídos por los colonizadores holandeses desde Malasia, Indonesia e India. En tiempos coloniales, las casas debían pintarse de blanco, pero tras el fin del apartheid, los vecinos comenzaron a pintarlas con colores vibrantes como símbolo de libertad e identidad.
Además de pasear y sacar mil fotos, te recomendamos pasar por la mezquita Auwal (la más antigua de Sudáfrica) o por el pequeño Museo Bo-Kaap, que ofrece una buena introducción a la historia y cultura del barrio.
Bo-Kaap es mejor recorrerlo por la mañana o temprano por la tarde, cuando hay más movimiento y luz natural para fotos.

4.V&A WATERFRONT
Luego seguimos hacia el Victoria & Alfred Waterfront, uno de los puntos más animados y turísticos de Ciudad del Cabo. Este puerto histórico fue revitalizado y hoy combina centros comerciales, restaurantes, mercados, marinas y museos, todo con vistas espectaculares a la montaña y al océano. Aconsejamos almorzar con vista a los barcos en el Time Out Market o probar algún fish & chips en los puestos del Watershed.

5.ZEITZ MUSEUM
Cerramos el día con una visita al Zeitz Museum of Contemporary Art Africa (MOCAA), ubicado dentro de un antiguo silo de granos reconvertido en una de las joyas arquitectónicas del continente. Solo la estructura ya justifica la visita: el edificio fue remodelado conservando los cilindros originales, creando un efecto visual imponente por dentro y por fuera.
El museo está enfocado exclusivamente en arte contemporáneo africano y de la diáspora, con exhibiciones rotativas de artistas consagrados y emergentes. Es el más grande de su tipo en África y una parada obligada si te interesa el arte, la arquitectura o simplemente querés ver otra cara de la Sudáfrica moderna.
💸 Entrada general: 250 ZAR por persona.
6.ROADTRIP POR LA PENÍNSULA DEL CABO
Si tenés tiempo en Ciudad del Cabo, dedicar un día entero a recorrer la Península del Cabo es una de esas experiencias que no podés dejar pasar. A lo largo de esta ruta escénica te vas a encontrar con algunos de los paisajes más impresionantes de Sudáfrica, pueblos costeros con mucha onda, playas salvajes, colonias de pingüinos y el mítico Cabo de Buena Esperanza.
A.CAMPS BAY Y SUS 12 APÓSTOLES
Empezamos la jornada bordeando la costa atlántica desde el centro de Ciudad del Cabo hasta Camps Bay, famosa por sus aguas turquesas, palmeras y restaurantes con vista al mar. Detrás, los Doce Apóstoles, una formación montañosa que es una extensión de Table Mountain, acompañan la ruta como un telón de fondo monumental.

B.BAKOVEN BEACH
Muy cerquita de Camps Bay se encuentra Bakoven, una pequeña playa rocosa, mucho más tranquila y local. Ideal para una breve parada si querés alejarte un poco del bullicio de Camps.

C.HOUT BAY
Continuamos hacia Hout Bay, un pequeño pueblo costero con fuerte tradición pesquera. Acá también se puede tomar un barco hacia la Isla Duiker para ver lobos marinos, aunque en nuestro caso solo hicimos una breve parada para seguir ruta.

D.CHAPMANS PEAK DRIVE
Desde Hout Bay arranca una de las carreteras panorámicas más hermosas del mundo: Chapman 's Peak Drive, un tramo tallado en los acantilados con vistas vertiginosas al océano. Para acceder hay que pagar un peaje de 45 ZAR (sólo ida). Vale cada centavo, no solo por el recorrido en sí, sino por las oportunidades de sacar fotos espectaculares desde sus miradores.
E.NOORDHOEK BEACH
Tras cruzar Chapman’s, llegamos a Noordhoek Beach, una playa de arena blanca que parece no tener fin, ideal para una caminata.

F.FISH HOEK
Nuestra ruta continuó por la costa este de la Península del Cabo, donde hicimos una breve parada en Fish Hoek, un apacible barrio costero con una amplia playa de arena blanca muy frecuentada por familias locales.
En este punto, se empieza a notar el contraste entre el Atlántico y el Índico: el agua aquí es ligeramente más cálida, las olas son más suaves y el ambiente más relajado. Aunque en invierno el clima no invita a meterse al mar, fue un buen lugar para estirar las piernas, respirar aire salado y disfrutar del paisaje más sereno del lado oriental de la península.

G.ALMUERZO EN GLEN MARINE
Ya con el estómago pidiendo atención, paramos a almorzar en Black Beer’d Seafood, en Glen Marine, un sitio sencillo pero con mucha personalidad que se ganó un lugar especial en nuestro ranking gastronómico del viaje.
Probamos el que para nosotros fue el mejor fish & chips de toda la península: porción generosa, rebozado crujiente, pescado fresco y papas bien hechas. Si te gusta comer bien sin pretensiones, este lugar es un acierto total.
H.BOULDERS BEACH
Con el estómago lleno, nos dirigimos a Boulders Beach, una de las playas más entrañables del país y favorita entre los viajeros por una razón muy especial: su colonia residente de pingüinos africanos, una especie en peligro de extinción. Este espacio forma parte del sistema de conservación de SANParks, por lo que si no contás con la Wild Card, el ingreso cuesta 170 ZAR.
El recorrido se realiza a través de pasarelas de madera elevadas que permiten observar a estos simpáticos animales sin interferir con su entorno natural. Fue una experiencia inolvidable verlos caminar torpemente por la arena, tomar sol sobre las rocas o incluso darse chapuzones en las frías aguas del Atlántico.
Aunque es posible nadar en algunas calas cercanas donde los pingüinos suelen acercarse con curiosidad, nosotros viajamos en invierno, así que el agua helada nos quitó toda intención de meternos. Aun así, la visita valió completamente la pena.
I.CABO DE BUENA ESPERANZA
Nuestro siguiente destino fue uno de los más esperados del viaje: el Cabo de Buena Esperanza, una reserva natural que marca el punto más suroeste de África. Todo este territorio está gestionado también por SANParks (entrada 210 ZAR sin Wild Card).
Históricamente, este cabo fue un hito para los navegantes europeos en su camino hacia las rutas del comercio con Asia. Aunque no es el punto más austral del continente (ese título le pertenece al Cabo Agulhas), su nombre evoca leyendas de exploradores como Bartolomé Díaz o Vasco da Gama.
Además de la clásica foto con el icónico cartel del Cabo, otro de los imperdibles es subir hasta Cape Point, donde se encuentra el antiguo faro, ubicado sobre un promontorio escarpado con vistas privilegiadas del océano Atlántico y del punto donde se encuentran las dos grandes corrientes marinas.
Nosotros lamentablemente no llegamos a hacerlo por falta de tiempo y luz, ya que aún nos quedaba un destino más por visitar ese día. Si vas con margen, no dejes pasar la oportunidad de subir hasta allí: las panorámicas desde lo alto prometen ser inolvidables.
Eso sí, tuvimos la suerte de cruzarnos a nuestra salida con un grupo de avestruces caminando entre los arbustos, en total libertad y sin inmutarse por nuestra presencia. Un verdadero regalo de la naturaleza que volvió aún más especial este rincón legendario del planeta.
J.MUIZENBERG
Y para cerrar el día, ya de regreso hacia Ciudad del Cabo, hicimos una breve parada en Muizenberg, famosa por sus coloridas casitas de madera sobre la playa. Es una zona popular entre surfistas y muy fotogénica para cerrar esta jornada.

7.LIONS HEAD
Después de dos días seguidos de lluvia, cosas que pueden pasar viajando en invierno al hemisferio sur, finalmente volvió a salir el sol en Ciudad del Cabo, y lo aprovechamos al máximo subiendo uno de sus picos más icónicos: Lion’s Head.
Esta montaña, con sus 669 metros sobre el nivel del mar, forma parte del Parque Nacional Montaña de la Mesa y se encuentra justo entre Table Mountain y Signal Hill, ofreciendo una de las mejores vistas 360° de la ciudad, la costa atlántica y el océano.
La caminata tiene una duración aproximada de dos horas (ida y vuelta) y recorre unos 5,5 km con una elevación moderada, aunque es importante advertir que el último tramo del ascenso es empinado y requiere trepar con ayuda de cadenas, grapas y escaleras fijas en la roca. No se recomienda para personas con vértigo o movilidad reducida, pero si te animás, la recompensa es inmensa: las vistas desde la cima son espectaculares.
8.TABLE MOUNTAIN
Y para cerrar nuestra estadía en Ciudad del Cabo, decidimos visitar su emblema absoluto: la Table Mountain, una de las 7 maravillas naturales del mundo y sin duda una de las postales más impactantes del país.
El ascenso se puede hacer a pie por el sendero Platteklip Gorge, una caminata exigente de unas 2 horas, recorriendo 4 km con una elevación de 650 metros. Nosotros, tras varios días de caminatas intensas, optamos por el Table Mountain Aerial Cableway, un teleférico moderno y panorámico.
Gracias a la Wild Card, obtuvimos un 20% de descuento, y como subimos después de las 13:00 hs, también aprovechamos la tarifa reducida. Pagamos 360 ZAR ida y vuelta. Además, en ese horario suele haber menos visitantes, así que pudimos acceder sin colas ni esperas.
Tip: no corras a buscar “el mejor lugar” dentro de la cabina, ya que el suelo del teleférico gira 360° durante el trayecto, permitiendo que todos los pasajeros disfruten de las vistas.
Una vez arriba, el paisaje es alucinante. Literalmente estás entre las nubes, con vistas despejadas del océano, la ciudad, Lion’s Head y los 12 Apóstoles. Te recomendamos rodear la meseta superior caminando por los senderos bien marcados, en menos de una hora podés recorrer todo el perímetro tranquilamente.
Nosotros decidimos sumarle el Maclears Beacon, el sendero más largo de la cima, con 5,5 km, dificultad moderada y una duración estimada de 1 hora y media. Este es el punto más alto de la montaña, a 1.086 metros sobre el nivel del mar. Si bien fuimos ilusionados con las vistas, el resultado no fue el esperado, igual no está demás hacerlo.
Estuvimos cerca de tres horas y media explorando y, sin dudas, fue el mejor cierre de Ciudad del Cabo.















































Comentarios