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Qué ver y hacer en Panorama Route

  • Foto del escritor: Jen y Licha
    Jen y Licha
  • 18 ago
  • 7 Min. de lectura

Actualizado: 4 sept


Panorama Route: la ruta escénica más famosa de Sudáfrica


Ubicada en la provincia de Mpumalanga, a pocas horas de Johannesburgo y muy cerca del Parque Nacional Kruger, la Panorama Route es uno de los trayectos más espectaculares que se pueden hacer en Sudáfrica. A lo largo de la carretera principal (R532) se concentran miradores espectaculares, cascadas imponentes, cañones gigantes y pequeños pueblos con mucho encanto.


Lo que hace única a esta ruta es que en pocos kilómetros podés disfrutar de una enorme diversidad de paisajes: desde el imponente Blyde River Canyon, uno de los más grandes del mundo, hasta formaciones rocosas insólitas como las de Bourke’s Luck Potholes, pasando por balcones naturales como God’s Window, que en días despejados regalan vistas que se extienden hasta Mozambique.


Es un recorrido ideal para quienes disfrutan de la naturaleza, la fotografía y los roadtrips, y suele combinarse muy bien con la visita al Kruger.


¿Cómo recorrerla?


La forma más cómoda es en auto de alquiler, ya que los puntos de interés están distribuidos a lo largo de la carretera R532 y las distancias son cortas. Los lugares más emblemáticos que no pueden faltar son:


  1. Blyde River Canyon: el tercer cañón más grande del mundo, con vistas inolvidables.


  2. Three Rondavels: mirador icónico con sus tres colinas redondeadas.


  3. God’s Window: un balcón natural con panorámicas que, en días despejados, llegan hasta Mozambique.


  4. Bourke’s Luck Potholes: formaciones rocosas creadas por la erosión del agua.


  5. Cascadas como Lisbon Falls o Berlin Falls, ideales para hacer paradas rápidas y disfrutar del paisaje.


¿Cuántos días dedicarle?


Lo mínimo es un día completo, suficiente para recorrer los principales miradores y cascadas.


Sin embargo, nosotros recomendamos 2 a 3 días si querés hacer el recorrido con más calma, sumar caminatas, parar en varios miradores y disfrutar de pueblos cercanos como Graskop, Sabie o Hazyview, donde además hay buena oferta de alojamientos y restaurantes.


¿Dónde alojarse?


  • Graskop: práctico para estar en el corazón de la ruta, con opciones de guesthouses y lodges.


  • Hazyview: ideal si lo combinás con una visita al Kruger, ya que está a solo 15 km de una de las puertas del parque.


  • Sabie: un pueblo pequeño y tranquilo, perfecto si buscás relax y contacto con la naturaleza.


Mejor época para visitarla


La Panorama Route se puede visitar todo el año, pero el invierno (mayo–septiembre) es nuestra estación recomendada. El clima es seco y despejado, ideal para tener las mejores vistas desde los miradores.


Bourke’s Luck Potholes
Bourke’s Luck Potholes


Nuestra experiencia recorriendo la Panorama Route


Tras despedirnos de Drakensberg y con la emoción renovada por lo que venía, emprendimos un nuevo tramo de nuestra aventura sudafricana: recorrimos 570 km hasta llegar a Graskop, el punto de partida ideal para descubrir la icónica Panorama Route. Fue una jornada de ruta larga, pero la promesa de paisajes inolvidables nos mantuvo motivados durante cada kilómetro.


Graskop es una pequeña localidad perfecta para hacer noche, descansar y recargar energías antes de empezar una de las rutas escénicas más impresionantes de África.


La Panorama Route se extiende por aproximadamente 100km desde Sabie hasta las Echo Caves, atravesando la carretera R532, que se encuentra en excelente estado y es apta para todo tipo de vehículos. Esta ruta fue nuestra elección ideal para conectar Drakensberg con el Parque Nacional Kruger, pero también es un viaje en sí mismo, con paradas obligadas que merecen ser disfrutadas sin apuro.


A lo largo del camino fuimos deteniéndonos en los principales puntos de interés, que te detallaremos a continuación, cada uno con su propia impronta.


Al final del día, hicimos noche en Phalaborwa, una tranquila ciudad que sería nuestro puento de partida para el próximo capítulo de nuestro viaje: el tan esperado ingreso al Parque Nacional Kruger.



1.THE PINNACLE ROCK


Comenzamos nuestra travesía por la Panorama Route con una de las formaciones más curiosas del recorrido: el imponente Pinnacle Rock. Se trata de una columna vertical de cuarcita, de unos 30 metros de altura, que se eleva de forma solitaria desde el fondo del valle cubierto por exuberante vegetación. Es como si la naturaleza hubiera querido dejar una escultura en medio del paisaje, desafiando las leyes de la gravedad.


Al igual que los siguientes puntos de interés, Pinnacle Rock no está cubierto por la Wild Card, un detalle a considerar. La Panorama Route no pertenece al sistema de parques nacionales. La entrada tuvo un costo simbólico de 20 ZAR (alrededor de 1 USD)


La pasarela de acceso al mirador es corta y bien señalizada. Desde allí se obtienen vistas espectaculares del valle y del propio monolito. Es una parada rápida para empezar a adentrarse en la geografía y la atmósfera especial de esta región.



Pinnacle Rock
Pinnacle Rock


2.GODS WINDOW


Desde Pinnacle Rock continuamos nuestro recorrido hacia uno de los puntos más emblemáticos de toda la Panorama Route: el célebre God’s Window. A tan solo unos kilómetros de distancia, este mirador no solo es famoso por su nombre celestial, sino también por ofrecer algunas de las vistas más impresionantes de toda Sudáfrica.


La entrada costó 15 ZAR por persona. El sitio cuenta con varios miradores escalonados, a los que se accede por senderos cortos rodeados de una vegetación casi tropical. En los días despejados, como el que tuvimos la suerte de disfrutar, se pueden ver, literalmente, hasta las llanuras del Parque Nacional Kruger e incluso, en condiciones ideales, el borde de Mozambique en el horizonte.



Vistas de Gods Window
Vistas de Gods Window


3.LISBON FALLS (94 METROS)


Y seguimos nuestro recorrido hacia las Lisbon Falls, las cataratas más altas de Sudáfrica. Ubicadas a unos pocos kilómetros al norte de Graskop, en dirección a Blyde River Canyon, son una parada imperdible. El ingreso tuvo un costo de 20 ZAR por persona y el acceso fue sencillo, con estacionamiento cercano y un sendero corto que lleva directamente a los miradores principales.


Las Lisbon Falls caen desde una altura de aproximadamente 94 metros, en una doble cortina que se desploma con fuerza desde un acantilado rojizo hacia una piscina natural rodeada de vegetación. El agua pertenece al río Lisbon, uno de los tantos afluentes que surcan esta región montañosa rica en minerales y biodiversidad.


Lisbon falls
Lisbon falls


4.BERLIN FALLS


Después de visitar las Lisbon Falls, seguimos nuestro recorrido por la Panorama Route hacia las tranquilas y estilizadas Berlin Falls. Menos concurridas que otras cascadas de la zona, estas ofrecen un ambiente más calmo.


El acceso tiene un costo de 20 ZAR por persona, y como todos los puntos de la ruta, no está incluido en la Wild Card. El sendero que lleva al mirador es corto y accesible, y permite observar la cascada desde un punto elevado con muy buenas vistas.


Las Berlin Falls tienen una caída de alrededor de 80 metros, descendiendo en línea recta desde una garganta natural hacia una piscina de aguas oscuras, rodeada por vegetación y muros de piedra rojiza.


Su nombre proviene de los colonos alemanes que se establecieron en la región durante la fiebre del oro en el siglo XIX, y que dejaron su huella en varios lugares del mapa con nombres europeos.


Es una parada agradable, especialmente si se busca un momento más tranquilo en medio del recorrido.


Berlin Falls
Berlin Falls


5.BOURKES LUCK POTHOLES


Otro punto imprescindible de la Panorama Route es sin duda Bourke’s Luck Potholes, una verdadera maravilla geológica esculpida por la paciencia del tiempo y la fuerza del agua. Aquí, los ríos Blyde y Treur se encuentran, y su confluencia ha dado lugar a un paisaje único: una superficie de roca rojiza repleta de formaciones cilíndricas, talladas por millones de años de erosión.


Estas cavidades, conocidas como “potholes”, se formaron por el remolino constante de agua cargada de sedimentos, que al girar fue puliendo la roca sedimentaria hasta crear piscinas naturales, cañones y pequeñas cascadas. El resultado es un conjunto de formas orgánicas totalmente surrealistas.


El sitio cuenta con pasarelas elevadas y puentes peatonales que permiten recorrer el área con facilidad y disfrutar de las vistas desde distintos ángulos. Recomendamos no quedarse solo en la parte más cercana al acceso, sino continuar caminando hacia los sectores superiores del río, donde también se pueden encontrar pequeñas pozas de agua ideales para descansar un rato o refrescarse los pies.


La entrada tiene un costo de 150 ZAR por persona, lo que lo convierte en uno de los sitios con tarifa más elevada dentro de la ruta, pero la visita lo justifica. Calculá al menos una hora para recorrerlo con tranquilidad, hacer fotos y apreciar los detalles de este lugar tan particular.




6.THREE RONDAVELS VIEWPOINT


Para cerrar nuestro recorrido por la Panorama Route, decidimos terminar en uno de sus puntos más emblemáticos y fotografiados: el mirador de Three Rondavels. Este lugar ofrece una de las imágenes más reconocidas de Sudáfrica.


Las Three Rondavels son tres formaciones rocosas de formas redondeadas que sobresalen del borde del Blyde River Canyon, uno de los cañones más grandes del mundo y el segundo más grande de África. Su nombre proviene del parecido con las chozas tradicionales africanas, llamadas rondavels, que históricamente eran construidas con barro, piedra y techos cónicos de paja.


Desde el mirador, se obtiene una vista panorámica impresionante del cañón, con las rondavels al frente, alineadas como tres gigantes dormidos, y más abajo, el río Blyde serpenteando a través de la vegetación, formando una curva con forma de herradura que aparece en casi todas las postales de esta ruta.


El ingreso tuvo un costo de 90 ZAR por persona, y el acceso es simple, con estacionamiento cercano y varios puntos elevados distribuidos a lo largo del precipicio. Cada uno ofreciendo una perspectiva diferente del paisaje, así que vale la pena caminar unos minutos entre miradores y tomarse el tiempo para absorber todo lo que el entorno tiene para dar.


Tras una buena cantidad de fotos y unos minutos admirando el lugar, emprendimos el tramo final hacia Phalaborwa, donde haríamos noche antes de nuestro tan esperado ingreso al Parque Nacional Kruger.



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