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Qué ver y hacer en Ninh Binh

  • Foto del escritor: Jen y Licha
    Jen y Licha
  • 13 ago
  • 8 Min. de lectura

Actualizado: 4 sept

Desde el puerto de Ha-Long emprendimos un viaje de unas 4 horas rumbo a uno de nuestros destinos preferidos, no solo de Vietnam, sino del mundo entero. Ninh Binh nos esperaba, y la emoción crecía con cada kilómetro recorrido. El traslado en mini van nos costó 230.000 VND y valió cada centavo.


Ya desde la ruta, los paisajes eran de otro planeta: montañas kársticas que emergen entre arrozales y ríos serpenteantes… no por nada a esta región se la conoce como “la bahía de Ha-Long terrestre”.


Llegamos al atardecer a nuestro alojamiento soñado, escondido en plena selva: el Trang An Eco Lodge. Sin dudas, fue el lugar más encantador en el que nos hospedamos en todo el viaje. Rodeado de un entorno natural imponente, lo que realmente hizo única la experiencia fue la calidez de quienes lo gestionan, que te reciben como si fueras de la familia.


Por las noches, la pileta se transformaba en un rincón mágico: se encendían fogoneros que invitaban a charlar con otros viajeros del mundo, compartiendo historias, anécdotas y sueños. Sin dudas, una de esas experiencias que se quedan grabadas en el corazón.



Atardecer en Ninh Binh
Atardecer en Ninh Binh

1.TRANG AN | PASEO EN BARCO 


Nuestro primer día en Ninh Binh comenzó con la actividad estrella de la región: un paseo en barca por Trang An, un lugar que parece sacado de una película que literalmente lo es. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2014, este espectacular paisaje fue también escenario de la película Kong: Skull Island. Y es que el entorno natural, con sus montañas kársticas, ríos serpenteantes y templos ocultos entre la vegetación, es simplemente de otro mundo.


De las opciones disponibles, recomendamos elegir Trang An por sobre el paseo en Tam Coc, ya que es más largo, menos concurrido y, sin duda, más impresionante a nivel natural.


Para vivir esta experiencia, solo tenés que acercarte al muelle ubicado a orillas del río y comprar tu entrada ahí mismo. El paseo cuesta 250.000 VND por persona, e incluye tanto la navegación en barca como la entrada al complejo. El recorrido dura entre 2 y 3 horas, y podés elegir entre tres rutas diferentes, cada una con su propia combinación de cuevas, templos y paisajes increíbles.


Nosotros elegimos la Ruta 3, la más nueva y, por eso, también la menos turística. Esta opción ofrece una experiencia de unas 3 horas, ideal si querés sumergirte por completo en la magia de Trang An. Entre los puntos destacados de este recorrido están el Templo Trinh, la Cueva de las Nubes, Suoi Tien, la Cueva Dai, el Palacio Vu Lam, y el famoso set de filmación de King Kong. Además, incluye la Cueva Dot (Hang Dot), la más larga del complejo con un kilómetro de longitud (ojo si sos claustrofóbico) y la icónica pagoda flotante en medio del río.


Sin dudas, esta es una de esas experiencias mandatoria en tu viaje por Vietnam.


Para llegar a Trang An, tomamos un Grab (una app tipo Uber). Si todavía no te animás a moverte en moto, esta es una alternativa súper económica y práctica. Para distancias más cortas, también podés caminar o usar bicicleta: casi todos los alojamientos de la zona ofrecen este servicio sin costo.




2.BICH DONG PAGODA


Desde Trang An, continuamos nuestro recorrido hacia otro de los imperdibles de Ninh Binh: la mística Pagoda Bich Dong, ubicada en la zona de Tam Coc. A partir de aquí, decidimos hacer todo el trayecto a pie, y fue una de las mejores decisiones del viaje. Los paisajes que nos regaló el camino fueron tan mágicos que merecen ser disfrutados sin apuro, paso a paso.


La Pagoda Bich Dong es un antiguo templo escondido entre montañas, rodeado de vegetación, tranquilidad y encanto. Se encuentra en el pintoresco pueblo de Đam Khê, y además de su entorno natural imponente, sorprende por su arquitectura tradicional, única en la región. Construida en el siglo XV, durante el reinado de Le Thai To, esta joya espiritual fue excavada directamente en la roca caliza, mimetizándose con la montaña y destacándose por su fotogénica puerta de entrada, que da paso a un puente rodeado por un estanque repleto de flores de loto. Sin dudas, una de las postales más lindas que vas a capturar en todo el viaje.


El complejo está construido siguiendo el estilo tradicional chino conocido como “Tam”, que significa tres, en referencia a sus tres niveles de pagodas: Ha (inferior), Trung (media) y Thuong (superior). Estas se distribuyen a lo largo del flanco de la montaña, formando una especie de escalera natural. Cada nivel tiene su propio encanto y para llegar hasta el último deberás subir unas empinadas escaleras, pero el esfuerzo vale la pena.


El templo, hecho en madera y con tejados de tejas curvas que recuerdan las alas de un fénix, transmite una paz única. En cada rincón se respira espiritualidad y conexión con la naturaleza.


Además, la entrada es totalmente gratuita y el lugar está abierto todos los días de 09:00 a 18:00 hs. Si estás en Ninh Binh, este es uno de esos lugares que no podés dejar pasar.


Pagoda Bich Dong
Pagoda Bich Dong


3.TREKKING MUA CAVE


Hicimos una breve parada en el centro de Tam Coc para recargar energías con una rica pizza (a veces el cuerpo pide comida occidental y unos buenos carbohidratos) antes de enfrentarnos a una de las caminatas más espectaculares de todo el viaje: la subida a Mua Cave.


Este lugar es, sin exagerar, uno de los paisajes más imponentes de todo Vietnam. Y si estás buscando el mejor atardecer del país, acá lo vas a encontrar. Son 500 escalones los que te separan de la cima, y aunque la subida puede resultar exigente, la recompensa es tan alucinante que cada paso vale la pena.


Una vez arriba, podés elegir entre dos miradores: uno te lleva a una torre donde ondea la bandera vietnamita; el otro, al famoso Pico del Dragón, coronado por una escultura imponente y vistas panorámicas que te dejarán sin palabras. Eso sí, este último suele llenarse de turistas, así que nosotros preferimos descender unos metros para disfrutar del atardecer en un rincón más tranquilo. Ver cómo el sol cae sobre el serpenteante río Ngo Dong, rodeado de arrozales y montañas kársticas, fue una de las postales más inolvidables del viaje.


Alrededor de la base de la montaña, también se extiende un encantador camino que atraviesa un estanque lleno de flores de loto y vegetación acuática. Es el lugar ideal para relajarte después del trekking, tomar aire fresco y, por supuesto, sacar unas fotos más.


La entrada cuesta 100.000 VND por persona y el complejo está abierto todos los días desde las 06:00 hasta las 19:00 hs. Si estás en Ninh Binh, no podés irte sin vivir esta experiencia.




4.BAI DINH (COMPLEJO DE TEMPLOS BUDISTAS)


En nuestro último día en Ninh Binh, decidimos cerrar el viaje visitando un lugar que nos dejó absolutamente fascinados: el complejo budista de Bai Dinh. No es solo un templo, es una experiencia monumental. Con el título de ser el complejo de templos budistas más grande de Vietnam y uno de los más grandes del Sudeste Asiático, Bai Dinh impresiona desde el primer momento.


Aquí te vas a encontrar con más de 500 estatuas distintas de Buda, todas esculpidas con un nivel de detalle asombroso, y con la pagoda más alta de toda la región, una torre majestuosa de 13 pisos que se alza imponente entre las montañas y ofrece vistas panorámicas de ensueño.


Aunque la mayoría de sus construcciones son relativamente recientes (fueron levantadas a partir del año 2000), su arquitectura te transporta a otra época. Cada rincón está diseñado con una precisión y belleza que amerita que le dediques al menos medio día completo, nosotros lo hicimos y, honestamente, nos quedamos con ganas de más.


Uno de los grandes atractivos es subir hasta lo más alto de la Torre Bao Thap, desde donde podés contemplar el vasto complejo, el verde vibrante de la vegetación que lo rodea, y el río que serpentea entre los campos. Además, el interior de la pagoda es simplemente deslumbrante, repleto de detalles dorados, esculturas y una energía muy especial.


¿Qué no te podés perder en Bai Dinh?


  • Pagoda Antigua de Bai Dinh: un lugar sereno enclavado en cuevas naturales como la Cueva Clara y la Cueva Oscura, y el Templo Cao Son. Ideal para los que buscan espiritualidad y silencio.


  • Pagoda Nueva de Bai Dinh: un extenso complejo de templos y pagodas, entre ellas el Templo Phap Chu, el Templo Tam The y la mencionada Torre Bao Thap, con vistas impresionantes.


  • La estatua de Buda más grande de Asia: ubicada en el Templo Phap Chu, es una colosal imagen de Buda en bronce dorado que impone por su tamaño y serenidad.


  • Corredor de La Han: un extenso pasillo con 500 estatuas de Arhats, cada una representando diferentes expresiones y enseñanzas del budismo.


  • El campanario: una estructura octogonal que alberga una enorme campana de bronce, cuyo sonido resuena en todo el valle.


  • Vistas panorámicas inolvidables: especialmente desde la cima de la torre, donde podés tomarte un momento para contemplar el paisaje y respirar profundo.


Información útil:


La entrada al complejo es gratuita, pero por su tamaño recomendamos sumar el pase para los carritos eléctricos (60.000 VND) para ahorrar tiempo y energía, además del acceso a la pagoda por 50.000 VND adicionales.


El complejo abre todos los días de 06:00 a 22:00 hs, por lo que tenés mucho margen para recorrerlo sin apuro.


Si tenés que elegir un solo templo para visitar en Vietnam, que sea este. Es una experiencia que combina espiritualidad, historia, arquitectura y naturaleza, todo en un mismo lugar. 




5.NINH BINH CENTRO 


Para nuestra ultima tarde/noche en Ninh Binh, decidimos salir a descubrir el centro de la ciudad y su encantadora calle peatonal Hoa Lu. Apenas llegamos, cruzamos un pintoresco puente de piedra que nos llevó a un pequeño islote dominado por la imponente montaña Ky Lan, de 60 metros de altura, cuya silueta recuerda a la cabeza de un quilín, una criatura mítica de la tradición china. En lo alto de esta formación rocosa se alza una hermosa pagoda tradicional, desde donde se obtienen vistas realmente espectaculares.


Este rincón mágico combina a la perfección naturaleza y espiritualidad: un lago sereno, cinco cuevas llenas de misterio (y murciélagos), y tres pagodas sagradas crean un escenario ideal para una caminata al atardecer. Desde la cima de Ky Lan, las vistas panorámicas de la ciudad y de las icónicas “Torres de Plata” reflejadas en el lago son inolvidables. Verlas teñidas por la luz dorada del atardecer, y luego iluminadas en la noche, fue sin duda una de las postales más hermosas de todo el viaje.


Si tenés tiempo, también vale la pena entrar a las pagodas para admirar sus murales tallados a mano en piedra volcánica, verdaderas obras de arte creadas por artesanos locales que cuentan historias ancestrales con cada detalle.


Aunque nos quedó pendiente visitar Hoi An, lo cierto es que Ninh Binh de noche no tiene nada que envidiarle. El lago Ky Lan se transforma en un escenario de cuento: barquitos decorados con farolillos navegan suavemente, mientras locales y turistas sueltan linternas flotantes que tiñen el agua de colores, creando una atmósfera profundamente mágica.


Cuando cae el sol, el centro cobra vida: mercados ambulantes llenan las calles con aromas irresistibles, platos típicos y una energía vibrante que invita a pasear, probar, mirar y dejarse llevar. Como broche final, las majestuosas Torres de Plata, de construcción más reciente, se reflejan en el lago iluminadas, creando un efecto hipnótico que cierra la experiencia de manera sublime


Con esta imagen grabada en el alma, nos despedimos de Ninh Binh, un destino que superó todas nuestras expectativas, y seguimos rumbo a nuestra próxima aventura.






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