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Qué ver y hacer en Drakensberg

  • Foto del escritor: Jen y Licha
    Jen y Licha
  • 17 ago
  • 11 Min. de lectura

Actualizado: 4 sept

La cordillera de Drakensberg —“Montañas del Dragón” en afrikáans— es uno de los rincones más lindos de Sudáfrica. Se extiende a lo largo de más de 1.000 km, marcando en gran parte la frontera con Lesoto, y está reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.


El paisaje combina montañas altas, valles verdes y muchas cascadas, lo que lo convierte en un destino perfecto para quienes disfrutan de la naturaleza y el senderismo. Entre sus puntos más conocidos están el Amphitheatre, una impresionante pared de roca de varios kilómetros de ancho, y picos como el Champagne Castle o el Cathedral Peak.


Además, Drakensberg tiene un gran valor cultural: en sus cuevas se conservan miles de pinturas rupestres del pueblo San (bosquimanos), que cuentan parte de su vida cotidiana y su vínculo con el entorno.


👉 ¿Por qué incluirlo en tu viaje?


Porque Drakensberg ofrece mucho más que montañas imponentes: podés conectar con la naturaleza en sus infinitos senderos y reservas, disfrutar de un vino local al atardecer, hacer un típico asado sudafricano o simplemente relajarte junto a una chimenea en las noches frescas de montaña. Es un destino que combina aventura y descanso en un mismo lugar.


Cómo recorrerlo


La cordillera está dividida en tres zonas principales:


  1. Northern Drakensberg: donde se encuentra el Amphitheatre y algunos de los trekkings más famosos.


  2. Central Drakensberg: con picos icónicos como el Champagne Castle y varias rutas accesibles.


  3. Southern Drakensberg: más tranquilo y menos turístico, ideal para quienes buscan desconexión.


Lo más cómodo es alquilar un auto y recorrerla por tramos, ya que las distancias son largas y el transporte público es muy limitado.


Dónde alojarse


La región tiene desde campings y hostales hasta lodges boutique y hoteles de lujo. Algunas zonas recomendadas para instalarse son:


  • Bergville o Winterton: buena base para explorar el norte y centro.


  • Underberg: ideal para recorrer la parte sur y hacer la excursión al Sani Pass, la puerta de entrada a Lesoto (a nosotros nos quedo pendiente).


  • Hoteles rurales o lodges en reservas privadas: perfectos para quienes buscan naturaleza y confort.


Mejor época para visitarlo


Verano (noviembre a marzo): días cálidos, verdes intensos y lluvias frecuentes por la tarde. Perfecto para paisajes vibrantes, aunque con algo de humedad.


Invierno (junio a agosto): clima más seco y cielos despejados, ideal para hacer trekkings. Las noches son frías e incluso puede nevar en las cumbres, lo que le da un encanto especial.


Época ideal: entre abril y mayo o de septiembre a octubre, cuando el clima es templado, los paisajes están en su mejor momento y hay menos afluencia de turistas.


¿Cuántos días dedicarle?


Nuestra recomendación es una semana completa en Drakensberg. La cordillera es extensa y cada zona tiene su propia personalidad, por lo que con menos días es fácil sentir que te quedaste corto.


Con 7 días podés:


  • Dedicarle 4 días al norte, explorando el Amphitheatre y sus distintos trekkings.


  • Pasar 2–3 días en el centro, disfrutando de picos icónicos, bodegas y lodges de montaña.


  • Terminar con 1–2 días en el sur, una zona más tranquila, ideal si queres hacer la excursión al Sani Pass, la puerta de entrada a Lesoto (nosotros focalizamos en el norte y centro de la zona)


De esta manera, vas a poder combinar caminatas, relax, gastronomía y paisajes sin andar corriendo.


Vistas a las montañas de Drakensberg
Vistas a las montañas de Drakensberg


Nuestro itinerario de una semana


Desde el aeropuerto de Johannesburgo pusimos rumbo sur hacia la región de Drakensberg, recorriendo aproximadamente 405 kilómetros durante unas cuatro horas y media. Esta cordillera, cuyo nombre en afrikáans significa “Montañas del Dragón”, forma parte de la Gran Escarpa, una de las formaciones geológicas más importantes del sur de África. Se extiende por más de 1.000 kilómetros a lo largo de la frontera con Lesoto, y sus cumbres, que superan los 3.000 metros de altitud, ofrecen paisajes de ensueño, senderos épicos y una biodiversidad que sorprende a cada paso.


Así arrancamos nuestra gran ruta sudafricana, con toda la emoción de saber que lo mejor aún estaba por venir. Las montañas, la naturaleza salvaje y el contacto con la cultura local nos esperaban. Y si algo podemos decir desde ya, es que este viaje nos transformaría para siempre.


Por la tarde llegamos a nuestro alojamiento en Berghaven Holiday Cottages, y desde el primer momento supimos que habíamos acertado. Este encantador complejo de cabañas está ubicado en la pintoresca zona de Cathkin Park, en el corazón del Central Drakensberg, y fue mucho más que un lugar para dormir: se convirtió en nuestro hogar durante una semana.


Las cabañas, acogedoras y muy bien equipadas, se asoman a una laguna interna rodeada de vegetación, con las imponentes montañas de fondo. Es el tipo de imagen que uno desearía congelar en el tiempo. Por las mañanas, el canto de los pájaros acompañaba el desayuno, mientras que por las tardes, podíamos ver cómo ciervos, patos, monos y una increíble variedad de aves visitaban el predio. Incluso los perros del lugar, amigables y juguetones, nos robaron una sonrisa y nos hicieron pensar en Camilo, nuestro compañero perruno que nos espera en Buenos Aires para cuando retomemos las rutas americanas.


Uno de los grandes placeres fue reencontrarnos con una parrillita al aire libre. Después de varios meses sin poder disfrutar de un buen asado —y tras pasar por destinos donde la carne vacuna brillan por su ausencia como Marruecos y Egipto—, esta fue una celebración en sí misma. Además, las noches frescas de montaña invitaron a prender la chimenea y disfrutar de la calidez de la cabaña con una copa de vino y el mapa del día siguiente sobre la mesa.


Berghaven Holiday Cottages
Berghaven Holiday Cottages

Más allá de su belleza y comodidad, la ubicación fue otro punto a favor. Cathkin Park se encuentra estratégicamente situado entre dos de las secciones más populares del Drakensberg Park, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO por su espectacular geografía y su valor cultural. Desde aquí, pudimos acceder fácilmente a todos los senderos y puntos de interés que habíamos marcado previamente.

Nos quedamos una semana completa en Berghaven, y la verdad es que nos costó irnos.

Fue un oasis en el viaje, un lugar donde pudimos bajar el ritmo, reconectar con la naturaleza y, al mismo tiempo, organizar nuestras salidas diarias por la región. Si estás planeando visitar esta zona del Drakensberg, te recomendamos este alojamiento con los ojos cerrados: ideal para relajarse, explorar y sentirse como en casa, incluso estando tan lejos.



1.MONKS COWL


Nuestro primer día de exploración activa en la región del Drakensberg comenzó a solo 10 km de nuestro alojamiento, en el Monks Cowl National Park, uno de los accesos más populares al Drakensberg Park. Este sector se caracteriza por su paisaje montañoso de formas imponentes, valles profundos y una biodiversidad extraordinaria. Además, el ingreso estaba incluido gracias a nuestra Wild Card, un beneficio que seguimos celebrando con cada nueva aventura.


Elegimos el sendero The Blind Man’s Corner, una caminata de aproximadamente 12 km, con una duración estimada entre 5 y 6 horas. Aunque la dificultad está catalogada como moderada-difícil, fue un reto que valió cada paso. El ascenso, que supera los 840 metros de desnivel, atraviesa bosques, arroyos y praderas abiertas desde donde se obtienen vistas panorámicas de ensueño.


The Blind Man’s Corner
The Blind Man’s Corner

Este trekking fue, sin dudas, uno de nuestros favoritos del viaje. A medida que ascendíamos, el aire fresco de montaña, el silencio interrumpido solo por los pájaros y el horizonte recortado por picos escarpados nos envolvieron por completo.


Y como toda gran jornada merece un buen cierre, al regresar hicimos una parada en la Drakensberg Brewery, una cervecería artesanal local que se ha ganado su fama en la región. Rodeada de un entorno natural encantador, probamos algunas de sus cervezas más populares (la Pale Ale y la Blonde fueron nuestras preferidas) y brindamos por el primer día de hiking, que nos dejó el cuerpo cansado, el alma feliz y la emoción por todo lo que aún quedaba por descubrir.


Drakensberg Brewery
Drakensberg Brewery


2.PARQUE NACIONAL GOLDEN GATE HIGHLANDS


Para nuestro segundo día en la región decidimos madrugar y poner rumbo hacia el destino más alejado de nuestro itinerario en el área: el Golden Gate Highlands National Park, ubicado a unos 173 kilómetros de nuestro alojamiento, lo que nos tomó aproximadamente dos horas y cuarto de carretera. Salimos a las 06:00 am con el mate en mano y muchas ganas de seguir descubriendo los tesoros escondidos de Sudáfrica.

A las 08:30 hs ya estábamos en la entrada del parque, listos para comenzar nuestra jornada de trekking. El acceso también estaba incluido en nuestra Wild Card.


Comenzamos con el Echo Ravine Trail, un sendero corto pero empinado de 1,9 km (ida y vuelta), con un desnivel positivo de 163 metros y un tiempo estimado de 55 minutos. Este trail nos llevó a través de un angosto cañón rocoso, flanqueado por paredes naturales que, como su nombre lo indica, devuelven cada sonido con un eco envolvente. La luz matinal filtrándose entre las piedras creó una atmósfera mágica para este primer recorrido.


Luego, ya con el cuerpo en movimiento y muchas ganas de más, nos lanzamos al Brandwag Buttress Trail, otra caminata breve pero intensa de 2,1 km, con 166 metros de desnivel y una duración aproximada de una hora. Este sendero asciende hasta la cima del famoso Brandwag Buttress, una enorme pared de roca que domina el paisaje del parque. Desde arriba, las vistas de los Highlands de Maluti y los amplios valles del Free State son simplemente espectaculares.


Terminadas las caminatas, armamos un picnic en una de las áreas de descanso del parque, rodeados por una inmensidad que invitaba a quedarnos ahí todo el día. Pero todavía nos esperaba una última parte del plan: tomamos el auto y recorrimos la ruta escénica interior del parque, una serie de caminos perfectamente señalizados que serpentean entre las colinas y llevan a diversos miradores panorámicos. Desde allí, contemplamos formaciones como la Mushroom Rock y el Generaalskop, el punto más alto del parque, a más de 2.700 metros sobre el nivel del mar.


Echo Ravine Trail
Echo Ravine Trail


3.CATHEDRAL PEAK WINE ESTATE


Tras dos días intensos de trekking por senderos y paisajes épicos, decidimos que nuestro tercer día en Drakensberg merecía un cambio de ritmo. Así fue como pusimos rumbo a una joyita escondida entre montañas: la bodega Cathedral Peak Wine Estate, una propuesta diferente en el corazón de esta región montañosa que, aunque no es famosa por su producción vitivinícola, nos regaló una experiencia encantadora.


Ubicada en un entorno de ensueño, rodeada por los picos del Drakensberg Central, esta bodega ofrece una pausa perfecta para quienes buscan maridar la naturaleza con una buena copa de vino. La degustación, que tuvo un costo de 21 USD para los dos, incluyó cinco etiquetas diferentes y una tabla de quesos tan bien lograda que, después de semanas sin probar algo así, nos emocionó. Fue el cierre gourmet que no sabíamos que necesitábamos.


Probamos tres vinos de su línea Estate Range:


  • Pinotage, la cepa emblemática de Sudáfrica, resultado del cruce entre Pinot Noir y Cinsault, con notas especiadas y un toque ahumado;

  • Blanc de Blanc, fresco y cítrico, ideal para los calores del mediodía;

  • Blanc de Noir, un rosado sutil que sorprendió por su equilibrio.


Para coronar la degustación, cerramos con dos etiquetas especiales:


  • El UNESCO 985, un blend homenaje a la designación de esta región como Patrimonio Mundial de la Humanidad, que combina Cabernet Sauvignon y Pinotage;

  • Y nuestro favorito de la jornada, el Merlot Reserva, con taninos suaves y un carácter más redondo, perfecto para cerrar el día.


Ahora bien, si sos amante del vino como nosotros (y encima venís de Argentina, con estándares bastante exigentes), es probable que no encuentres aquí grandes revelaciones. Los vinos son correctos, honestos, y lo más valioso de la experiencia radica en el entorno, el trato cálido y el placer de encontrar algo diferente en una zona donde reinan los trekkings y las caminatas.


Cathedral Peak Wine Estate no compite con gigantes como Stellenbosch o Franschhoek, pero sí ofrece una experiencia relajada, auténtica y con el valor agregado de sentarse a brindar entre montañas. Ideal para hacer una pausa, dejar las botas de senderismo por un rato y simplemente disfrutar del paisaje con una copa en la mano.


Degustación en la bodega Cathedral Peak Wine Estate
Degustación en la bodega Cathedral Peak Wine Estate


4.CATHEDRAL PEAK & DIDIMA VALLEY


Y después de nuestra pausa entre copas de vino, volvimos a lo que más nos apasiona en este tipo de viajes: caminar. En nuestro cuarto día en la región del Drakensberg, nos dirigimos hacia el sector norte, más precisamente al valle de Didima, en las inmediaciones del Cathedral Peak, una de las zonas más emblemáticas y fotografiadas del parque.


El trayecto desde Cathkin Park hasta allí fue de unos 65 km, aproximadamente una hora y media de ruta panorámica. Esta zona, ubicada dentro del Drakensberg Park, destaca por su perfil montañoso dramático, con picos que parecen tocar el cielo y valles verdes surcados por ríos cristalinos. El acceso a esta sección también estaba incluido con nuestra Wild Card, lo que nuevamente nos simplificó todo.


El primer sendero que elegimos fue el Mushroom Rock Trail, que parte desde el histórico Cathedral Peak Hotel. Esta caminata de 2,4 km (ida y vuelta), con un desnivel positivo de 355 metros, nos llevó unas dos horas a ritmo tranquilo, disfrutando cada tramo. La gran protagonista del recorrido es una formación rocosa natural en forma de hongo (de ahí su nombre) que se alza solitaria en medio del paisaje. Las vistas desde allí hacia las montañas circundantes son absolutamente imponentes.


Con energías aún en reserva, decidimos sumar una segunda caminata: el sendero hacia Doreen Falls, una cascada escondida entre el follaje que se alcanza tras una caminata moderada de 2,1 km, con solo 98 metros de elevación, ideal para completar el día sin exigir demasiado al cuerpo. En menos de una hora, llegamos a esta caída de agua fresca, perfecta para sentarse un rato y refrescar los pies.


Mushroom Rock Trail
Mushroom Rock Trail


5.PARQUE NACIONAL ROYAL NATAL


Para cerrar nuestra estadía en la región de Drakensberg, decidimos ir por todo y dirigirnos hacia uno de los sectores más famosos y fotografiados del parque: el Royal Natal National Park, ubicado a unos 100 km de nuestro alojamiento. Este parque forma parte del extremo norte de Drakensberg y es hogar de algunos de los paisajes más impresionantes de Sudáfrica, como el Amphitheatre, una formación rocosa semicircular de cinco kilómetros de largo que parece una muralla natural tallada por gigantes.


Nuestra intención era realizar el icónico Sentinel Peak Hike, un trekking de 13 km catalogado como difícil, con 850 metros de elevación y una duración de aproximadamente 6 horas. Esta caminata es famosa porque permite llegar a la cima del Amphitheatre y tener una vista directa a la Tugela Falls, considerada una de las cascadas más altas del mundo. Sin embargo, el acceso al inicio del sendero estaba a más de 2 horas y media adicionales de carretera, y ya habíamos salido algo tarde. Con cierta decepción, decidimos recalcular.


Igual Sudáfrica nunca decepciona, y rápidamente encontramos una alternativa que terminó cuadrándose: el Tugela Gorge Hike. Este trekking, de aproximadamente 15 km (ida y vuelta), nos tomó unas 5 horas y nos ofreció una experiencia completamente diferente: en lugar de ver la cascada desde arriba, uno se adentra en la garganta que la recibe, caminando a lo largo del río Tugela, cruzando puentes colgantes, rocas y túneles naturales, en una travesía que se siente salvaje.


Con una elevación de 625 metros, el sendero es desafiante pero accesible, y regala vistas constantes del imponente anfiteatro que va ganando protagonismo a medida que uno se adentra en el valle. La caminata culmina en un punto donde, si las condiciones climáticas lo permiten, se puede ver la cascada Tugela cayendo en la distancia. En nuestro caso, aún no estaba en su máximo caudal, por lo que reafirmamos nuestra promesa: volver en verano para ver la caída en todo su esplendor y finalmente conquistar el Sentinel Peak.


Tugela Gorge Hike
Tugela Gorge Hike

Así nos despedimos de Drakensberg, con las piernas cansadas, el corazón lleno y un destino pendiente que nos asegura un regreso. Ahora nos espera un nuevo capítulo en nuestra aventura por Sudáfrica: ponemos rumbo a la mítica Panorama Route, sabiendo que lo que viene promete tanto como lo que dejamos atrás.


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